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×Mob×

Advertencia. Este capítulo cuenta con ligeras referencias a un acto de estupro.

Estupro. Delito que consiste en tener una relación sexual con una persona menor de edad, valiéndose del engaño o de la superioridad que se tiene sobre ella.

🌙

°°°

Ligeros sollozos sacaron a Shigeo de sus pensamientos.

Ligeros lamentos lo hicieron estar alerta.

Ligeros gimoteos fueron los que hicieron que la vida de Reigen y Shigeo se juntaran.

...

—Minutos antes del estallido—

—¿Novios?— Preguntó de vuelta algo desconcertado Shigeo.

—Si, nos hicimos pareja hace solo unos días y no lo quiero preocupar—.

Después de eso el hombre se quedó serio, ya no dijo más, simplemente se quedó quieto en su lugar. Pensando en lo que el niño dijo.

Por su parte Reigen se mantuvo concentrado en cualquier cosa que pudiera decir Shigeo para poder responder con naturalidad. Pero contrario a lo que el esper podía decir este pasó de su seriedad a un semblante un tanto más relajado, incluso el rubio podría decir que era uno más “coqueto".

Incluso el niño podría decir que pasó a ser otra persona por su simple mirada.

—¿Así que Serizawa…?—. Reigen asintió algo temeroso. —Es curioso que digas que son novios…—. Shigeo se acercó un poco a la cama e inclinó, quedando cara a cara del niño. — Si hace unos días decías que me amabas…—. El hombre tomó al estafador por la barbilla y acercó un poco. Por su parte este prácticamente dejó de respirar al tener la mirada y en general el rostro  del hombre tan cerca. Además de que sumado a ello estaba el tono coqueto y dulce. —¿Acaso ya no lo haces Rei?— Preguntó con un ronroneo, sin apartar la mirada de la del niño.

Arataka por su parte no sabía que hacer o decir. 

En primer lugar se esperaba todo menos esto, quizás el de cabello negro podría darle una reprimenda por estar con alguien “tan joven", o por estar con Serizawa.

Con esto había pasado a un segundo plano sus pensamientos de que quizás esta versión de su Mob lo veía a el como el veía a su discípulo, es decir, como a un hijo, pero por lo visto no era así.

En segundo lugar, si bien podía considerar que esta versión de su Mob era atractiva aún estaba muy presente la diferencia de edad, y por lo visto esto no le importaba a Shigeo porque estaba “coqueteando” con él.

Entonces eso quería decir que de forma deliberada, esta versión estaba usando un enamoramiento a su favor.

Por ejemplo el sabía que su alumno sentía algo por el, pero el nunca intentó usar ese enamoramiento juvenil a su favor o parecido.

Esto para el rebasó los límites. 

Un escalofrío lo recorrió y cerró los ojos.

La mente del rubio no pudo evitar imaginarse a sí mismo en el lugar del hombre y a su Mob en el suyo. 

De pronto se sintió muy sucio. 

—¿Qué pasa Reigen?— Le susurró el hombre mientras acariciaba su barbilla. —¿Acaso ya olvidaste todo el amor que me juraste? A mi… a tu maestro…—. Reigen luchó con el impulso de hacerse hacía atrás. Independientemente de sus creencias, de ser cierto lo que el hombre decía tenía que continuar con la farsa. 

—¿Ya… ya olvidaste lo que vivimos…?— Preguntó y Arataka sintió como de a poco sus ojos se llenaban de lágrimas de frustración. —¿Lo que hicimos…?—

De ser cierto que su versión joven y Shigeo habían tenido algo tenía que mantenerse a raya.  No sabía como podía reaccionar este Mob, aunque por el simple echo de estar haciendo esto sabia como reaccionaría de saber que no era “su Reigen”.

La mente del niño se convirtió en un verdadero caos. 

¿Cómo habían llegado a esto tan rápido?

¿En serio ese hombre era el mismo niño que a los 6 fue hasta su oficina a pedirle consejo?

