Por amor (YIZHAN)

Capitulo 1

-No quiero, no me casaré - dijo Yibo molesto.

Los padres de yibo habían acordado un matrimonio con el hijo de los xiao sin hablarlo antes con ninguno de sus hijos.

Los Wang eran una familia muy importante y adinerada. Un día los Xiao acordaron una reunión para planear el matrimonio entre ambos chicos y su futuro, los Xiao también eran una familia respetable y con mucho dinero, pero últimamente no le iba tan bien a su empresa así que decidieron casar a su hijo con el hijo de los Wang y así recuperar un poco lo perdido, los Wang habían haceptado porque en realidad les había gustado zhan para su hijo.

-Con el hijo de los Wang - ese era Xiao Zhan unico hijo eredero de la empresa de los Xiao.

-Si ustedes contraerán matrimonio para mejoría de ambos - dijo su padre.

-Pero el esta de acuerdo - pregunto un Xiao Zhan temeroso de que no lo estuviera.

-No lo se por ahora, pero lo estara.

Xiao Zhan conoció a Yibo en su universidad. Aun que iban a facultades diferentes (Yibo estaba en la facultad de administración de empresas mientras que Xiao estaba en la facultad de medicina) una vez se encontraron por accidente dejando a un Xiao Zhan completamente enamorado... y si, eso era amor a primera vista.

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-Papá ya dije que no quiero casarme, porque no respetan mis decisiones encima es un desconocido- bufo el castaño.

-Lo siento hijo, trata de conocerlo es muy lindo y buena persona, se que te gustara.

Lo que sus padres y el mismo Xiao Zhan no sabían es que Yibo ya estaba en una relación con alguien, la relación era un secreto porqué su pareja no quería que nadie lo supiera por el momento.

Una semana había pasado desde que se enteraron que se casarían. Esta tarde Yibo y Xiao Zhan se reunirian por "primera vez" y en si, si era su primera vez, nunca habían hablado ni tampoco interactuado mas que solo encontrarse, quiza el castaño ni siguiera recuerda haber visto al pelinegro en su vida.

-Hijo, ya estas listo- grito su madre desde afuera de su habitación.

-Mamá, no quiero ir - dijo aun sin resignarse.

-Tienes que ir, hablen un poco y conozcanse, luego me cuentas que paso.

Yibo salió de su casa dirigiéndose a aquel restaurante en el cual sus padres habían hecho la cita para sus hijos.

-Tengo cero ganas de conocerlo-dijo para si mismo- encima ya tengo pareja y lo amo, definitivamente tratare de arreglar esto de una vez por todas- dijo entrando al restaurante decidido.

Cuando entro un mesero lo guío hasta donde se encontraba su mesa y el hijo de los Xiao esperandolo. Llego, se quedo de pie un momento observando al que terminaría lo que ni siquiera empezó, a decir verdad aun que estaba de espaldas se veia sexy y lindo, pequeña cintura, buen cuerpo, manos delgadas y pequenas, era muy lindo PEROOOO el tenia pareja y lo amaba así que terminaría esto de una vez. Tomo haciento sin decir nada y solo mirar fijamente al pelinegro que estaba notablemente nervioso y eso lo hace ver mas lindo aun NONONO ya!! se dijo asi mismo, y es que el no era asi, aparte de su pareja nunca le había prestado atención a otros chicos y menos a las chicas, entonces no entendía que tenía el pelinegro que lo hacía ponerse de esa manera y porque le gustaba incluso cuando el pelinegro estaba nervioso.

-H-hola, soy Xiao Zhan- dijo el pelinegro rompiendo el silencio incómodo que se había creado.

-Hola - dijo el castaño pero wooow demasiado frío.

-Ehhh... esto te incómoda cierto - pregunto el pelinegro sintiéndose incómodo por la mirada que le daba el castaño y es que no podía descifrar si esa mirada era porque se encontraba molesto por la situación o... no definitivamente no se le ocurría nada más que no fuera porque estaba molesto.

-Claro que esperabas, todo esto es tan molesto - dijo aun demasiado frio.

-Lo siento pero yo tampoco sabía nada de esto- dijo Xiao para tratar de calmar un poco a Yibo.

-Pero es diferente, tu si estas de acuerdo con todo estoy y yo no, ni lo estare - dijo provocando que Xiao se sintiera un poco triste.

-Lo entiendo - dijo bajando la mirada - no te preocupes podemos hablar con nuestros padres y terminar esto- dijo, pero porque se sentía tan triste o sea se habían visto solo una vez bueno está sería su segunda vez pero de igual manera, no tenía porque sentirse triste, el castano ni siquiera lo reconoció.

-Es lo mejor, no me gusta nada toda esta situación- dijo levantandose.

-Y-ya te vas - dijo el pelinegro levantándose también.

-Si, no tengo nada qué hacer aquí - dijo arqueando una ceja.

-Quédate - dijo el pelinegro temiendo que lo rechazará - quédate aun que sea a comer, de todas maneras no nos volveremos a ver.

El castaño dudo un poco pero luego solo asintió.

La comida fue servida. Comenzaron a comer, ninguno decía nada, momentos después Yibo pidió un Whisky y es que según el lo necesitaba si o si, definitivamente no era para nada bueno bebiendo pero se sentía demasiado extraño que quería tomarlo. Terminaron de comer y sí, Yibo estaba ya muy tomado como para siquiera levantarse solo, Xiao se limito a tomar para poder conducir y a decir verdad tampoco era muy bueno tomando que digamos.

-Yibo - lo levanto - a dónde te llevo.

-No quiero ir a mi casa.

-Pero entonces adónde te llevo - pregunto el pelinegro desesperandose.

-No lo sé, tu dime - le dijo con una sonrisa un tanto traviesa - pero no a mi casa.

Xiao no sabía que hacer así que lo llevaría a su departamento para que tomara un baño y se acostara a dormir -Bien te llevaré conmigo.

Llegaron al departamento, Xiao decidió llevarlo a la habitación y meterse a la ducha el primero para luego ayudar al castaño, estaba ya en la ducha cuándo sintió que alguien estaba entrando también, se giró y vio al castaño desvistiendose para meterse a bañar el también.

-Que crees que hacés- dijo el pelinegro todavía sorprendido.

-Me voy a bañar a caso no vez.

-Si pero yo estoy aquí ahora, sal- dijo exaltado.

-No quiero.

-Yibo porfavor salte luego te duchas tú, está bien-dijo nervioso.

Parecía que el castaño no lo escuchaba y solo hacía lo que el quería, termino de desvestirse y se acercaba cada vez más al pelinegro.

-Y-yibo.

-Solo será está vez- dijo yibo con una mirada de hambre.

Se acerco más hasta quedar frente al pelinegro, consiguiendo a la vez empaparse con el agua que seguía corriendo.