Louis
En medio de todo el tumulto, mi familia fue a buscar al alcalde y a su esposa, quienes lideraban todo este evento. Por mi parte, me quedé estático. No podía moverme y mi cuerpo no respondía a la simple orden de bajar la mirada de ese chico, por más que él disparaba dagas de discordia y repulsión hacía mi imagen y lo que esta representaba para él.
Alguien tocó su hombro con la yema de sus dedos, invitándolo a darse la vuelta y escuchar lo que le tenía que decir, y posteriormente, subir al podio que se utilizaba para los eventos de gala de la ciudad.
Estando arriba, se sacó su chaqueta militar que llevaba puesta, quedando con una camiseta sin mangas holgada. Le alcanzaron un micrófono, pero negó con la cabeza de manera indiferente.
Claro que no va a usar un micrófono, por su puesto. - pensé.
- En esta ciudad siempre se ha hecho lo que han querido. - gritó empezando el ojiazul. - Siempre con sus normas, leyes, intentando crear a 'la juventud perfecta' - señaló entre comillas y suelta una leve risotada y podría jurar que puso sus ojos en mí por un breve segundo. - Pues les traigo noticias, estimados vecinos... Mientras ustedes controlaban a una pequeña parte de los jóvenes, la otra mitad anda suelta por las calles abusando a las chicas, ultrajándolas como si fuera un objeto que fuera de un solo uso y ya. Y eso... - pasó un dedo por sus labios. Esos labios. - Eso no pasará en mi pueblo, señores.
La multitud de gente que allí se encontraba empezó a gritar, algunos apoyando a Harry; aullando como lobos cuando su alfa los llama. Pero en otros, los gritos que salían del fondo de su garganta eran de enojo y rabia hacia el joven que criticaba abiertamente la forma de vivir de los pueblerinos.
- ¡No voy a permitir que estas cosas pasen en mi pueblo! - gritó Harry.
- ¡¿Disculpa?! - alzó la voz el alcalde, dirigiéndose al ojiverde y mirándolo fijamente y subiendo al podio para encararlo. - Yo voy a ser el que no va a permitir estas actitudes en MI pueblo. - remarcó el "mi" para dejar en claro quién era el verdadero líder de ese lugar.
Bien hecho, que marquen bien quién es él que manda.
Harry le devolvió la mirada de igual manera, e incluso me atrevería decir que con mayor intensidad; y así se quedaron por unos minutos, hasta que la seguridad personal del alcalde subió para bajar al chico. No me di cuenta de que estaba perdido en lo que estaba ocurriendo hasta que mi mamá me agarró del hombro y me llamó la atención por no estar concentrado y darme cuenta de que todos se estaban retirando por orden del alcalde.
Pero no me pueden juzgar, cualquier persona con dos neuronas puede perderse en esa mirada. Y eso estaba mal, muy mal. Sin embargo, ¿valdría la pena meterme en problemas por una simple mirada profunda, sabiendo que todo el resto de su ser gritaba peligro?
Harry
Cuando llegaron a bajarme supe que no podría contra ellos Eran 4 allí arriba y sabía que abrían más a lo largo de La Gran Plaza, lugar donde se estaban dando ambas marchas. Así que cuando me advirtieron que me fuera de ahí antes que llamaran a las autoridades, les tuve que hacer caso. Bajé de un salto y cuando alcé la cabeza empecé a barrer toda la zona la mirada y empecé a buscar mi chaqueta, pero no la encontraba por ningún lado.
Luego de unos minutos de búsqueda, finalmente mis ojos la encontraron cerca del tumulto de personas que ya se retiraban. Pero, poco a poco al acercarme me di cuenta de que no fui el único que había encontrado la prenda. Un chico de ojos azules y baja estatura que ya había visto antes con su pañuelo azul. Ese maldito pañuelo que combinaba tan bien con esos ojos del mismo color y sus pómulos rosados... Era precioso. Pero de seguro tenía la misma mentalidad retrógrada y patriarcal que todas esas personas.
Claro está que, si él no portara dicho pañuelo alrededor de su cuello y no fuera parte de ese grupo, tal vez podría llegar a tener algo con él. A mí me iban los chicos desde los 13 años, pero no fue hasta los 15 que tuve mi estirón y mi físico cambió bastante cuando chicos, incluso mayores que yo, se acercaron a coquetearme. Casi siempre era atracción física y ya, nunca sentía algo más que eso. Y en el instante en que lo vi se me hizo extraño sentir algo distinto a lo que siempre ocurría cuando veía a alguien. Verlo agacharse a recoger mi chaqueta me produjo sensaciones raras y extrañas.
No en mal sentido, no me malinterpreten...
Me acerqué más y más, queriendo recuperar lo que era mío, y quién sabe, tal vez con suerte poder admirarlo de cerca. Al verme, él se levantó de prisa y cruzamos las miradas. Alargué mi mano y tomé mi chaqueta y en un breve instante el viento jugó en mi contra moviendo el pañuelo azulado que adornaba su atuendo. Y ahí todo se volvió frío. Recordé la persona que era, lo que creía y sobre todo lo que hacía, y las náuseas al recordar a mi hermana volvieron a mí. Con furia, arranqué lo que tenía en sus manos y me dirigí a él con el semblante más serio y enojado que pude poner.
- No pongas las manos en lo que no es tuyo, Tomlinson. Aléjate de mí.
Y con la misma rapidez que vine me fui.
Porque él era el hijo del doctor Troy Tomlinson, jefe y dueño de la cadena de hospitales donde mi hermana murió por culpa de las enfermeras que atendían allí.
Louis Tomlinson, hijo mayor y heredero de toda la fortuna y legado de la familia. Mi mayor perdición.
❯❯❯❯
Holaa
Mil disculpas por la desaparación, tuve unos problemas de salud (nada grave) y luego empecé otro ciclo/semestre de la universidad y se me juntó todo. Igual este tiempo me sirvió para crearle un final a este fic y planear otras historias, solo me queda escribirlas jeje.
Espero todxs estén bien y que hayan pasado un feliz 28/9 :)
Pronto actualizaré, ya no pienso desaparecerme por tanto tiempo.
Se despide,
anonimxx08 (que ya tiene ig con el mismo nombre -
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La Marcha - Fic Larry
FanfictionUna historia donde Harry Styles y Louis Tomlinson marchan por defender lo que creen, sin darse cuenta que; a veces, uno por intentar imponer sus ideas y pensamientos a su manera se ciega a poder escuchar a la otra persona. Y peor aún, se ciega al am...