Con lágrimas en los ojos dejo con delicadeza aquel ramo de girasoles sobre la tumba de mi madre. Al incorporarme con la sudadera limpio unas cuantas lágrimas que caen por mis mejillas, suspiro con pesadez antes de que el celular que está en el bolsillo de mi pantalón vibre, al mirar la pantalla noto que es mi padre.
Sin mucho ánimo contesto empezando a escuchar su voz preocupada. Sin poder despedirme de mi madre comienzo a caminar alejándome de la tumba.
- Ya lo se papá, lo siento - Mi mirada de centra en el suelo mientras caminaba
- Ya te dije que lo siento, a la próxima te avisaré - Sin esperar respuesta de su parte aparte el celular de mi oreja y colgué la llamada.
Guarde el celular donde hace unos minutos lo tenía, mire al frente chocando con alguien al momento, provocando que pierda el equilibrio, está persona tomo mi brazo y gracias a esto no caí.
- Lo siento - Dijo aquella persona, levanté la mirada para observarlo, una sonrisa boba salió de mis labios
- No te preocupes - Aquel chico me devolvió la sonrisa
Me quedé mirando aquella linda sonrisa para después admirar el lindo color de sus ojos, reaccione y un leve sonrojo cubrió mis mejillas, al parecer el se dio cuenta que lo miraba ya que soltó una leve risa.
- Puedes darme permiso - Volvió a reír, el sonrojo en mis mejillas se volvió más notable
- Perdón - Dije en voz baja apartandome un poco ya que sin querer había pisado una pequeña rosa que había caído al piso cuando choque con el.
Con cuidado el tomo la rosa, me miró nuevamente para volver a sonreír.
- Hasta luego - Se despidió mientras acomodaba su cabello negro, después siguio su camino mientras le quitaba la tierra a la pequeña rosa
Mi corazón se aceleró sin razón, me quedé ahí, mirando como se alejaba a paso lento. Volví a retomar mi camino mientras una sonrisa tonta iluminaba mis labios.
Antes de salir del cementerio inconcientemente volví a mirar hacia atrás logrando ver a aquel chico a lo lejos.
-Hey ________ vámonos - Reaccione al escuchar la voz de mi padre, suspiré antes de acercarme al auto y entrar, inmediatamente volví a escuchar sus regaños.
Mire la ventana del coche mientras este avanzaba, una vaga imagen de aquel chico cruzo mi mente y lo único que pude preguntarme fue. ¿Cuál será su nombre?