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20 diciembre
Fase lunar: Luna llena
El ambiente en Soul Lake es festivo y huele a Navidad por todos y cada uno de los rincones. Las calles están decoradas con preciosas banderolas de luces que cruzan las carreteras de lado a lado. Un gran abeto preside la plaza del ayuntamiento, lleno de luces y adornos, coronado con una gran estrella blanca. Los comercios colaboran poniendo su granito de arena y engalanando los escaparates. Es hora de desempolvar los enormes muñecos de nieve y las réplicas de Santa Claus que han aguardado pacientemente todo un año en los oscuros trasteros. Es hora de que engalanen las puertas y hagan las delicias de grandes y pequeños.
Una brillante guirnalda de luces blancas, de las que parpadean intermitentemente, cuelga de pared a pared del salón y un enorme muñeco de nieve da la bienvenida junto a la puerta de la peluquería. Espumillones y estrellas cuelgan de cada estante y repisa.
—Navidad, Navidad, dulce Navidad... —canturrea Ruby en lo que cuelga una rama de muérdago sobre la entrada.
—Se la ve muy animada —comenta la señora Caruso que no quita ojo a Ruby.
—Igual que una niña pequeña —sonrió —creo que no va a madurar nunca.
—¡Eh!, que no soy ninguna fruta —espeta desde lo alto de la escalera.
El día está por demás de tranquilo y no es para menos. Lleva varios días sin parar de nevar y alcanzamos ya, casi el medio metro de nieve. Se ha convertido en un deporte de riesgo el simple hecho de salir a la calle.
Mientras ayudo a la señora Caruso a ponerse el abrigo, entra su nieta a buscarla.
—Abuela, ya llegué —dice mientras se sacude la nieve del abrigo —tengo el coche estacionado justo aquí al lado.
Yo misma me pongo el abrigo y las acompaño hasta el coche. Hace un frío que pela y justo cuando estoy a punto de darme la vuelta para entrar al salón, siento que gritan mi nombre.
—¡Beca! —giro para ver a Seth como me hace señas queriendo que me acerque. Mirando a ambos lados de la calle cruzo lentamente para no deslizarme con la nieve.
— A que viene tanta prisa —me froto los brazos con fuerza en un intento vano por entrar en calor.
— Vas a tener el honor de ser la primera persona en ver el local totalmente terminado antes de la inauguración —comenta mientras siento su pecho pegado a mi espalda. Me abraza e instantáneamente siento una oleada de calor, recorrerme por completo. Tan solo unos segundos necesita mi cuerpo para reaccionar a su cercanía, por lo que suavemente me suelto de su agarre y entro al local.
—Guau..., que pasada —mi mirada viaja por las extensas paredes observando hasta el más mínimo detalle. Los colores combinan a la perfección, la maquinaria y herramientas brillan impolutas, pero hay algo que me deja realmente estupefacta —dime que esa no es una Harley-Davidson El "Knucklehead".
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Ojos de luna
RandomCuando la vida de Beca comenzaba a ser normal, todo da un giro de 360° con la llegada a Soul Lake de dos extraños desconocidos. Descubrirá que aquello que siempre la hizo diferente a los ojos de los demás, lo que ella consideraba una maldición, se c...