𝙎𝙚𝙙𝙪𝙘𝙘𝙞𝙤́𝙣

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Rin se encontraba en su oficina intentando no pensar en el hecho de que el tipo al que se había cogido en un bar siéndole infiel a su esposo y que además no había descubierto su nombre hasta después de haberlo hecho por un buen rato, se encontraba en el mismo edificio que ella y que de ahora en adelante sería uno de los supervisores del lugar.

"El hecho de que él esté aquí no quiere decir nada" pensaba Rin una y otra vez mientras intentaba concentrarse en el artículo que tenía que escribir.

Esta vez, Rin sería la encargada de un artículo sobre las empresas más grandes del mundo y sus ingresos. Ya que, en su oficina se encargan del diseño de una de las revistas sobre negocios más leídas en el país.

Las imágenes de lo ocurrido en el bar volvieron a pasar por la mente de Rin. Posó una de sus manos en su cabeza suspirando mientras las imágenes corrían. Se dijo a sí misma que eso no tenía que volver a ocurrir. La duda no dejaba en paz a Rin, ¿Qué era lo que había cambiado con Levi para que ella estuviera deseosa de más?...

El momento de salir a comer había llegado y Rin tomó su bolsa para salir de la oficina, no quería estar en el mismo edificio que Eren

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El momento de salir a comer había llegado y Rin tomó su bolsa para salir de la oficina, no quería estar en el mismo edificio que Eren.
Caminó hacia la oficina de Jean y al llegar tocó la puerta de este a pesar de que se encontrara abierta. Permaneció fuera de la oficina.

Jean volteo a verla en cuanto la escuchó tocar.

-Oye, cara de caballo, vamos a comer, yo invito.- le dijo Rin desde la entrada.

-Te he dicho que no me llames así.- Le respondió Jean frunciendo el ceño.

-¿Eso es un no?.- Le preguntó Rin con una sonrisa mientras se recargaba en el marco de la puerta.

Rin volteó su mirada hacia el pasillo por el que se encontraban el resto de oficinas y notó que Hange se encontraba caminando con Eren en su dirección, al parecer Hange le estaba mostrando las instalaciones. Parecía que aún no se daban cuenta de su presencia.

Ver ahí a Eren provocó que Rin sintiera un nerviosismo inexplicable, con su medio chongo, sus anillos en las manos y esos ojos color verde esmeralda que le habían llamado tanto la atención desde el momento en que lo vió en el bar. Rin sabía que debía de evitarlo a toda costa si no quería que la situación se repitiera.

-Aceptaré tu cordial invitación, pero no significa que te he perdonado, para eso tendrás que esforzar...

-Está bien, haré lo que quieras, pero apresúrate.- Dijo Rin entrando en la oficina de Jean. Lo tomó de la mano y lo empezó a conducir hacia la salida intentando huir de Hange y Eren, pero ya era demasiado tarde.

-Señorita Rin.- Habló Hange mientras llegaba justo a donde se encontraba con Jean.

Rin hizo una mueca de desagrado antes de darse la vuelta para quedar frente a frente con ellos. Soltó la mano de Jean y este solo se quedo ahí parado observando la escena.

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