"LAS HERIDAS MAS DOLOROSAS SE ENCUENTRAN EN LO MAS PROFUNDO DE NUESTRA ALMA ESPERANDO SER SANADAS PERO NUNCA SIENDO OLVIDADAS"
─ ¿Cuánto dolor puede soportar una leviang sin poderes?
Las voces se escuchaban lejanas; no se en que momento en medio del dolor, la desesperación y las lágrimas me quede dormida recostada en el frio suelo, tal vez una parte de mi estaba aceptando lo que iba a pasar, tal vez era mejor dejarme ir...
Pero cuando sentí de repente algo frio rosando mi mejilla derecha junto con el tintinar de lo que parecían cadenas, el miedo que creí no tener resurgió obligándome a abrir los ojos y enfrentarme a aquello, pero lo que vi me dejo helada sin poder creer lo que me pasaría, formulando preguntas en mi cabeza; ¿Qué me harán?, ¿Qué pasará conmigo? Las respuestas a ellas no tardaron en llegar cuando uno de ellos me tomo de los brazos levantándome a la fuerza para colocarme las cadenas que colgaban del techo en las muñecas y aprisionarme con ellas impidiendo que aun con mis escazas fuerzas pueda defenderme.
— ¿Deberíamos decir algunas palabras antes de empezar princesa?
— ¿Tienes algo útil que decir?
No se como ni de donde saque las fuerzas para responderle eso cuando mi cuerpo no deja de temblar por el miedo.
— Muy valiente y estúpido de tu parte, pero cuando recibas el primer golpe espero ver esa misma valentía y estupidez en ti. — Dijo mirándome fijamente a la cara mientras el otro se acercaba a la mesa en la que minutos o quizás horas antes había descubierto lo más horroroso para mí, entonces cuando el soldado se dio la vuelta me sonrió con tanta maldad a la vez que bajaba la vista a lo que sostenía entre sus manos y volver a subirla para mirarme directamente a los ojos.
— No...no, no, no ¡No por favor!
— ¡No te duro tu valentía ni un segundo princesita estúpida! — El eco de sus risas se escuchaba en la habitación mientras se burlaban de mí, se burlaban de alguien que no tenia la culpa...
— Ajusta las cadenas, le daremos una lección que nunca olvidará, ¿Qué dices alteza, serás capaz de olvidarla?
— Por supuesto que la olvidare, no acostumbro guardar información y hechos innecesarios en mi mente
— Que interesante respuesta, pero déjame asegurarte algo estúpida y eso es que esto se guardara más que en tu mente...
— ¿Quieres descubrirlo? — Habló por primera vez el soldado que ya habiendo ajustado las cadenas que me sostenían se preparaba con objeto en mano detrás mío para empezar una vez el otro sujeto lo diga.
El miedo y la desesperación surgían a cada segundo dentro de mí, recordándome cuan débil podía llegar a ser de un momento a otro.
Podría sonar algo estúpido esperar creer en algo, esperar y ser capaz de desear...
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Trilogía Reflejos 1: Reflejos en el espejo
FantasyY que es de mi destino ¿Habrá acaso un camino? ¿Podré volver al lugar en el que comenzó mi dolor?... Leer la sinopsis...