Era un día común y corriente, los niños jugaban y familias paseaban por el pueblo, pero todo inicio tiene su final .
El día que el mundo se vino abajo, ese mismo día donde el miedo inundó al mundo y comenzaron a aparecer criaturas que no eran humanas pero que si algún día lo fueron.
- ¿Cuándo pasó esto? - dijo en un susurro casi inaudible. Todo se encontraba envuelto en llamas, la gente corría y gritaba pidiendo ayuda mientras que ella se encontraba en completo shock, todo sucedía tan rápido pero a la vez tan lento.
- ¡Alguien por favor, necesito ayuda! — gritaba una señora mayor intentando apagar el fuego de su casa
- ¿Qué pasó aquí señora? ¿Qué está sucediendo? — le dijo en un tono calmado aunque en realidad no paraba de temblar
- Todo estaba en calma cuando llegaron unos hombres, pero convertidos en monstruos y comenzaron a atacar a la gente comiéndosela y fue cuando todo se salió de control, perdí de vista a mi hijo y no logro encontrarlo
- Ya veo, no se preocupe señora le traeré a su hijo de vuelta por lo mientras intenté apagar el fuego de la casa — ella solo asintió
La joven corrió al interior del bosque tomando un arco y flechas que se encontraban en un puesto para defenderse, pagaría más tarde por ellos
Estaba en la entrada de una cueva donde se escuchaban gritos y sonidos de huesos romperse, rápidamente tomó dos rocas para prender fuego a una rama haciendo una antorcha improvisada, ni de broma se adentraria a esa cueva oscura, si no la mataban los monstruos, se mataria ella por su torpeza.
- Oh, ¿pero qué tenemos aquí? Una pequeña niña que llegó por voluntad propia, nos ahorra mucho trabajo — dijo en un tono burlón.
- Matémosla rápido antes de que se escape — habló el otro monstruo
Más aterrada a más no poder sacó su arco con las flechas prendiendoles fuego disparando a los ojos, no los mataría, pero les daría tiempo a las demás personas en salir y escapar.
[Pov ___]
Ahora solo quedaban los dos monstruos y yo, comencé a sudar no se me había olvidado escapar por estar vigilando a las personas en lo que estos se regeneraban.
- Mamá, papá, fue un placer ser su hija — cerré los ojos cuando uno de los monstruos me todo para comerme, sin embargo, esto jamás ocurrió, al abrirlos nuevamente puede visualizar a mi padre con una catana roja de la cual salía fuego, su semblante era serio me asustó al igual que a los demonios los cuales los decapitó.
- Hija— sentí como un escalofrío recorrer mi espalda. Su tono de voz era entre enojado y serio, jamás me había hablado en ese tono.
- ¿S-si... padre? — tenía miedo de lo que fuera a pasar, pero el solo soltó la catana y corrió en mi dirección abrazándome de manera protectora lo cual me sorprendió.
- Pensé que te perdería, cuando escuché los gritos de la gente, vine de inmediato para encontrarme contigo a punto de morir—comenzó a temblar quebrándose su voz — no sabes cuánto miedo tuve de perderte, eres mi única hija.
- Lo siento papá, pero no podía dejar a las personas morir — al decir esto recordé a la señora y su hijo — padre acompáñame al pueblo rápido por favor — le dije con un tono de desesperación a lo cual el solo asintió con la cabeza, después me interrogaría y yo al él, tenía demasiadas preguntas.
Llegamos al pueblo, de las casas salía humo, pero ya no había fuego, busque a la señora la cual ya estaba con su hijo.
- Gracias a Dios que se encuentran a salvo — dije recuperando el aire que había perdido corriendo de camino al pueblo, mi padre estaba más que sufriendo detrás mío, él tenía pésima condición física — ¿Te hirió el monstruo? — le pregunté al niño el cual negó.
- Gracias por salvarnos señorita _____ — hizo una reverencia al igual que la señora
- Todos los del pueblo nos conocemos y nos ayudamos mutuamente — dije para hacer una reverencia y retirarme junto con mi padre
- .... — ninguno de los dos hablábamos, era un silencio ¿Confuso? Sería la palabra más cercana a la atmósfera que sentía
- ¿Cómo fue que sabías que estaba en la cueva? — le pregunté rompiendo el silencio ya que tenía demasiadas preguntas en mi cabeza.
- Tal vez una corazonada por así decirlo — dijo un poco serio, pero con un tono calmado.
- ¿De dónde sacaste la katana?
- Me la obsequio un amigo de la familia, el cual quiero que conozcas.
- ¿Qué yo conozca?
- Él me contó de estas criaturas que apenas fueron creadas por un hombre, ellos son al parecer llamados demonios, no tienen mucho que están existiendo en este mundo, pero son como una plaga, pronto habrá más y tenemos que estar preparados, pero él nos dará más detalles en la mañana.
- ¿Y cuál es su nombre? — pregunte ya un poco tranquila aligerando el ambiente un poco.
- Se llama Yoriichi Tsugikuni.
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[Kimetsu No Yaiba] La pilar del Fénix
FanfictionRenacer de las cenizas era algo imposible decían. Los Fénix son criaturas hermosas que muestran un ciclo de vida puro donde al morir su cuerpo se consume convirtiendo en cenizas impuras y renacer comenzando una vida desde cero. -Ella es una de las p...