voy a conquistarte pa que recuerdes mis besos sabor a café

capitulo 10

Juli.

— Me explicas esto. — Ví que tiro en el mesón de la cocina nuestras fotos y el anillo de compromiso.

— Cami yo. — No sabía que decirle.

— ¿Éramos novias? y ¿Por qué demonios no me dijiste?

— Porque tenía miedo de que te pasará algo, vivimos muchas cosas.

— Pero tengo cero por ciento de recuperar la memoria, no debiste hacer eso, si me amabas ¿¡Por qué me hiciste esto!? Porque me amabas, ¿Cierto?

— Te amo.

— ¿¡Y decidiste que yo consiguiera a otra persona en vez de decirme lo nuestro!?

— ¡Lo hice por tu maldito bien! ¿Por qué no entiendes eso?

— Al menos pudiste conquistarme.

— ¿Crees que no he estado haciendo eso? Estoy actuando de la misma manera en la que te conquistaba.

— Me mentiste Juliana, y te pedí varias veces que me contarás la verdad.

— Camila entiende por favor.

— No te voy a entender.

Camine hacia su habitación y comencé a tomar mis cosas para irme, lo bueno es que ya me había cambiado.

— Camila por favor escúchame, ya te escuché ahora tu escúchame. — Tome su brazo.

— Suéltame, jamás te voy a escuchar, no te voy a perdonar y por favor no me busques. — se soltó de mi agarre y camino hasta la puerta de mi apartamento, abrió la puerta y se fue.

Simplemente me quedé viendo la puerta mientras me caían lágrimas sin poder controlarlas.

Debí decirle la verdad tal y como mi corazón me lo pidió, tal y como lo pensé en un principio pero simplemente fui una cobarde.

Era medio día y estaba tratando de comunicarme con Cami y pedirle perdón pero no me contestaba.

Sin registrar

Nueve días.

Tomé lápiz y papel y escribí.

Perdóname.

Se que cuando leas esto sabrás de que hablo.

Tienes derecho a odiarme y a no perdonarme ni en esta ni en otra vida.

Se que no debí esconderte que éramos novias y fue muy egoísta de mi parte.

Te amo y se que jamás me lo vas a perdonar.

Puse esa carta en la caja y escribí dos más.

Tu manera de pensar.

No hay nada más hermoso que tu manera de pensar, de ver este mundo que está hecho mierda, de pensar en las mil y un formas de verlo y encontrar un poco el lado positivo.

Tu voz.

Aunque no lo creas pero tu voz es un himno para mí y más cuando estás cantando, lo haces tan increíble que pienso que te deberías de dedicar a eso y aunque no lo creas muchas veces me arrunchaste con esa voz.

Me quedé hasta las tres de la mañana escribiendo cartas de algo que me encanta de ella.

Sin registrar.

Ocho días.

Decidí acostarme para descansar y mañana seguir con más cartas porque a solo eso me voy a dedicar en estos ocho días de vida.

Cami.

Veía las llamadas perdidas de Juli pero no la quería ver, no quería escucharla y aparte me dolió pues comenzaba a sentir cosas por ella que no sabía muy bien como explicarlo.

— Hija. — Hablo mi papá tocando mi hombro ya que estaba en la sala. — Tu mamá y yo queremos invitarte a comer, ¿Vienes?

— Claro papá. Me voy a alistar.

Me pare del asiento y me dirigí a mi habitación para alistarme.

Estábamos ya en el restaurante acabando de comer así que decidí decirle a mis papás porque tampoco decidieron no decirme lo de Juli y lo nuestro.

— Papá, mamá ¿Por qué no me dijieron que Juli y yo éramos novias?

— ¿Cómo sabes? — Pregunto mi papá.

— Me di cuenta ayer, se supone que también es una fase de mi vida.

— Mi amor. — Comentó mi mamá. — Ustedes dos vivieron tantas cosas que aunque tú probabilidad de recuperar la memoria es cero por ciento no descartabamos que podías recuperar un poco la memoria y hacerte mucho daño.

— Los milagros existen, hija. — Concluyó mi papá.

— Lo sé, ¿Pero por qué me dejaron conocer a otras personas?

— No te lo íbamos a prohibir, nunca nos ha gustado. — Respondió mi papá.

— ¿Comenzabas a sentir algo de nuevo? — Pregunto mi mamá.

— La verdad es que si.

— ¿Y por qué no la buscas?

— Ahora no la quiero ver ni en pintura y es mejor que me dé unos días y le digo.

Juli.

De nuevo estaba hasta las tres de la mañana escribiendo cartas, está vez era la última.

Creo que te debe parecer ilógico que te he escrito más de 20 cartas y te debes de estar preguntando ¿Está idiota me ama tanto?  Y la verdad es que si. Jamás voy a dejar de amarte.

Me quedan sies días de vida y solo te pido que me perdones por lo que hice, sabré que me perdonaste si usas el anillo de compromiso en mi funeral.

Te amo mi sirenita.

Guarde la última carta, el anillo y las fotos de nosotras en la caja.

Sin registrar

Seis días.