NO TAN HETEROSEXUAL [JENLISA]

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- Jenjendeukie - al salir del salón, me encontré con Kai. El notó que tenía puesta mi mochila

- Hoy tengo educación física, ¿no vas a esperarme para salir? - preguntó confundido, pues yo siempre lo esperaba para volver a casa juntos.

- Ah, cierto, olvidé decírtelo.- me di un golpe mental - Iré con Lalisa hasta casa. Ella tiene que hacer una portada, o los chicos de literatura tienen que hacerlo, no sé bien, pero-

- ¡Caray! ¡¿Tendrás una cita con ella?! - gritó. Giré mi cabeza hacia mis compañeros quesalian del aula. Me miraron con rareza y se fueron murmurando cosas.

- ¡Kai! - regañé, tomándolo de los hombros para alejarnos de la entrada - Deja de decir eso, es sólo una ayuda que voy a darle, no una cita. Iremos a mi casa para probarme un traje, después saldremos y tomará fotos de mi para su portada.

- Suena cómo una cita para mi.

- ¿Pero qué clase de citas has tenido tú? - pregunté retórica.

- Hey.- Lalisa apareció.

- ¡Lalisa! - saltó el.

- Aish, Kai...

- ¿Así que van a una cita?

Lalisa alzó las cejas, sorprendida.

- En un término netamente literal, sí es una cita.

- ¡Lo sabía!

- ¡Le estás dando el contexto erróneo! - volví a regañarlo.

- ¡Vamos, Jenjendeukie, dejame soñar!

- Ah, así que así te llamas. - dijo ella. Fue en entonces que me di cuenta de que no le había dicho mi nombre.

- Jo, perdón, soy Kim Jennie.- estiré mi mano para darle un apretón. Ella la tomó, saludandome.

- ¿Cómo es que recién te presentas? ¡Eres tan rara, Jenjendeukie!

- Por dios, Kai, cambia ese apodo.

- ¡Jamás!

- Bueno, ¿nos vamos ya, Jen? - awawawawawa... ¿Cómo?

Jen, Jen, Jen, Jen, Jen, Jen,
Jen, Jen, Jen, Jen, Jen, Jen,
Jen, Jen, Jen, Jen, Jen, Jen

Detector de cringe: no hay tal.

- Oh, vaya... Ese apodo...

- No te gusta, ya lo sabemos - terminó Kai, cruzandose de brazos.

- De hecho, ese apodo sí está bien.- confirmé.

- ¡Pero si es igual al mío, sólo que más corto! - se quejó.

- El tuyo me hace parecer un bebé. ¿Qué tal si empiezas a llamarme Jen también? Si no quieres Jennie.

- Bueno, yo... - abultó sus labios juntos. Sonreí, porque sabía que iba a acceder.