No, ese no era ese niño. Este era un monstruo que podía alejarse de lo moral solo por lo que quería. 

De pronto el estafador sintió como la mano bajaba hasta su pierna y comenzaba a acariciarla de forma dulce. Fue entonces que el rubio no pudo más y se apartó de golpe.

Ese no era su Shigeo, estaba seguro que ni siquiera era el Shigeo de esa realidad. 

Mob seria incapaz de hablarle y tocarlo así.

—¿Nos tomaremos las manos?— Recordó el rubio aquella ocasión donde tuvo que hacerse pasar por el padre de Shigeo y tuvo que tomarle mano, recordaba el como ese niño literalmente se puso todo rojo, desde las orejas hasta la barbilla.

Con ese pensamiento miró con determinación a los ojos del hombre, el cual estaba claramente desconcertado. 

—¡No!— Gruñó.  — ¿Estas loco?— Dijo mientras se intentaba hacer hacía atrás como podía. —Esto no esta bien… yo soy un chico y tu un hombre…—. Miró a los ojos al esper, el cual de a poco pasaba de la confusión a la molestia . —En ningún momento esto estaría bien—.

El psíquico, claramente desconcertado se hizo hacia atrás.

Lo miró algo desilusionado. 

—Entonces… es cierto…—. Sentenció.

Por su parte el estafador estaba claramente confundido.

—¿Qué?—

—Tu no eres mi Reigen…—. 

Después de eso todo explotó. 



—No entiendo porque hacemos esto… —. Preguntó el hombre mientras se estiraba y bostezaba.

—Porqué es nuestro trabajo Dimple—. Susurró el hombre fastidiado mientras metía un papel en su bolsillo.

—Si pero… podríamos hacer cualquier otra cosa cómo, no sé…—. Fingió pensar, aunque el otro hombre sabía exactamente qué diría. —¿Dominar el mundo? Por ejemplo—. Sugirió con una ligera sonrisa.

—Ya sabes cual será mi respuesta Dimple…—. Respondió indiferente Shigeo mientras buscaba en su saco una cajetilla de cigarrillos.

—Eres un aburrido—. Protestó el hombre poseso mientras hacía un puchero. 

—No me importa, mejor ve a ver si Hanazawa necesita ayuda—. El espectro asintió mientras hacía lo que se le acababa de pedir. Mob solo lo miró irse. 

Shigeo Kageyama, también conocido como “Mob".

El era un hombre de unos 22 años, alto, bien parecido, de ojos negros como la noche y afilados como una daga, con un rostro casi inexpresivo y con cabello negro cortado en un estilo militar.  

Un psíquico que hacía trabajos espirituales junto a sus amigos para subsistir. Un hombre que hasta no verlo doblar una cuchara con la mente creerías que es "normal".

Actualmente se encontraba haciendo un trabajo que sería bien recompensado. Pero a la par de esto el de cabello negro era prácticamente ajeno a la situación que se estaba desarrollando a metros de él.

Encendió su cigarrillo y inhalo.



—Pero miren que tenemos acá… pero si es el pequeño Arataka…—. Dijo feliz el niño mientras se acercaba de forma peligrosa al otro, el cual estaba pegado prácticamente a la pared. 

—Dinos… ¿hacia dónde ibas?— Preguntó otro de los chicos que estaban presentes.

El rubio por su parte miró el suelo, negándose a responder, porque sabía muy bien que lo que fuera que dijese, bueno o malo, haría que esos tipos terminaran golpeándolo. 

—Oye ¿eres idiota? Tana te acaba de preguntar algo…—. El mencionado levantó la mano en signo de que guardara silencio.

—Tranquilo Sato… yo me encargo… este bastardo sabe que pasa cuando no responde… ¿cierto Arataka?— Fue entonces que el menor levantó la cabeza. 

Revelando así aquellos orbes de color avellana, los cuales estaban rojos debido a las lágrimas.

El niño no sabía porque le pasaba esto, en ningún momento se había metido con esos chicos.

