MÁS DE TI

𝙌𝙪𝙚́ 𝙨𝙚𝙧𝙖́ 𝙡𝙤 𝙥𝙚𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙧?

-Muy bien Rin, a la cuenta de tres te transportarás a aquella noche en el antro y me dirás que fue lo que pasó después de que hayas cortado la llamada con tu esposo.- Dijo Sasha mientras sostenía un reloj meciendose de lado a lado frente a los ojos de Rin mientras esta lo seguía con la mirada.- Uno...

Rin respiró profundamente y concentró su energía en lo que había sucedido aquella noche.

-Dos...

Rin cerró los ojos para poder intentar visualizar mejor las cosas.

-Tres...

Sasha detuvo el reloj y se puso a mirar fijamente a Rin, con ansias de que la hipnosis que se le había ocurrido por un video que había visto en internet funcionara.
El silencio se plantó en la habitación por 5 largos minutos. Sasha ya comenzaba a creer que eso de hipnotizar personas era lo de ella y que lo debería de hacer más seguido, estaba emocionada de ver como su amiga aún estaba en lo que ella creía era un "estado inconsciente". Sasha comenzó a hacer ruiditos de emoción, procuró ser lo más silenciosa para que Rin continuara en ese estado.

-Sabes que te puedo oír, ¿verdad?.- Dijo Rin abriendo los ojos de golpe.

-¡¿Qué?!, se supone que tu ahora mismo estás en una especie de trance.- Le respondió Sasha molesta.

-Lo siento, no me ha funcionado.- Rin se puso de pie.- Creo que será mejor que me olvide del tema de una vez por todas, ya no tiene caso que lo siga intentando.

-Espera, estoy segura de que por un momento si que estabas dentro de un trance, solo es cuestión de que lo volvamos a intentar.- Sasha tomó a Rin de la muñeca para que volviera a su lugar.

-Sasha, creo que ambas sabemos que esos recuerdos ya están perdidos, hemos intentado multiples cosas ya.- Habló Rin. Se encontraba rendida con esa parte de buscar la respuesta a lo que había pasado aquella noche.- Me olvidaré de esto y seguiré con mi vida como lo he hecho hasta ahora.

Sasha vió a Rin con pequeñas lagrimas en los ojos.

-Enserio perdóname Rin, creí que enserio lo lograríamos.- Sasha se aventó a abrazarla.

-No te preocupes, tu no haz hecho nada malo.- Rin correspondió a su abrazo y por unos instantes sintió la calidez del cariño y afecto que ambas se tienen.- Me tengo que ir, pero te veré pronto. Muchas gracias por siempre estar.

-No tienes nada que agradecer, es para eso que estoy aquí.- Dijo Sasha mientras se quitaba de entre los brazos de Rin.- Aquí me tendrás siempre.

Rin tomó una de las mejillas de Sasha y le mostró una enorme sonrisa. Rin no quería que Sasha se diera cuenta de que realmente estaba sufriendo por aquella incógnita, pero lo que menos quería en esos momentos es ser una carga más para su mejor amiga.

Sasha acompañó a Rin hasta la puerta y una vez más se despidieron antes de que Rin entrara en su auto.
Rin arrancó y partió con dirección a su casa, en donde Levi le estaría esperando.
Aparcó en el garaje y antes de bajar del auto Rin pensó una vez más en el vacío que ahora la inundaba dado que ya no se podía reconocer ni ella misma. Las lágrimas empezaron a caer y Rin golpeó su volante con desesperación. No sé sentía con la capacidad de poder llamar a alguien más en busca de ayuda porque no quería ser una carga o una molestia, lo peor de todo, es que la persona a la que más le tiene confianza y que estaría ahí para ella, no puede enterarse de la situación porque ni ella sabe que fue lo que realmente pasó y la última persona a la que quiere decepcionar es él, a Levi.

-Maldito seas.- Dijo Rin pensando una vez más en el presunto tipo del antro.- Me siento patética.

Rin bajó del auto una vez que disimuló un poco su rostro para que no se notara que había llorado, tenía que ser cuidadosa para que Levi no se diera cuenta de que ella no estaba pasando por un buen momento.