💜Otra historia mia en versión Johnyong💜
"Johnny piensa que no hay fantasía más bonita que Taeyong, el chico de los libros y bonitos ojos perlas"
🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹
Historia corta.
Me inspire de momento, porque me sentia feliz p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La tercera vez que Johnny lo vio fue en la cafetería de su medio hermano, había ido por primera vez esa mañana a tomar un desayuno junto a Jimin.
Había pasado un año desde que él y su pareja la abrieron y únicamente había ido a una vez, el día de la inauguración.
Estaba sentado en la barra del café, conversando quién sabe qué mierda con Jimin y el novio de este, cuando lo vio entrar.
La campanilla como siempre había anunciado un nuevo cliente y fue ahí cuando escucho esa bonita sonrisa.
Por supuesto volteo y se encontró nuevamente con aquella maravilla mundial.
Sus cabellos lacios eran de un color rosa flamenco, vistiendo un enorme suéter con variedades de colores esparcidos.
Se volvió a enamorar.
—Hola Bubu—. Había saludado Jimin desde la barra.
Sin embargo el bonito niño de los libros solo le sonrió de vuelta y agito levemente la mano para nuevamente concentrarse en su lectura.
Sacándole un enorme suspiró enamorado a Johnny.
El más alto miro a su hermano con algo de recelo y curiosidad.
—¿Bubu?
—Es un diminutivo cariñoso. Él es la cosita más tierna y bonita del mundo—. Exclamo dulcemente el chico.
Hoseok carraspeo con dramatismo ganándose un sonoro beso en la mejilla por parte de su chico.
—¿Lo conoces?
—Viene seguido aquí por las mañanas, se llama Lee Taeyong. Es extremadamente adorable—. Hablo Hoseok, caminando hacia la cafetera.
—Taeyong—. Susurro para sí mismo, saboreando el lindo nombre.
—¿Podrías llevarle su café?—. Pregunto su hermano.
Por como reaccionaron ambos, había predicho que Taeyong venía más que seguido al café, por lo que asintió levemente con la cabeza, sin dejar de mirar al hermoso chico.
—Ten—. Le extendió la taza Hoseok.
Johnny la tomo con cuidado y a pasos lentos se dirigió al bonito niño de los libros, cuando llego noto como Taeyong apoyaba parte del libro en la mesa y los delgados dedos de su otra mano trazaban las letras saltadas con demasiada delicadeza.
No tiene idea de cuánto tiempo estuvo observándolo, pero sea como sea, tuvo el tiempo suficiente para conocer pequeñas cosas como:
Que sea lo que sea qué dice el libro, sus emociones variaban, fruncía el ceño, apretaba celosamente los labios, hacia un gracioso puchero con su boquita, se entristecía, sonrojaba y su parte favorita era cuando reía.
También pudo reconocer lo ágil que era al leer de esa forma sin confundirse de línea por seguir, sus pucheros eran adorables, y su cabello rosa lo hacia ver más bonito de lo que ya era.
