Capitulo extra

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¿Cuál es la definición de ser feliz?

Esa es una pregunta fácil de hacer, pero compleja de responder. En el infierno "ser feliz" es como una fantasía, un sueño de niños, imposible de obtener, algo que ni el dinero, ni gemas, ni poder, ni un libro puede otorgar.

Pues han pasado dos años desde que cierto diablillo encontró la respuesta a aquella pregunta.

Era la madrugada, las estrellas, la luna iluminaban la ciudad y una brisa delicada jugueteaba con las cortinas. Envuelto en las sabanas de seda dormía un príncipe de plumas platinadas, que sin darse cuenta, era observado por un enternecido imp parado a un lado de la cama.

Aunque el trato del libro había acabado, Stolas y Blitzø decidieron seguir viéndose las noches de luna llena para poder pasar mas tiempo juntos. Claro, de vez en cuando salían a cenar, a ver alguna película, con sus hijas a un día de campo, conviviendo como cualquier pareja normal, pero esas noches llenas de lujuria y pasión eran como un regalo para ellos, un momento destinado a ser solo suyo, sin trabajo, sin miedos, sin secretos, solo ellos y la luna siendo testigo de su amor.

-Stolas.- Susurró el imp acariciando el brazo del príncipe.

-Pss Stolas.- Repitió, sacudiendo el cuerpo del adormilado búho, quien lentamente abrió sus ojos, topándose con los de Blitzø.

-¿Blitzy, que ocurre? ¿Por qué estas vestido?- Pregunto entre bostezos.

-Necesito que me acompañes-. Dijo el imp con una amplia sonrisa, sujetando la mano de Stolas.

-¿Acompañarte? ¿A donde?

-Sígueme- Dijo soltando la mano de su pareja y caminando hacia la puerta.

-¿Debería cambiarme?- Preguntó el príncipe levantándose de la cama.

-Si, hace frio afuera.

-¿Afuera?

Blitzø caminaba frente a Stolas, guiandolo por su propio palacio. Pisaban una fina alfombra roja y sus costados se podían ver diferentes cuadros o retratos del príncipe e integrantes de la familia Goeshia.

-¿Por que estamos yendo hacia el jardín?- Preguntó Stolas al darse cuenta de a dónde se dirigían.

-Cállate y verás- Respondió Blitzø a secas, viendo de reojo al búho con una sonrisa traviesa.

-Bien, ahora, cierra los ojos- Dijo deteniéndose. Stolas arqueó una ceja, confundido.

-¿Que, no confías en mi?- Preguntó el imp divertido con una expresión dolida. Stolas rio y se tapó los ojos con la mano.

-Ciegamente, querido

Blitzø no dijo nada, solo suspiró lo suficientemente bajo como para haber pasado desapercibido para el príncipe y, algo tembloroso, tomo su mano libre, comenzando a guiarlo hacia el misterioso destino.

Stolas se encontraba confundido y emocionado. Sentía mucha curiosidad por saber de que se trataba la sorpresa, no podía esperar a averiguar lo que su amado se traía entre manos.

-Ya puedes ver.

Escuchó y el príncipe inmediatamente quito la mano de sus ojos que comenzaron a brillar como una lluvia de meteoros.

Vio a su alrededor y como estaba de pie en medio de un corazón hecho de pétalos de rosa y como unas pequeñas velas rojas lo rodeaban. Frente suyo una mesa para dos con un mantel blanco, una vela alumbrando, un adorno de caballito y un arco de flores rojas y lilas que hacían más encantadora y romántica la decoracion.

-No puede ser...

Stolas estaba fascinado, girando en su ege queriendo ver cada minúsculo detalle.

-Blitzy, esto es hermoso- Dijo extendiendo los brazos con una gran sonrisa.

Sin condiciones. StolitzøDonde viven las historias. Descúbrelo ahora