Capitulo 2

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Bip... Bip...

El molesto sonido no dejaba de escucharse, se removió en la cama estirando su brazo en busca de llegar a su teléfono y apagar la estúpida alarma, pero no encontró la mesita de noche, su mano hizo contacto con piel tibia y suave. Se acercó para acurrucarse con JiMin, su novio siempre estaba calientito y era suave.

Arrugó la nariz al recuperar un poco de consciencia. JiMin no había dormido con él, de hecho, si lo pensaba no recordaba haber vuelto a casa, fue ese pensamiento el que lo hizo abrir los ojos con prisa, el cuarto estaba demasiado oscuro, pero sin duda había alguien más en la cama con él.

-Contesta esa porquería o apagala.

Parpadeo repetidas veces, esa voz le sonaba de algo pero no podía recordar en ese momento. El sonido se apagó pero a los segundos comenzó de nuevo, la ligera luz de la pantalla del teléfono brillo lo suficiente como para dar con el.

Tomo el aparato y miró la pantalla, "Gerente Kim", no recordaba ese contacto pero aún así contestó.

-¿Hola?

-Son casi las siete, más te vale estar de camino a la empresa.

-¿Nam? -preguntó con sorpresa, desde cuando el contacto de su amigo era Gerente Kim, ¿qué clase de mierda era esa?

-Sí, soy yo -respondió con molestia-. Por tu voz puedo adivinar que acabas de levantarte así que sal de la cama, lavate la cara y sube a la camioneta que te está esperando, tienes prueba de sonido en dos horas y te necesito aquí para acordar algunas fechas.

-¿De qué...?

-Rápido -sin decir más colgó.

Alejo el teléfono de su oreja y miró la pantalla oscura. Desbloqueo el aparato y sé sorprendió ante el fondo de pantalla. Que hacía una foto de JungKook con cabello azul en su teléfono.

-¿Tienes una agenda ocupada?

Una lámpara se encendió a su derecha, miró en aquella dirección y por fin supo de donde le sonaba aquella voz.

-¿Kook? -su voz fue baja, casi un susurro. Sus ojos abiertos debido al shock, JungKook bostezo y se levantó de la cama, su cuerpo completamente desnudo salvo por su boxer azul marino-. ¿Qué haces aquí?

El ahora peli azul lo miró como si fuera un idiota. -Qué gracioso amaneciste -respondió con una mueca-, primero insiste en que me mude y ahora finges no saber qué hago aquí. -encendió la luz de la habitación y entró por una puerta.

YoonGi repaso la habitación, era amplia, demasiado grande, tenía muebles de color café oscuro que contrastaba con todo el blanco que habia en ella. Una alfombra negra decoraba parte del suelo y las ventanas del piso al techo estaban ocultas por una gruesa cortina negra. Esa definitivamente no era su casa.

Miro a su izquierda a la mesita de noche, un porta retratos y un libro era todo lo que había ahí. Tomó el porta retratos y vio con atención la foto que mostraba.

Era él, cuando iba a la escuela, usaba su uniforme del equipo de basketball, sonreía a la camara y una de sus manos levantaba la medalla dorada que colgaba de su cuello, su otro brazo tomaba a un sonriente JungKook de los hombros, ambos demasiado juntos.

Sintió una especie de vacío en su interior al ver la instantánea, porque recordaba ese día pero no de la forma que retrataba la imagen.

Fue el partido final de la temporada, aquel día JiMin se había escapado para ir a verlo, lo animo durante todo el partido y así había logrado anotar varios puntos, pero durante el último cuarto uno de sus compañeros cometió una falta, fue debido a los tiros libres que habían otorgado, que su equipo perdió.

Un deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora