Eleister ©

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Podía ver la cara de Eleister y una sonrisa se formó en su rostro por el miedo que me transmitía.

Mi respiración se alteraba cada vez más cuando veía cada uno de esos rostros hermosos pero aterradores.

Mire sus cuerpos llenos de sangre.

Mi cuerpo quería reaccionar pero no sabía de qué forma.

El miedo cubría mi mente y nublaba las ideas de lo que podría hacer en estos momentos.

—Dejen de verme de esa manera, mínimo digan algo.

Fue lo único que salió de mi boca, el pelirrojo miró a Eleister y el tenía su mirada puesta en mi.

Sus ojos prenetaban los míos y trataba de descifrar que me decían pero era como si estuvieran vacíos.

—¿Que quieres que te digamos? ¿Que te vamos a matar?— escuché la voz de Eleister mientras su mano sostenía un cuchillo.

—Pobre chica, está aterrada, que excitante— hablo el rubio mientras se bajaba a mi dirección.

Una vez que estuvo a mi lado me miro y sus labios se separaron para decir algo.

—Princesa, tu peor error fue espiarnos.

Ya lo sabia rubio, mire de nuevo a cada uno y le devolví la mirada al chico que tenia a mi lado.

—No los estaba espiando.

Obviamente si, pero soy buena mintiendo, veamos si funciona.

—¿Entonces que hacías?— pregunto el pelirrojo

—La chica que me da mis medicamentos me dijo que la esperara en el pasillo, soy nueva y no se donde estoy.

Dije con un tono obvio.

—Me convence.

Hablo un castaño.

—Pero aún así te mataremos-—terminó de hablar y ahora sus palabras tenían más sentido.

Eso era lo que esperaba.

—¡Alyssa! ¡Dónde estás!

Escuché la voz de Karla gritando.

—¡Mierda! Y tenemos el cuerpo ahí tirado.

—La distraigo si me dejan, si no ella vendrá hasta aquí y verá todo.

Les dije levantandome del piso.

—Si lo ve, la matamos.

—Aja, entonces háganlo ya, porque no tarda en llegar.

Ellos me miraron dudando en si accedían pero yo corrí a la dirección de Karla.

—¡Estoy aquí! estaba viendo un poco del psiquiátrico.

—Te dije que no te fueras de ahí Alyssa.

—No seas exagerada, te tardaste mucho y fui a dar la vuelta, tal vez si te hubieras apurado estaría donde me dejaste, ahora vamos a mi habitación ¿Si? Necesito descansar.

Karla se dio la vuelta y comenzamos a caminar a la dirección opuesta, mire hacia a tras por última vez y seguí caminando.

Las preguntas surgieron por mi mente ¿Cómo asesinaban aquí?

—Llegamos.

Interrumpió mis pensamientos, la puerta tenía el número 7 y la abrió, mire a Carlota acostada jugando con una pelota azul y a Jessica a su lado.

—¡Alyssa!

Se sorprendió Carlota y se levantó de la cama.

Aún que hacía muchas preguntas y llegaba a mi nivel extremo de paciencia, tenía algo que me agradaba.