Capitulo 4

10.1K 771 850
                                    

El palacio Goethia... el hogar de una familia prestigiosa de alto rango y muy bien vista por la alta sociedad. Formada por el matrimonio del príncipe Stolas Goethia, Stella Goethia y su única hija Octavia. Podría parecer la familia perfecta ¿no?

Pues no.

Resulta que el acostarse con plebeyos siendo un demonio de alto rango trae consecuencias, mas si el amante cae desde el balcón sobre el pastel y frente a su esposa en medio de una reunión, eso aparentemente la hiso enfadar ¿Quién lo diría?

Desde ese momento todo se derrumbo.

Todos los días, peleas violentas que jamás pudo haber imaginado por parte de su esposa, afectando fuertemente a su hija que se comenzó a distanciar de el... y llego al punto de decir libremente que lo odiaba por lo que hiso... que sentía odio.

Y todo lo que sintió desde ese momento fue odio.

Lidio todos los días con el odio de su familia, con el odio a si mismo por hacer sufrir a su hija, con los desplantes de el imp, por quien lo perdió todo, recargados de odio.

¿Es tan difícil recibir amor?...¿aunque sea un poco?

Es difícil. Es difícil si abandonaste todo lo que tenias por un simple impulso lujurioso, una lujuria que se convirtió en una adicción, una adicción a ese imp...y toda adicción es un arma de doble filo. Porque lo que inicio como ese excitante impulso lujurioso se fue convirtiendo en algo mucho mas profundo para el...pero que solo fue para el.

Y después de darse cuenta, despues de bajar de esa alta nube, la caida lo lastimo demasiado. Volvió a aquella realidad, esta vez, sin poder aferrarse a lo único que lo hacia sentir bien... y que ya dejo ir.

Lo dejo ir...¿y que sucede después?...una puta invitación a cenar.

Tomo su sombrero y le sacudió el poco polvo que poseía, se lo acomodo sobre su cabeza viendose en el espejo frente a el. Se vio de cuerpo entero, cerciorándose de su apariencia impecable.

Suspiro, no muy animado a pesar de la invitación. Continuaba viendo su reflejo, analizando su expreción, como si a través de su reflejo quisiera desifrar que carajo estaba sintiendo en ese momento.

¿Por que Blitzø tiene esa tendencia de ser tan...poco oportuno?

Por no decir cabrón y a veces un gran hijo de perra.

Si, okey, al inicio se podría decir que lo chantajeó por sexo, pero Blitzø no se negó y lo disfrutó tanto como el. Y cuando el realmente queria demostrarle su afecto, cuando simplemente quería pasar tiempo con el, sin intenciones de algo mas, Blitzø seguía comportándose como un idiota, apartándolo y haciéndolo sentir como si fuera un fastidio en su vida.

Y si ya lo dejo en paz...¿por que esa repentina invitación a cenar?

Aparto esos pensamientos al darse cuenta de que de estaba ilucuonando de nuevo. Estaba viendo la situación como si fuera una cita y Blitzø dejo claro que solamente iba a ser una cena de motivo laboral. Vio hacia su balcón y solo se dejo acariciar por las brisas frescas de la tarde. Si fuera una cita esperaría lo peor...pero es una simple cena de negocios, algo que Blitzø se toma enserio o debería. Entonces...¿Qué podría salir mal?

-¿¡Como putas compraste un salmón a sesenta dólares Moxxie?! ¡Esto es dinero de la empresa!.- Blitzø gritaba como un lunático sosteniendo una hoja de papel tras Moxxie que con una espátula toqueteaba un salmón en un sartén.

-Señor, le recuerdo que vendrá a cenar un miembro de la realeza, debemos tener comida adecuada para el.- dijo con el dedo en alto. Como si Blitzø fuera un estudiante mediocre que necesita una buena y sencilla explicación. El imp arqueó la ceja viendo a su empleado de manera incrédula.

Sin condiciones. StolitzøDonde viven las historias. Descúbrelo ahora