ℚ𝕦𝕖́𝕕𝕒𝕥𝕖 ℂ𝕠𝕟𝕞𝕚𝕘𝕠| Hermione Granger| L4

32-Abrazos sin un fin

Hermione y Ellie se separaron después de lo que pareció una eternidad. Con sus brazos todavía serpenteantes uno alrededor del otro, los amantes suspiraron mientras descansaban sus frentes uno contra el otro. Ellie miró hacia el Gran Comedor, luego volvió a mirar a su novia.

"No puedo mirarlo", sollozó Ellie.

Hermione tomó la mejilla de Ellie, acariciando las lágrimas que las habían manchado.

"No tenemos que hacerlo ahora," arrulló Hermione mientras miraba a los ojos de su novia.

Los ojos de Ellie volvieron a mirar a la afligida familia, haciendo contacto visual con Ron. Aunque sus ojos compartían la misma tristeza, Ellie inclinó la cabeza como indicación para que el chico se acercara. Ron caminó bastante rápido, desviando sus ojos del difunto que yacía en el suelo.

Ellie soltó a Hermione gentilmente, moviéndose a un lado mientras esperaba a Ron. Ella le tendió los brazos y él la abrazó con fuerza y ​​le dio una palmada en la espalda.

"Lo siento mucho," gruñó Ellie, y sintió a Ron asentir en su hombro.

Aunque sus cuerpos temblaban con ganas de llorar, parecía que a ambos se les acabaron las lágrimas. Ellie miró por encima de Ron cuando se encontró con la mirada de su novia. Hermione dio una pequeña sonrisa de tranquilidad mientras veía a los dos alejarse.

Hermione tomó la mano de Ellie, atándolas juntas mientras comenzaba a caminar. Ron se quedó quieto, sin saber si seguir o quedarse atrás.

"Ven, Ron," invitó Ellie, volviéndose hacia el pelirrojo.

Ron asintió apreciativamente, siguiendo a las chicas mientras caminaban por la escuela rota, pasando por encima de grandes escombros. Finalmente se detuvieron en un área aislada y se sentaron al pie de los escalones.

Ellie apoyó la cabeza en el hombro de su novia, sus manos descansando en las rodillas del otro. Ron se sentó en silencio mientras asimilaba los daños de la escuela, sin que pareciera importarle la proximidad de los amantes.

Después de unos momentos, escucharon pasos que se acercaban detrás de ellos. El trío se dio la vuelta inmediatamente para encontrar a Harry mientras bajaba las escaleras.

"¿Donde has estado?" Preguntó Hermione.

"Pensamos que habías ido al bosque", agregó Ron en voz baja.

"Voy allí ahora", respondió Harry rotundamente mientras pasaba junto a sus amigos.

"No, Harry. Ya hemos perdido mucho", suplicó Ellie.

"¿Estás enojado? No," protestó Ron. "No puedes entregarte a él".

Harry se detuvo en seco, de espaldas a ellos.

"¿Qué pasa, Harry?" Preguntó Hermione. "¿Qué es lo que sabes?"

Harry se dio la vuelta, su expresión a la vez dolorida y llena de cicatrices.

"Hay una razón por la que puedo oírlos ... los Horrocruxes", tragó saliva Harry, con la respiración entrecortada. "Creo que lo he sabido por un tiempo. Y creo que tú también."

Las cejas de Hermione se volvieron hacia arriba cuando las lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos. Ellie jadeó suavemente, sabiendo muy bien lo que había que hacer.

"Iré contigo," insistió Hermione, dando un paso adelante.

"No, mata a la serpiente," ordenó Harry. "Mata a la serpiente y luego solo queda él ".

Hermione se acercó inmediatamente a Harry, echando sus brazos sobre sus hombros mientras lo abrazaba.

Harry miró a Ellie y Ron por encima del hombro de Hermione con una mirada hosca.