Árbol de habilidades Eroticas

Capítulo diecisiete: Nivelación

Me separé de Beth cuando cerró su tienda y regresó al gremio de aventureros.  Estaba empezando a oscurecer cuando subí los escalones del gremio.  Tenía la mitad de la esperanza de encontrarme con Jules de nuevo en el salón del gremio, pero no se la veía por ningún lado esta noche.  Aparentemente ya se había ido después de su turno en el escritorio.  Parecía que pasaría la noche solo.  Decidí buscar una mesa vacía y tomar algo de comida antes de que terminaran de servir.  Después de comer, jugué con la idea de dar un paseo para dejar la comida, pero al final, lo pensé mejor y me dirigí a mi habitación para pasar la noche.

Al día siguiente me despertó el sonido de unos golpes en mi puerta.  Definitivamente había luz cuando me desperté, así que ya sabía que no era una visita de medianoche.  Me caí de la cama y después de ponerme algo de ropa rápidamente, abrí la puerta.  Lillia estaba al otro lado.

"¡Buenos días Theo!"  Me dijo con una sonrisa radiante.

"Oh, buenos días Lillia, ¿has vuelto?"

"Sí, dije que solo estaría un par de días".

"Lo hiciste.  ¿Cómo estuvo todo arreglado?

"Sí, fue gracias".

“Entonces, ¿qué hacemos hoy?  Estoy seguro de que tienes algo planeado ".

"Hago.  Tenemos mucho que hacer.  No quería dejarte tan pronto en tu entrenamiento, así que tenemos que ponernos al día ".

"Derecha."

“De todos modos, ¿cómo fueron las cosas aquí?  ¿Te las arreglaste por tu cuenta? "

"Todo estuvo bien.  Incluso llegué a Beth's para entrenarme en el manejo de la espada ".

"Ah, eso es genial.  Entonces, se ha mantenido ocupado, me alegra escucharlo.  Si está listo para partir, deberíamos salir ".

"Listo cuando tu lo estés."  Dije cerrando la puerta y saliendo al pasillo.

"Entonces vamos."  Lillia dijo poniéndose en marcha a paso.

Avancé rápidamente por el pasillo tras ella.  Nos dirigimos directamente hacia abajo y Lillia atravesó la sala del gremio en dirección a la entrada.  Miré hacia la recepción mientras cruzábamos la habitación, Jules ya estaba allí en la recepción.  Di un pequeño saludo al pasar, pero ella no se dio cuenta, estaba ocupada hablando con un cliente.  Nos acercamos a la entrada y comencé a preocuparme de que íbamos a irnos sin desayunar cuando Lillia se volvió hacia mí.

“No se preocupe, vamos a parar y sacar algo del mercado.  Conozco un buen puesto donde podemos conseguir algo que podamos comer al salir ".  Ella me aseguró.

"Lidera el camino".

Me sentí un poco aliviado de que no íbamos a saltarnos una comida.  No me importaba detenerme en otro lugar para variar.  Había desayunado casi todas las mañanas en el salón del gremio desde que llegué, así que un cambio era bienvenido.

Llegamos al puesto después de una corta caminata desde el salón del gremio, había una pequeña cola para que nos sirvieran, lo tomé como una buena señal de que la comida era al menos comestible.  Tuvimos que esperar unos minutos, pero luego nos abastecimos de suficientes rollos de sándwich para el paseo y para el almuerzo, y luego nos pusimos en camino de nuevo.  No pasó mucho tiempo antes de que atravesáramos las calles abarrotadas y saliéramos al campo abierto.

"Entonces, ¿cuál es el plan para hoy?"  Le pregunté a Lillia una vez que terminé mi rollo.

"Bueno, primero vamos a regresar al bosque.  Si es posible, me gustaría que ganaras dos niveles antes del almuerzo.  Si puedes hacer eso, entonces iremos a algún lugar un poco más peligroso un poco más lejos ".

"¿Dos niveles antes del almuerzo?"

"Sí, será difícil, pero creo que puedes manejarlo".

“Bueno, si tú lo crees…” Parecía mucho.

El otro día había tardado horas en subir un nivel y tuve que matar al menos a cincuenta de esos pequeños monstruos conejitos para hacerlo.  No estaba seguro de cómo funcionaba el sistema de nivelación, pero sospechaba que en cada nivel tenías que ganar más experiencia para llegar al siguiente.  Curioso, le pregunté a Lillia si ese era el caso.

"Sí."  Ella respondió.  "Es justo como lo adivinaste.  Tienes que hacer más para ganar cada nivel ".

"¿No va a tomar una eternidad matar suficientes de esas criaturas en ese bosque?"

"No te preocupes.  Tengo un plan para eso ".  Ella dijo con una sonrisa.

"Derecha."

“Podrás infligir más daño del que pudiste el otro día y has estado entrenando con Beth.  Así que no parezcas tan preocupado ".  Dijo tranquilizadora.

No pasó mucho tiempo antes de que llegáramos al bosque.  Al igual que la última vez que estuvimos aquí, Lillia nos detuvo justo en el borde del bosque para hablar antes de entrar.

“Como antes de Theo.  Sigue adelante y yo te respaldaré desde atrás ".

"Ok, lo tengo."

Saqué la hoja de mi cadera y entré en la madera.  Estaba oscuro por dentro como la última vez y todavía tenía un ambiente espeluznante del lugar mientras avanzaba. Al principio no se veía ninguno de los pequeños monstruos conejitos, pero luego algo silbó sobre mi cabeza y algo se rompió.  el piso a unos diez metros por delante de mí.  Era una especie de frasco de vidrio y el líquido rojo que contenía se esparció por el suelo.  Volví a mirar a Lillia, ya que claramente era ella la que había arrojado la cosa, no había nadie más alrededor.

"¿Qué fue eso?"  Yo le pregunte a ella.

"Mantener su ingenio sobre usted.  Que los líquidos los atraen ".  Ella respondio.

Rápidamente me volví hacia donde ella había arrojado el líquido y realmente no estaba bromeando.  Ya había alrededor de diez de los pequeños cabrones más adelante donde el vial se había roto.  Ya podía distinguir el sonido de muchos más dirigiéndose en nuestra dirección mientras sus extraños gruñidos resonaban a través del bosque.  Esa cosa iba a hacer que todo el bosque cayera sobre nosotros.

"¡Prepárate aquí vienen!"

El grupo más cercano de los monstruos conejos se movía en masa hacia mí.  Los dos primeros a la cabeza del grupo saltaron hacia mí juntos, de alguna manera, logré golpear a ambos con un solo golpe.  Mi hoja cortando el primero y luego comiendo el segundo, enviando trozos de conejito volando.  No tuve un segundo antes de que el resto hiciera su movimiento uno tras otro, los corté por la mitad hasta que finalmente logré atravesar a todo el grupo, dejando solo una pila de cadáveres ensangrentados en el suelo.

No tuve tiempo para descansar, ya que un grupo tan grande como el primero se acercó por delante.  Miré de lado a lado para observar lo que me rodeaba y no estaban solos.  Había grupos que se acercaban por la izquierda y la derecha de nuestra posición.  Si no teníamos cuidado, yo, yo, nos sentiríamos abrumados.

"¡No te preocupes, tienes esto!"  Lillia gritó desde atrás, sintiendo mi malestar y tratando de tranquilizarme.

Mientras gritaba, sentí que mi cuerpo se aclaraba y cualquier sensación de cansancio se desvanecía.  Era la técnica que había usado cuando nos conocimos y yo maté al ogro.  Una vez que me di cuenta de lo que había hecho, sentí que mi confianza aumentaba un poco al saber el impulso que me dio.  Me preparé para el ataque cuando los tres grupos de monstruos convergieron sobre mí.

Golpeé, corté y apuñalé en todas direcciones mientras caían sobre mí, pero eso aún no fue suficiente.  Tuve que arrancar un poco, solo para pasar el tiempo entre cortes.  Pronto perdí la cuenta del número de muertos y ahora tenía que tener cuidado de no tropezar con las crecientes pilas de cuerpos.  Más grupos debieron haber convergido mientras yo luchaba, ya que los monstruos conejitos nunca dejaron de llegar.  En algún momento en medio del ataque escuché un ruido de tada, lo que significa que había subido otro nivel y con él vino un aumento de velocidad y energía.  Sin embargo, todavía no había un final a la vista del final del ataque del monstruo conejito.

Finalmente, después de al menos otros treinta minutos de lucha, cayó el último de la horda.  Lancé la sangre de mi espada y me apoyé pesadamente contra un árbol cercano, tratando de recuperar el aliento.