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"Diferente."

Lo primero y lo primordial era no entrar en pánico. 

Pero no había como lograrlo. 

O al menos no se creía capaz cuando tenía a Mob de una edad diferente frente a el, inspeccionando cada centímetro de él. 

Levantando sus brazos, piernas, abriendo sus manos, observando sus palmas,  dando-le la vuelta de una manera no tan brusca con sus poderes en el aire en busca de lo que él suponía era una herida (Esto debido a que Mob de 15 hacía lo mismo con él cuando resultaba atacado en un trabajo).

Pero cuando el mayor no encontró nada suspiro y lo dejo en donde estaba. 

Ahora sentado Reigen pudo ver mejor su al rededor, estaba en la oficina, su oficina, pero si la veía bien tenía muchas diferencias. 

Como por ejemplo no estaba su cartel donde anunciaba ser uno de los mejores y reconocidos psíquicos, en su lugar había un cartel mostrando precios que no cuadraban con los suyos. 

Después miró más y vio a lo que parecía ser  un sujeto extraño pero muy bien parecido y vestido, traje negro al igual que su corbata, arrugas bajo los ojos, ojeras y unos muy llamativos círculos rojos en sus mejillas, era Dimple, sería muy estúpido si no lo reconociera por esos "hoyuelos" rojos, el hombre estaba sentado en los sofás que tenían entrando para que los clientes se descansaran y pudieran tener una mejor plática, pero en vez de ser de un tono azulado, eran de un rojo vivo  y por lo que Reigen distinguía parecía ser como aterciopelado. 

Dimple lo miraba   o más bien lo estudiaba. 

Reigen se puso nervioso ante esa mirada y miró hacía otro lado. 

Después de mover rápidamente su vista él rubio vio que al lado de la puerta estaba un pequeño escritorio de madera, era parecido al de su Mob, solo que en este era de mejor calidad y sobre el  había un cartel que decía. 

"Reigen Arataka, secretario " 

Él rubio frunció el ceño. 

¿Secretaria?, ¿Él como secretaría? o más bien secretario. 

Pero muy a pesar de que quisiera que no fuera como se veía, ese escritorio parecía ser una copia del suyo (o el que recordaba), con unos cuantos mangas, un teléfono y una planta que recién florecía decorandolo. 

"¿Qué tanto miras?." Pregunto nuevamente esa voz, el niño movió rápidamente su mirada al causante de la pregunta, y nuevamente ahí estaba, esa persona que se parecía tanto a su Mob pero en una versión adulta, Reigen entre cerro los ojos, siendo esta vez su turno de estudiar  al extraño, mientras que este no apartaba su mirada de él. 

Tenía la misma mirada que su Shigeo, sombría pero extrañamente amable y dulce, acompañados de unas pequeñas ojeras, producto de desveladas, posiblemente por el trabajo, pensó, entonces recordó las suyas y se toco inconcientemente debajo de su parpado. Pero no sintió la piel arrugada y desgastada que conocía muy bien, un tanto alarmado empezó a tocar con ambas manos debajo de sus ojos, dándose cuenta que su piel era más suave de lo que la recordaba, y  se dio cuenta de algo que había ignorado asombrosamente. 

También sus manos eran más pequeñas de lo que las recordaba, más finas, mas juveniles. 

Asustado bajo su mirada al resto de su cuerpo. 

Y aterrado soltó un ligero gritillo de terror. 

En vez de ver el cuerpo de un hombre adulto, o bueno "su cuerpo" se encontró con el de un niño. 

ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʀᴇᴀʟɪᴛʏ [MobRei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora