EL REY DEMONIO

CAPÍTULO 11

Lo único que pudo ver fue niebla. Fue solo después de caminar un rato que comenzó a aparecer el paisaje. Bai Yang se encontró en lo que parecía ser una montaña. Estaba rodeado de árboles altos y grandes montañas se elevaban en la distancia. Bai Yang supuso que no había nada más que niebla en un radio de diez millas. El Rey Demonio puso la entrada del pasillo en un lugar muy seguro.

Tan pronto como llegaron, algunas figuras emergieron del bosque. Todos llevaban mantos negros que ensombrecían sus rostros, ocultando su identidad. Cuando esas personas vieron a Luo Jian Feng y Bai Yang, todos apretaron los puños, se arrodillaron y gritaron al unísono. "Mi señor."

Sus voces fueron extremadamente respetuosas.

Bai Yang miró al grupo y reconoció que todos eran demonios, excepto dos humanos. Para ganarse la confianza de Luo Jian Feng, estas personas deben haber hecho cosas horribles. Después de todo, Luo Jian Feng de la novela era muy astuto.

Luo Jian Feng asintió y levantó la mano para invitar a la gente a ponerse de pie. Después de levantarse, miraron a Bai Yang con curiosidad.

Bai Yang tenía una expresión fría y orgullosa. A veces, ser frío, arrogante o sin emociones puede ser la mejor máscara protectora.

"Este es Lord Xie". Luo Jian Feng presentó a Bai Yang al grupo, y ellos respondieron juntando las manos y anunciando con respeto: "Mi Señor".

Bi Yang actuó alto y poderoso asintiendo levemente con la cabeza y sin decir nada. Estaría bien siempre que pudiera mantener un aire de 'solo puedes mirar desde la distancia'.

Cuanto más dijera, más equivocado estaría. Revelar demasiado causaría consecuencias que no podría manejar.

"Como ya estamos aquí, y no es demasiado tarde, comencemos la misión". Bai Yang dijo con voz profunda mientras le preguntaba a Xiao Ling en su mente: "¿Cómo estoy?"

"Muy bien señor, ¡por favor siga así!" Xiao Ling respondió positivamente.

"Lord Xie, el Espejismo de Flores Ocultas ha comenzado con un total de doscientos sesenta y tres participantes. Todos han entrado en el espejismo. No temas, Lord Xie. Hemos hecho los arreglos necesarios, por lo que solo tendremos que abrirnos paso hasta el interior cuando sea el momento adecuado."

Aunque Bai Yang ya sabía sobre la trama, y ​​el libro también describía la participación de Xie Ze Tian en la masacre, en su corazón, no tenía ningún deseo de matar a nadie. Por lo tanto, preguntó sin pensar: "¿Por qué tenemos que matar a todos? Solo necesitamos matar al Hijo de las Siete Estrellas. Si comenzamos a matar a todos, los alarmará y será más difícil llegar a él."

Luo Jian Feng dijo: "Tiene razón, Lord Xie, sin embargo, su conclusión se basa en la suposición de que sabrán quién está atacando. Si no saben quién es el responsable, ¿cómo podrán tomar represalias? Entre en el espejismo ya saben estar preparados para una situación de vida o muerte. Además, han pasado muchos años desde que hubo alguna interrupción en el espejismo, por lo que finalmente tener un pequeño problema es comprensible."

Al escuchar esto, Bai Yang dijo automáticamente: "Pero matar a tanta gente es innecesario".

Después de que terminó de hablar, se arrepintió de inmediato. Xie Ze Tian definitivamente nunca diría tal cosa. El verdadero Xie Ze Tian solo sentiría emoción cuando hablara de asesinato.