Lo único que había echo fue querer proteger un pequeño cachorro de los maltratos de esos chicos. Pero por lo visto el era el nuevo perrito.

—¿Cierto, Arataka?— Volvió a preguntar, pero esta vez un tanto más molesto. 

Reigen asintió.



—¿Qué fue eso?— Preguntó desconcertado el hombre poseso mientras se ponía de pie rápidamente. 

—No lo sé… pero…—.

—Vino del cuarto de Shige…—. Dijo Hanazawa mientras se ponía de pie e iba hacia los cuartos. Los otros presentes le siguieron. 

En cuanto estuvieron fuera de la habitación, nuevamente aquel sentimiento de pánico los invadió, ya que no sabían que se encontrarían detrás de aquella puerta, pero otro golpe y un ligero grito de Reigen los incitó a abrirla.

Cuando esta fue abierta notaron que todo en el cuarto era un desastre; los muebles estaban tirados completamente o simplemente estaban mal acomodados, algunos de los cuadros de la habitación estaban tirados en el suelo, otros simplemente colgando; por último, la luz parpadeaba frenéticamente, signo de que también había sido afectada por Shigeo.

Por otro lado a la par de terrible desorden, estaban dos figuras en la habitación, una estaba parada frente a la cama, incluso, parecía que  estaba diciendo algo, pero esto era inaudible, mientras que la otra estaba tratando de retroceder como podía sobre sus codos. Parecía que ninguno se había percatado de la presencia de los otros espers. 

Rápidamente los presentes analizaron la situación como pudieron. Era evidente que Shigeo había provocado esto, ¿quién más? También era totalmente evidente que Reigen había sido el que había provocado esta reacción, pero con esa idea un escalofrío recorrió a todos; debido a que era prácticamente imposible que aquel niño dijera algo que molestara tanto a Shigeo como para que tuviera un estallido de energía tan potente como para mover todo en la habitación.

(Aunque con las habilidades de Shigeo quizás la energía no había sido gran cosa. Lo que quería decir que si hubiera sido algo potente probablemente el edificio ya no estaría en pie)

—¿Qué mierda Shige?— El primero en hablar fue Dimple, el cual de a poco intentó acercarse a su amigo. Por su parte el mencionado ni siquiera lo miró, mucho menos respondió, solo se quedó en su tarea actual, que era ver de forma peligrosa a su discípulo.

—Oe Shige…—. Esta vez fue Hanazawa. —Ya estoy aquí hombre… ¿no me saludarás?— Nuevamente, no hubo respuesta. 

Por otra parte a pesar de que el hombre no les hacia caso, en cuanto el niño se percató de su presencia los miró desesperado, prácticamente les rogó porque lo ayudaran.

De a poco todos intentaron entrar y hablar con el Kageyama mayor, pero este los ignoraba. Además de que cuando estuvieron cerca de el, este los detuvo con sus poderes, imposibilitándoles el acercarse. 

Después de unos minutos Ritsu y Sho aparecieron en la puerta, y estos  estaban igual de perplejos que los demás ante la escena.

Ritsu miró a su hermano y después al rubio, el cual lo notó y le lanzó una mirada de puro terror y pánico. Con esto el esper no lo pensó mucho y se acercó a su hermano, el cual sorprendentemente no lo detuvo con sus poderes. 

—Nii-San—. Le llamó pero claramente no hubo respuesta. Esto lo desconcertó un poco, pero rápidamente decidió acercarse un poco más para que quizás su hermano lo notara.

El solo iba a comentar su teoría con los otros, incluso pensó que podría corroborarla, pero ahora tenía que hablar con un Mob que parecía fuera de si mismo y salvar al pequeño niño que solía ser un dolor de cabeza.  

Cuando Ritsu estuvo al lado del más alto este lo miró y rápidamente lo sujetó por los hombros, haciendo que quedaran cara a cara. 

—Ritsu… Ritsu—. Le dijo, aunque más bien le gritó. —Dime que tu también lo sabes—. El más bajo frunció el ceño confundido.

—¿Sé que..?— Preguntó.

