Después de aquella crisis que tuvo Kotetsu, el pequeño tomó la valentía para entrenar a Tanjiro con la muñeca, ______ conocía como eran sus entrenamientos asi que decidió dejarlos solos, eso sí, le mandaba a escondidas comida y agua al peliborgoña para que logrará sobrevivir.
Por parte de la pelirroja, decidió ir a dejar un encargo al jefe de la aldea y buscar a Haganezuka por su cuenta, hasta que finalmente dio con el.
- Benditos sean mis ojos que observan semejante monumento - silbó mientras veía al azabache sin la parte de arriba de su kimono, estaba entrenando.
- ¡¿Qué demo-?! - se sorprendió, no la había escuchado - ¿Cómo me encontraste?
- Secreto~ - colocó un dedo índice sobre sus labios - Hotaru... desaparecer de la nada está mal ¿Sabes a cuántas personas preocupaste?
- Tch, no me importa - le dio la espalda - si solo viniste a sermonearme entonces te puedes ir.
- Hotaru... - se acercó a el por detrás colocando una mano en su hombro llamando su atención - tus katanas son obras de arte, no es culpa de nadie que se rompan ¿Lo sabías verdad?
- ¡Un mal herrero hace katanas débiles! - gruño.
- Muchas veces rompí mi arco - rió leve al recordar esos momentos - pero fue por mi mala forma de usarlo y el tipo de respiración tan potente que uso - lo miró con pena - el es igual así que no te culpes.
El azabache frunció el ceño suspirando con los ojos cerrados, odiaba admitirlo pero extrañaba esa sensación de calidez que le brindaba la cazadora.
- Debo seguir entrenando para hacer la mejor katana, una que no se rompa - dijo con determinación.
- Está bien - suspiró rendida - si eso es lo que deseas entonces te apoyaré, pero ten en cuenta que vendré a ver cómo está tu salud a diario, siempre sueles mal pasarte - sin dejarlo responder se marchó del lugar.
Así como dijo, regresó al siguiente día con comida y agua, cuidaba de su salud y de vez en cuando lo regañaba para que tomara descansos, se había convertido en una rutina que duró por 7 días, el ya estaba acostumbrado a su presencia calmada y silenciosa que le permitía trabajar. Le daba una paz y calidez indescifrable.
- Hotaru iré a ver a Tanjiro, procura comer - antes de irse la tomó por la muñeca - ¿Qué pasa?
- Y-yo - no sabía que decir, su cuerpo había reaccionado inconcientemente - gracias por todo _____, realmente lo aprecio - la chica al escuchar eso sonrió para después besar su frente.
- Lo hago con gusto - se soltó de su agarre con delicadeza - además yo debería darte las gracias.
- ¿Por qué? - ladeó la cabeza confundido.
- Por brindarme una maravillosa vista - acarició su abdomen dedicándole una sonrisa coqueta.
Rápidamente se puso nervioso sacándole una risa a la chica, está se separó dándose media vuelta.
- ¡Pervertida! - tartamudeo.
- Fuiste tu quien me sedujo primero - se encogió de hombros mientras se iba - ¡Apresurate a entrenar o cambiaré de herrero!
Rápidamente el azabache se dedicó a su entrenamiento, nadie lo remplazaba, mucho menos aquella chica quien lo tenía flechado desde hace años atrás. Esta vez sería diferente, haría mejores armas capaces de proteger a los cazadores.
[...]
- ¡Chicos! - llamó la atención de ambos al llegar al lugar - ¿Cómo va el entre-?
Se colocó de piedra al ver la muñeca hecha trizas, no estaba segura si ponerse feliz ya que su estudiante había mejorado de sobremanera descubriendo la katana de Yoriichi de paso, o llorar porque este mismo había roto su creación.
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[Kimetsu No Yaiba] La pilar del Fénix
Fiksi PenggemarRenacer de las cenizas era algo imposible decían. Los Fénix son criaturas hermosas que muestran un ciclo de vida puro donde al morir su cuerpo se consume convirtiendo en cenizas impuras y renacer comenzando una vida desde cero. -Ella es una de las p...