CAP 28 - La belleza del ser humano

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El silencio permaneció por unos largos segundos que parecieron minutos, el viento soplaba fuerte logrando que su pelo volara libremente. Volteó a mirarlo con una sonrisa cálida en su rostro, un sentimiento cálido invadió su pecho del demonio, era como si la cazadora le dijera "está bien, te perdono".

- Sabes Akaza — cortó el silencio la cazadora — existe una frase que dice, no existe mayor arma que las palabras de una persona.

- Eso no es verdad — respondió de manera fría el demonio.

- ¿Estás seguro de eso? — el peli rosa ladeó la cabeza confundió — las heridas físicas sanan — explicó mientras comenzaba a bajar un poco por sus hombros parte de su uniforme mostrando la cicatriz que permaneció en su torso — sin embargo las palabras son algo que duran en nuestras mentes, no importa cuánto tiempo pase...

- ¿Cuál es el punto? — preguntó desesperado el demonio.

La cazadora negó con la cabeza con una sonrisa en su rostro.

- Supongo que más adelante lo entender- — la cazadora pasó su mirada por el cuerpo del demonio — ¿te hizo daño?

El tono de voz de la chica cambió drásticamente asustando un poco al demonio.

- Fue mi culpa... — desvió la virada — no realicé bien mi trabajo.

- Ese monstruo... trata a los demás como sus estúpidas marionetas — apretó los puños con fuerza.

- ¿Qué pasará si me vuelvo humano? — era algo que le preocupaba al demonio, el hecho de volverse débil simplemente le daba repulsión, sin embargo no podía soportar más los tratos de su creador por más tiempo.

- Dependerá de ti — respondió con gentileza la cazadora — decidirás por ti mismo, por supuesto que estarás bajo mi cuidado por un tiempo, no puedo arriesgarme a qué Muzan te asesine.

La chica comenzó a murmurar un plan para que nadie saliera herido.

- ¿Por qué me ayudas?

- Ya te lo había dicho Akaza, todos son lo que son por una razón — se acercó lentamente a el hasta colocar una mano en su mejilla - te quiero dar una verdadera oportunidad.

Su tono dulce y calmado de la cazadora tocó el corazón frío del demonio, el cual poco a poco comenzaba nuevamente a latir.

- Está bien... — respondió inseguro.

[...]

- ¡Tamayo, Yushiro, Rui! — llegaron ambos mayores a la casa de la pelirroja.

- ¿Rui? — pregunto extrañado el demonio — ¿la luna inferior? Se supone que estaba muerto.

La cazadora miró con el seño fruncido al peli rosa el cual desvió la mirada con miedo.

- ¡Hermana! — se escucharon pasos apresurados — ¡Te extrañé!

La chica recibió con los brazos abiertos al niño, el cual salto enrollando sus piernas en la cintura de la mayor para después abrazarla con cariño.

- Yo igual — correspondió al abrazo.

- ¿Qué hace el aquí? — preguntó con voz fría el menor señalando al demonio.

- El está aquí para tener una segunda oportunidad como tú Rui — pellizco delicadamente la nariz del menor.

Los tres se dirigieron al comedor donde se encontraron con Tamayo, ella bebía té mientras leía un libro de medicina, estaba tan sumergida en el, que no notó la presencia de los recién llegados.

[Kimetsu No Yaiba] La pilar del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora