Príncipe de Egipto

Detrás de todo hombre fuerte, está su pareja ruda

Au. Yami es un delicuente de la escuela y Aigame es su pareja

Pareja: Yami x Aigami

Yami Sennen.

Seguramente conoces dicho nombre de algún lado, pero los estudiantes de la escuela secundaria de Domino City conocen el nombre por su compañero de clases, quien resulta y acontece ser el líder de una banda de delicuentes muy peligrosa en la escuela.

No era de extrañarse que Yami se ganara dicho liderazgo por haberle roto los huesos al antigüo líder, dejándolo paralítico de por vida. Los demás delincuentes sentían una gran admiración hacia él.

Los compañeros de Yami no temían por sus vidas, sino por la de su amigo, Diva Aigami; ya que este siempre se acercaba a Yami sin temblores o ganas de llorar.

Como en esta ocasión en la cual una chica de otro salón iba a entregar unos proyectos en el salón de Química... vaya sorpresa se llevó al ver a Yami acorralando a Aigami. Ella se asustó aún más al ver que Yami alzaba el puño, salió corriendo porque temía que el líder de los delincuentes descubriera que alguien lo observaba.

-...¡Yami, es precioso! -exclamó Aigamicon una amplia sonrisa.

Yamile había colocado en su cabello un dije de mariposa, su insecto favorito desde que era niño y su madre lo llevó al jardín de mariposas. El tricolor mayor sonrió satisfecho.

-No sabía qué regalarte por tu cumpleaños, ví el dije y suspuse que te quedaría bien.

-Pero si aún no es mi cumpleaños -le dijo Aigami, Yamise rascó la mejilla mientras sus orejas se coloreaban de rojo.

-S-Supongamos que es un regalo adelantado.

Los dos novios salieron del salón de química, con Aigami presumiendo su dije, agarrados de la mano. Los demás estudiantes miraban y luego desviaban la mirada, aún le temían a Yami porque este parecía matarlos con los ojos; uno de los delincuentes se les acercó.

-¡Vaya, qué hermoso dije, Aigami! -exclamó mirando el dije-. Jefe, no sabía que podía llegar a ser tan cursi, ¡auch! -Yami lo golpeó en la cabeza, Aigami casi escupió de la risa.

Tanto Yami como Aigami y el delincuente se dirigieron afuera de la escuela donde el resto del grupo de delincuentes jugaban un rato con un balón ya gastado de futbol, otros simplemente dormían y otros usaban sus teléfonos. Yami aprovechó para silvar fuertemente.

-¡Pero qué hermoso, Aigami! -había exclamado una mujer delincuente, que apartó la vista de su teléfono por unos minutos.

-¿Alguna nueva noticia? -preguntó Yami a su mano derecha.

-Ninguna jefe, todo ha estado bastante pacífico.

Yami asintió entendiendo perfectamente la información, las cosas entre otros delincuentes rivales se habían calmado desde que él tomó el liderazgo; el único conflicto que tuvieron fue cuando un grupo pequeño de delicuentes secuestró a Aigami para abusar de él. Afortunadamente lograron rescatarlo y darles una lección a ese grupo.

-Bien, en ese caso -sacó de su chaqueta unos cuantos billetes-. ¿Les parece si vamos por unos aperitivos?

-¡Sí!

Todo el grupo de delincuentes se dirigió hacia donde estacionaron sus motocicletas, Yami le entregó un casco a Aigami para después subirlo y hacer que este lo sujetara por la cintura para no caerse.

Dicha alegría por merendar se vio interrumpida por gotas de agua que empezaron a caer del cielo, estaba a punto de llover.

-¡Regresen a sus hogares! -les ordenó Yami, los demás hicieron caso y se fueron con sus motos a sus casas.

El tricolor mayor por fin encontró una tienda donde podía estacionarse, por lo que detuvo la moto, ayudó a Aigami a bajar y se pusieron en la entrada para refugiarse.

-Grandioso, llueve -murmuró Aigami con su ropa empapada por la lluvia, abrazó su cuerpo debido al frío que la lluvia estaba provocando. Fue en ese momento que sintió la chaqueta de Yami por sobre sus hombros, cubriendo su cuerpo-. ¡T-Te vas a enfermar, Yami! -le dijo preocupado.

-La necesitas más que yo, tengo el sistema inmunológico fuerte -Yami sonrió. Su novio respondió con un puchero.

-Luego no te quejes si te da gripe -le sermoneó cual madre regañando a su hijo.

Se quedaron viendo las gotas de lluvia caer fuertemente hasta que sólo quedaron unas cuantas nubes; Yami fue a buscar su moto listo para irse con su novio a casa.

Oh, pero no creas que Yami es el único que daba miedo, claro que no. Aigami cuando se enojaba, más te vale correr si quieres preservar tu vida; como en cierta ocasión que él, Yami y su hermana Sera paseaban tranquilamente y se llevaron la sorpresa de encontrarse con los Bullys de Sera y Yami.

-¡Pero miren quién hicieron acto de aparición! -uno de los Bullys se acercó con una sonrisa altanera hacia la hermana mayor de Aigami-. ¿Me recuerdas, debilucha?

-¡Mira, Ushio, está temblando! -se rió otro de ellos, la última miró a Aigami que llevaba su bolso y el de su hermana.

-¿Además permites que tu hermanito el asmático carge con tus cosas? ¿Tan debilucha eres, tarada?

- ¡Oye tú! -exclamó Yami a punto de acercársele, pero Aigami lo interrumpió.

-¿Ya terminaron? -les preguntó Aigami con voz seria, el tal Ushio lo miró.

-¿Ja? ¿No sabes que tu Onee-chan era mi...? -no pudo continuar porque Aigami lo interrumpió.

-Pregunté si ya terminaron -un aura aterradora lo rodeó-. Realmente me enfurece que no me dejen hablar.

Puede que Aigami sufriera de asma, pero si alguien se metía con su hermana  sufrirían las consecuencias; alzó su tembloroso puño en el cual se notaba una vena de furia.

-Váyanse, idiotas de preparatoria -dijo con voz de ultratumba.

Recibieron una fuerte paliza, dejándolos heridos y traumatizados; Aigami tenía agarrado el brazo de Yami y la mano de su hermana mientras sonreía nerviosamente.

-B-Bien saben cómo me pongo si molestan a Sera -trató de explicarles-. Y-Y ellos eran perfectos para comprobar si mis clases de Taekwondo funcionaron.

Como su madre solía decir: Si se meten con tu hermana, ¡Rómpeles la espalda!

Agradecida con el de arriba, no me salió tan cliché como pensé.

-ArxmoGrl ¿Adivina quién volvió, bb?

yoongi-pooh.