𖠌 31 𖠌

3.5K 462 265
                                    

[ 1/10 ]

Llegamos a mi casa y me percaté de que teníamos aún las manos unidas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegamos a mi casa y me percaté de que teníamos aún las manos unidas.

Caminé por toda la calle con mi mano aferrada a la suya. A la de una chica.

- ¿Todo bien? - preguntó, pues me había quedado mirando la unión bastante tiempo.

- Ah, sí, lo siento.- hice un sonido con la garganta para disipar mis nervios y lo solté, tomando mis llaves.

Abrí y le indiqué que entrara primero.

Estando al pie de la escalera, dudé en si ir a mi habitación. Los dos solos ahí... No sé si podía manejar eso.

- Jennie...- volvió a tomar mi mano - ¿No querías hablar?

- Sí, vamos.- sujeté la suya y la llevé escaleras arriba hasta mi habitación.

Entramos y lancé mi mochila al suelo.

- Ponte cómoda...- cerré la puerta con llave.

Se sentó el borde de la cama, dejando su mochila a un lado

- Bueno, si cierras la puerta así, podría ponerme nerviosa.

- ¡Ah! N-No fue por nada específico. Espera, la dejo sin llave.

- No, Jennie, está bien, sólo era broma - dijo con gracia.

Dio unos golpecitos al colchón.

- Ven, siéntate conmigo.

Tragué saliva y fui hasta allá para sentarme.

Sentía su mirada sobre mí, a pesar de que me senté mirando al frente con mis manos hechas puños sobre mi regazo.

- Bueno, la cosa es que yo... He estado algo confundida con respeto a todo. Yo... Ayer intenté algo de lo más tonto y, bueno... Ah, es difícil decir esto - rasqué mi oreja - aunque no sé bien por qué es difícil decirte esto, pero... Hice que me besaran...Dos chicos.

- Oh...

- ¡Pero, pero...! - sacudí mis manos -  Fue para entender mejor lo que me pasaba, ellos fueron lindos, pero no fue lo que esperaba... Y... No sé cómo explicarlo bien, toda mi vida he creído que me conozco bien, pero al parecer no lo hago.

- Es que eso es imposible, Gatita - la miré - Nunca conocemos realmente a nadie, ni siquiera a nosotros mismos. Hay tantas pruebas, idas y vueltas en esta vida, que no sabremos de qué somos capaces hasta atravezarlas.

- Tienes razón...- me atreví a tomar su mano. Al parecer, la tomé por sorpresa.

- Porque ningúna chica me ha puesto en aprietos como lo has hecho tú.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NO TAN HETEROSEXUAL [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora