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Narrador omnisciente
Mondstadt
Cierta exploradora esperaba a Albedo y Klee en Levantaviento, estaba ansiosa por volver a verlos. Mientras esperaba acomodaba algunas flechas estaba tan concentrada que no se dió cuenta que algunos magos del abismo estaban cerca de ahí.
- Y otra por aquí, será fácil tomarlas mientras estoy en combate -murmuro Amber sonriendo pero en ese momento recibió un golpe pyro por parte de un mago pyro-
Cuando se levantó se dió cuenta que era inútil pelear ya que el mago era pyro pero volvió a caer por recibir varias quemaduras.
- Se que es inútil pero...-antes de que la castañas pudiera seguir hablando el mago la interrumpió-
- ¿Dónde está ese rubio? -el mago río y Amber se dió cuenta que buscaba a Albedo-
- No lo sé y hablo en serio
- ¿Dónde está el rubio? -el mago estaba dispuesto a torturar a Amber con tal de ir con su princesa con la información correcta-
Todo fue muy rápido para Amber, sintió una quemadura pero luego sintió un aire frío, cuando se dió cuenta vió a Eula peleando contra el mago, la chica cryo se notaba enojada mientras mataba a dicho enemigo.
- Muérete -Eula pateó el cadáver del mago para luego ir hasta Amber- Vamos con Bárbara, tus quema...
- Gracias Eula -Amber sonrió mientras la abrazaba-
- Te dije que te cuidaría, lo siento por no llegar antes -ella abrazo a Amber mientras acariciaba su cabello-
- No te disculpes, me salvaste
- Te salve, tarde pero lo hice -Eula río- Vamos a que te curen -la chica levanto a Amber y comenzaron a caminar-
- Ese mago... buscaba a Albedo -dijo Amber viendo a Eula preocupada- ¿Crees qué pasé algo con el?
- No lo creo, no te preocupes -Eula abrazo a Amber quien solo murmuro algo más que ella no alcanzo a escuchar-
Mientras caminaban al pueblo vieron que Klee corría hacía la carbena donde trabajaba Diona.
- Al parecer ya llegaron -comento Amber con una sonrisa-
- Se que te gustará recibirlos pero tus quemaduras...
- Lo se, vamos a la catedral y después iré a recibir a Albedo
Caminaron hasta la catedral donde Bárbara curo a Amber pero la castaña seguía con la duda de por que el mago buscaba a Albedo.
Por otro lado el rubio estaba abriendo la puerta de su casa cuando cierta chica llegó por detrás de el.
- ¿Cómo te fué en el viaje? -pregunto Himiko sonriendo-