—Que ese—. Señaló al niño, quien, debido al miedo que le producía la actitud de Shigeo intentó ocultarse entre las sábanas.   —¡No es mi Reigen!— Ritsu abrió los ojos más de lo debido, ya que aparentemente Shigeo había formulado la misma teoría que el.

¿Qué podía hacer?

Se suponía que su hermano no podía saber de ella, ya que, de ser cierta, había una posibilidad de que “su Reigen" estuviera en una realidad desconocida, en el cuerpo de una versión suya desconocida, y si la simple idea lo preocupó, no quería ni imaginarse que causaría en su hermano. 

Aunque por lo visto esto último ya no tenía mucho caso, ya que la reacción del esper mayor fue tener un colapso. 

Pero no pudo continuar pensando en eso ya que el psíquico apretó más sus hombros, haciendo que siseara de dolor. Fue entonces que Ritsu levantó la mirada y se encontró con la de su hermano, la cual causó un estremecimiento en el hombre, ya que en lugar de aquel semblante serio, el rostro de su hermano estaba adornado por una expresión un tanto maníaca, además de que sus ojos que regularmente eran negros ahora eran de un tono carmesí.  

De pronto recordó cuando su hermano peleó contra Touchiro. Durante esa pelea vio esa expresión y ojos en su hermano.

En aquella ocasión recuerda que fue la primera vez que sintió un verdadero terror por lo que su hermano albergaba.
 
Ya que el niño tenía un gran poder, un poder que por lo visto estaba dormido, que pero con una pequeña provocación podía salir, ocasionando que con él se desatara algo bueno o el mismo infierno. 

—Mi Nii-San nunca me lastimaría—. Después de aquel día nada volvió a ser igual,  ya no solo fue diversión entre hermanos, ahora también era evitar catástrofes, era evitar que esa cosa despertara.

Quizás como el de la ultima vez.  

Ritsu soltó el aire que contenía y miró a Reigen el cual no le había quitado los ojos de encima, esperando que lograra calmar a Mob. Dios, esta sería una nueva ocasión en la que tendría que salvar el culo del niño.

Sin embargo, quizás no era su niño.

Después de eso volvió toda su  atención a su hermano, el cual parecía no haber cambiado su expresión. —N.. no sé a que te refieres Nii-San… ese de ahí—. Señaló al rubio. —Es Reigen…—. Mintió.

Por otro lado Mob gruñó molestó ante la mentira, solo para soltar de forma brusca tanto a su hermano como a los otros espers. De pronto todos se quedaron callados, parecía que Shigeo necesitaba pensar, y Hanazawa aprovechó esto para acercarse un poco a Reigen para sacarlo de todo el caos. 

Pero cuando el rubio estaba un poco más cerca, Shigeo habló, confrontando a su hermano.

Nuevamente todos se quedaron quietos ante la intervención de Shigeo. 

Nadie podía hacer nada. 

—No lo es… ¿cierto?  …—. El hombre miró directamente a los ojos del contrario. —Y no me lo dices porque tienes miedo—. Afirmó molesto.

Todos miraron a Shigeo algo sorprendidos. 

—No es así…—. Dijo velozmente Ritsu, si dudaba un poco no sabía que podía pasar.

—No mientas Ritsu…—. Dijo fastidiado. —Tu… me tienes miedo ¿no? Como cuando éramos niños… es por eso que me ocultas el que ese no es mi Reigen—. Ritsu miró a su hermano, el cual cada vez se veía peor.  —Porque tienes miedo del como lo pueda tomar esta cosa que duerme dentro de mi ¿cierto?— Si bien no era  mentira, aún le causaba un malestar. 

Ritsu nunca le quiso temer a su hermano. 

Si pudiera regresar en el tiempo evitaría que nacieran con poderes.

Si pudiera haría que ambos nacieran normales. 

Pero por más que lo deseaba sabía que aunque lo intentara no cambiaría nada.

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2022 ⏰

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ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʀᴇᴀʟɪᴛʏ [MobRei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora