Rayla
Mis ojos permanecen en contacto con los de Callum por un momento, el cual decido cortar solo por seguridad, mientras que sus palabras resuenan en mi cabeza, como un pequeño recordatorio de lo que se que algún día tendría que hacer.
—¿Tenerte confianza?— le digo en un modo suave— Incluso la pregunta me ofende un poco.
Él me sigue observando, lo puedo notar perfectamente. Sus labios ejercen presión uno sobre el otro, lo cual deja claro que eso no es lo que quiere que le diga.
—¿Quieres saber algo sobre mi?
Él duda en si responder o no, pero al final lo único que hace es asentir y decir:
—Eres una persona que me importa mucho, Rayla— él aparta la vista cuando lo dice, pero al momento vuelve a mirarme— Quiero saber por qué eres este tipo de persona.
Cuando dice eso, suena como todas aquellas veces que me ha preguntado: "¿Por qué me ayudas? ¿Por qué haces esto?" ¿En serio es tan complicado pensar que solo quiero ayudar?
Bueno, lo acepto, lo es, y él se da cuenta. Pero, para mi mala suerte, es muy terco e inquisitivo. ¿Qué puedo hacer? No es como que tenga opción de simplemente ocultarle todo de mi todo el tiempo.
Pero tampoco es como que sea completamente feliz de decirle si quiera algo relevante en ese aspecto.
Lo miro por un momento, y puedo notar que él ha sufrido, como yo, como muchas personas. A perdido a alguien. Incluso sin conocerlo antes, pude ver que perdió una parte de si mismo, y aunque yo lo he ayudado mucho, no es como que el trabajo esté echo.
Él me cuenta, tiene confianza de decírmelo casi todo, y eso me hace muy feliz, considerando todo lo que siento por él. No es extraño que, de solo verlo, mientras él me mira de esa forma, me sienta culpable; como si yo no cumpliera una parte de un trato que me corresponde.
Mi mirada se pierde al frente una vez más, así que lo decido.
Lentamente estiro mi mano hacia la guantera, de la cual saco un pequeño pedazo de papel para después, tal como si fuera un niño pequeño, pasárselo por la cara a Callum. Le limpio las lágrimas secas en sus mejillas ligeramente quemadas por el sol, y remojo mi dedo un poco y le quito una lagaña que también tenía y que rápidamente secó.
Y vuelvo a mi trabajo; a simplemente conducir. Él no ha dejado de mirarme siquiera un poco, mientras que mis ojos han decidido no mirar las esmeraldas de él desde hace un par de minutos. Aprieto el volante con mis manos, y pareciera que quiero estrellarme contra el asiento solo para huir, pero no puedo.
—Y-yo... ¿Recuerdas a Ethari?— él hace un intento por recordar.
— Desgraciadamente, no— se nota avergonzado, pero a la vez muy feliz.
—Es aquel "hombre" que viste cuando fuiste a mi casa.
—Ah, ¿tu padre?— dice, y una carcajada se quiere escapar de la comisura de mis labios.
—Él no es mi padre.
—¿Ah, no?
—No, él es solo algo así como mi tutor, mis verdaderos padres no están.
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Alguien Para Ti
Ficção Adolescente[AU Moderno] Dos adolescentes luchan con las heridas emocionales y físicas de su pasado. Juntos, descubren que hasta los momentos más pequeños pueden ser relevantes.