Cap. 1

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El auto iba a toda velocidad, las balas impactaban en él parabrisas y rozaban las orejas del piloto y del copiloto. Era una suerte que él área acababa de ser desalojada por un comprador secreto.
-¡creo que ahora si se molestaron! -grita Nephrite con el arma en su mano y un poco de sangre en su labio. El chaleco antibalas se notaba debajo de su sueter blanco.
-¡eres un estupido Nephrite! Como se te ocurre hacerte pasar por un camarero en esa fiesta... -hace un giro en una esquina -...solo por una chica!
-jajajaja ¡es que no es cualquier chica! Tiene un trasero de infarto... DA VUELTA ALLÍ! -le indica a su hermano y al momento entra en un callejón algo angosto, bajan apresurados y entran en una bodega.
-¿donde estamos? -pregunta Kunzite sacando su celular y encendiendo la luz de este.
-en una bodega obvio. -kunzite pone los ojos en blanco y observa con la tenue luz que emitía su celular. -estamos en el distrito de los Novakov aún.
-y al parecer descubrimos su bodega, malditos. -menciona Kunzite abriendo un contenedor azul con miles de pequeñas pastillitas. -esos malditos, esta droga realmente es veneno. -dice Nephrite tomando algunas.
-¿y las nuestras no?
-las nuestras son originales, nada de alteradas cómo estás,
-deja marco la ubicación, los Novakov pagarán. -Kunzite marca la hubicacion y se la manda A Taiki junto con algunas fotos.
-Ven, vamos por aquí en la siguiente calle estaremos en casa... -le indica señalando una ventana algo angosta por la que apenas salen ayudados por un tambo negro, suben por unas escaleras de un edificio continuo y bajan por otras del otro lado hacia una barda algo alta, parecían dos gatos ágiles y corpulentos...
-No puedo creer que pase esto todo por un trasero. -se queja Kunzite al caer junto a su hermano sobre unos contenedores de basura al quebrarse unas escaleras por las que bajaban.
-tranquiló... haaa! Tu también aras locuras cuando encuentres a tu trasero. JAJAJAJA!!! -Nephrite se queja y le contesta a su hermano quitándose el suéter y dejarlo dentro del contenedor.
-el problema aquí es que ese trasero no es tu trasero, solo es un tonto capricho. idiota! -lo reprende su hermano golpeándolo en el hombro.
-Haa que fácil olvidaste al de Ciudad T. -su hermano le recuerda mordiéndose el labio inferior. -Beril si que era sexy.
-y loca, y posesiva, y problemática y...
-y ya ya entendí... vámonos, tengo sed.
En unos minutos estaban en una calle amplia con foquitos adornando los árboles, era de noche y las luces de los locales comerciales dejaban ver los maniquíes modelando ropa y accesorios que brillaban por la misma luz, la música de algunas discotecas empezó a sonar. Los hermanos entraron en el BLACK CAT, el gorila que custodiaba la puerta los saludo llamándolos jefes...
Al entrar fueron recibidos por una morena con un mini vestido dorado de lentejuelas y el cabello recogido en una coleta alta y trenzado, su maquillaje era dorado con tonos rosas muy llamativo, les entregó unos tragos que ellos aceptaron gustosos y se dirigieron a su privado, donde después de la adrenalina vivida se relajaron con dos chicas dispuestas a pasar una noche fogosa con los dos herederos de la mafia Italiana. La música sonaba inundando los sentidos, los tragos llegaron por montón, entre otras cosas... después de algunas horas se quedaron dormidos... después de todo era su bar...

Nephrite salía con su arma, una G18 a un costado de la pista, Kunzite en el otro extremo le seguía, los disparos dieron en el blanco y siguieron con las AK-47 las botellas quedaron destrozadas y los siguientes en el rally empezaron su camino, con una Steyer TMP, subían por una rampa y disparaban a un blanco móvil... así completaron el rally hasta que llegaron al final. Taiki era el que esperaba al final con un rifle de largo alcance, el ojo en la mirilla listo a escuchar la campana que le indicaba que debía hacer su tiro... un tiro perfecto que impactó en una pequeña bala de pintura de Pintball, en una colina a unos kilómetros de donde se encontraban...
como era de esperarse celebraron con unos tragos, los hombres de confianza de los hermanos Banes, siempre los acompañaban a todas partes, solo que debes en cuando se escapaban para tener sus propias aventuras, las cuales algunas veces se salían de control...
-la próxima semana es el rally con los del ejército. Supongo que asistiremos. -les indica Taiki aproximándose a ellos con su rifle y una red beige sobre él con ramas y césped seco, con la cara pintada y su uniforme lleno de tierra.
-¿la próxima semana? No pensé que fuera tan rápido. -contesta Nephrite pensativo.
-¿porque? ¿Tienes planes? -pregunta Kunzite desarmando su G18 bajo la sombra de un frondoso árbol.
-haaaa, tenía, los tendré que cancelar, el rally estará muy entretenido. Me preguntó si Darien vendrá.
-si, llega mañana. -le responde Taiki.
-por Dios Taiki, ¿hay algo de lo que no estes enterado? -pregunta El moreno rascándose la nuca.
-No, incluso se que tus calsonsillos son negros con estampados de limones amarillos. -Kunzite rie por el comentario y Nephrite mira su bóxer.
-que depravado eres! -Nephrite entrecierra los ojos -hasta para ustedes soy tan atractivo? -hace una pose de modelo.
-Ni lo sueñes. -Taiki hace una mueca de desaprobación y burla ala vez -soy igual de hetero que Zeus, tal vez más... -ríen por el comentario. Y comienzan a revisar las armas que los otros hombres acarrearon en cajas de madera. Un silbido de asombro salió de la boca de Nephrite, los ojos de Kunzite y Taiki se abrieron un poco más al mirar las armas.
-¿que es esto? -pregunta uno de los hombres cuando sacaron todas las armas y encontraron unos paquetes debajo de la paja. Kunzite hiso una pequeña hendidura en uno de los paquetes con su navaja y comprobó que era droga.
-¿cocaina? ¿que hace esto aquí? -pregunta confundido el peliplata. El celular de Taiki sonó en ese momento... después de intercambiar unas palabras se dirige a los chicos.
-al parecer hubo un error en la entrega. -anuncia Taiki. -Mi padre y el Sr. Allan viene en camino.
-haaa ese idiota de Alcon se equivocó otra vez. -espeta Nephrite con una sonrisa burlona.
-¿te refieres a ojo de Alcon? -Pregunta Kunzite analizando los demás paquetes que tenían una envoltura diferente.
-si, ese idiota. Ya van varias veces que hace lo mismo.
-Allan a sido muy indulgente con el. -comenta Kunzite guardando su navaja. -conociendo la poca paciencia de Allan es algo ilógico. Algo le a dé deber.
-si, la vida, ¿recuerdas que él le salvó la vida cuando estuvimos en la costa? -les recuerda Nephrite sentado.
-aparte de que es su primo, -agrega taiki, tomando un gran trago de Limonada fría.
-¿estás tomando limonada? -Nep lo mira extrañado y con una sonrisa pícara.
-si, y no te daré. Kunzite, ten. -le arroja una botella que el peliplata atrapa en el aire y le hace una seña de agradecimiento.
-haaaa! Par de... -ríen y comienzan a acomodar las armas en las cajas de madera. Otras de las cajas quedaron vacías y en ellas colocan los paquetes. Kunzite ordena que oculten las cajas con las armas, dejando sobre la mesa las que usaron en el rally. Si, había que tener cuidado, aún que la visita fuera conocido, no dejaba de ser rival en el negocio.
Después de 30 minutos llegaron dos camionetas negras, y una blanca. Varios hombres armados se bajaron y se colocaron alrededor de la camioneta blanca abriendo las dos puertas.
Un hombre de unos 40 años bajo de la camioneta con ropa relajada pero sin dejar de ser elegante. Se acercó a los jóvenes y los saludo de un abraso y un apretón de manos.
Lo acompañaba un señor mucho más mayor con una boina sobre su cabeza de cabello blancuzco. Conversaron y rieron por varios minutos.
-bien sr. Chaos, debo retirarme, pero les agradezco infinita mente que aún me traten como amigo, y compréndan estos... malentendidos que últimamente se están suscitando. -habla Allan con una sonrisa.
-eso somos, además de socios, -le responde el Sr. Chaos extendiéndole la mano igual con una sonrisa. -y espero que no cambie.
-me retiro. ¡ALCON! -grita y de la camioneta negra se baja con una cara de enojo un tipo alto, delgado y de cabello rojizo alborotado, dándole un aspecto rebelde.
-Alcon, ¿como has estado? ¿Volviste a confundir las cajas? -se burla Nephrite provocado una risa en los demás.
-No, esta ves no fui yo. -le responde serio. -¿y tu? ¿Qué tal estuvo la otra noche en la fiesta de los Novakov? -le pregunta burlonamente. La risa se esfumó de Nephrite y Kunzite bajo la cara al sentir la mirada taladrante del Sr. Chaos.
-Haa! No, padre... yo no tuve nada que ver en eso! -dice Tiki nervioso cuando su padre lo miró. Allan río como si se tratara de una escena de niños regañados por él abuelo.
Se volvieron a despedir y el Sr. Chaos comenzó el regañar a los tres chicos que miraban el suelo avergonzados.
-padre! Yo no tuve nada que ver.
-¡pero lo sabias, y eso te hace cómplice! Seguramente no tuviste nada que ver... eres mi hijo y ustedes... ¡también lo son! Aunque no sean de sangre. Los conozco y se que son cómplices en todo. Menos mal que Darien ya dejó atrás esas aventuras si no, ya estuviera muerto de tantos infartos que me provocan, Ragazzi di morte, uno di questi giorni morirò per la loro follia...
los tres ríen cuando les llama asi. Lo Respetan, como él dijo, es como un padre para ellos...

Amores Peligrosos "ellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora