cycy shets

Lo Siento || Carta 1

"Queridos papá y mamá,

si los conozco lo suficiente como creo y están leyendo esto tras algún accidente de auto, solo espero que no lo lean si salgo vivo, si ese no fue el caso, pueden seguir. Aunque bueno, seguro lo leerán apenas se enteren de la existencia de esta carta. Sé cómo importa entre poco y nada mis deseos en la casa que estoy obligado a llamar mía. O suya en todo caso. Ustedes lo pagaron y por lo tanto todo en ella es suyo, ¿verdad?

Ustedes me lo decían siempre, ¿no? O ya se olvidaron los miles de [Somos tus padres, somos superiores a vos]. No es fácil de olvidar cuando esa enseñanza va acompañada de un golpe cada vez que cometo el terrible error de intentar defenderme. Es una estupidez, ¿no? ¿Por qué querría defenderme y terminar siendo un irrespetuoso en lugar de callar y aceptar mis errores? Porque eso son. Errores que cometo. Lo que no entiendo es el porqué me enseñan toda la vida a aceptar las críticas de mis superiores sin rechistar en lo más mínimo y después me regañan, castigan y critican por no saber defenderme cuando un profesor me hace la vida imposible. ¿Por qué se extrañan cuando me quedo callado aguantando los comentarios de otros que me recuerdan que estoy por debajo? Eso vi toda la vida, para eso me educaron, ¿no?

Bueno, ahora saben algo de mi sin necesidad de invadir mi privacidad. Eso es algo que lo hacían demasiado obvio. ¿Creen que no notaba cuando tomaban mi celular para leer mis conversaciones o ver mi galería y redes? No son tan discretos como creen. No soy tan ingenuo como suponían.

Ese sentimiento me jodía bastante. Sé que a mamá no le gusta que diga malas palabras, pero espero y realmente no pueda estar presente para otro de sus sermones explicando porqué estaba mal decir groserías. Volviendo al tema, no sé si fue su intención o no, pero me hicieron sentir tan inferior que empecé de dejar de lado cualquier tipo de buen pensamiento que tenía sobre mí. Entiendo que en su época era normal criar así, que supuestamente hacía a los niños más fuertes. ¿Creen que a un niño con un autoestima más que baja si lo tratan de atacar pensaría siquiera en defenderse cuando tiene entendido que está mal y es una falta de respeto? Quizás los comentarios no tengan tanto peso, solo serían un recordatorio de lo aprendido en casa. Sé que papá puede actuar sin pensar al estar enojado, pero papá no miente. Cada vez que estuvo estresado y me terminaba gritando fue porque me lo merecía. Él estaba estresado y yo venía encima a molestarlo o tenía otras cosas en mente en lugar de concentrarme al 100 como debería. A pesar de ello, cada uno de sus comentarios dolían. Tales como; No seas comedido, no me respondas cuando te hablo recuerda que no estamos al mismo nivel, Inútil, Odio la gente pelotuda así que deja de actuar como uno, es increíble como no puedes hacer nada bien, me impresiona tu flojera, etc, etc, etc...

Papá, esos comentarios no me hacían más fuerte. Por dios, tenía trece según mis recuerdos más lejanos. Lo único que debía hacerme fuerte en esa época de mi vida era el deporte y una buena alimentación. El resto de mi infancia es borrosa o muy incompleta. Pero supongo que es normal, no todos tienen una memoria tal para recordar cada momento de su vida. A diferencia de papá, mamá siempre fue mucho más calmada. Solo la vi gritando una o dos veces en toda mi vida. Ella casi nunca me levantaba la mano y la única vez que lo hizo, terminé siendo arrojado contra las escaleras. No siquiera sé cuántos años tenía. Lo poco que puedo recordar de esa vez es a ella empujandome y su rostro. Esa expresión de enojo puro que en mi vida quería volver a ver. Supongo que me marcó aquello y por ello a mi madre nunca traté siquiera de decirle algo en contra.

Otra cosa que mató mi autoestima fue el no tener derecho a la privacidad. Sé que ambos me quieren y por eso querían estar al pendiente de mi, pero ¿revisar mi celular, no dejarme cerrar la puerta de mi cuarto, elegir ustedes con quien me junto, poner un GPS en mi celular y obligarme a contar detalles de mi colegio que claramente no quería mencionar era necesario? Tampoco ayudaba que ustedes se enojaran cuando no quisiera contarles algo. Lo que sí llegaba a contarles era criticado con amargura, ¿no creen que eso podría llegar a hacerme pensar que es mejor mentir y evitar muchas cosas? Aprendí a mentir muy bien gracias a ello, otra gran enseñanza. Vaya, ¿quién lo diría? No permitirle una vida privada a tu hijo provocaría que mates su confianza hacia vos y lo haría aprender a la fuerza a mentir cada vez mejor.

A este punto no sé si los estoy molestando o entristeciendo más. Pueden romper esto si quieren, en especial papá, que es mucho más de alterarse y tratar de desquitarse con algo, o alguien. A veces a golpes, a veces a los gritos, lo que tocase. Gracias al cielo que jamás llegó a ponerle un solo dedo encima a mamá. Podíamos oír sus peleas y a veces verlas. Tiara a veces se ponía algo paranoica cuando peleaban.

Bueno, ahora que ya dije todo lo que me estuve callando durante años y jamás me atreví a comentárselo directamente, puedo dar un último adiós y un par de aclaraciones.

Primero las aclaraciones. A pesar de todo lo que leyeron anteriormente y todo el daño que me hicieron, ustedes son mis padres y los quiero como tal. Tuvieron errores y bastantes, pero hacen lo que pueden con la base de crianza que recibieron, así que no los puedo culpar por sus actitudes. Lástima que como ustedes me decían, que era débil y susceptible me dejé llevar por la presión y terminé cometiendo estupideces, como empezar a cruzar la calle sin fijarme (por favor no le hagan nada al pobre desafortunado que terminó por chocar conmigo), o caer tan bajo de autolesionarme. Si es que ven mi cuerpo, van a poder encontrar en mis piernas, en especial cerca de la cadera varias cicatrices por mi debilidad, al no saber como salir de problemas por mi cuenta y sin poder decirles nada gracias a que sabía que se iban a molestar. La desesperación me ganó, perdón. Cada una de esas heridas me dolían, pero el miedo de llegar a preguntarles por ayuda y solo recibir desaprobación por no poder por mi cuenta me ganaba.

Este es el último adiós, una última idiotez de su hijo. Lamento tanto jamás haber sido o poder siquiera aspirar a algo cercano a lo que esperaban para mí. No podía con la presión de cumplir sus grandes espectativas sabiendo lo diminuto que soy.

Lo siento,
con amor se despide, Chris ----- -----"

Mis padres corrieron dentro, ignorando a seguridad. Entraron al cuarto donde se encontraba mi cuerpo. Ambos sostenían las notas que les había dejado. Levantaron de golpe la sabana que me cubría, pero únicamente hasta la cintura. Gracias a que quitaron mis rotas prendas que llevaba en mis últimos momentos, pudieron ver claramente los cortes de autolesión cerrados a los lados de mis piernas. Esto al ser mi forma de escapar de la realidad o castigarme por no ser lo suficiente, no eran pocos. Mi madre volvió a romperse en llanto ahí. Y por primera vez en sus vidas, ambos de mis padres lloraron frente a uno de sus hijos, aunque bueno, técnicamente ya no estaba allí.