Virus

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Un día ordinario como todo el tiempo, nada especial que estuviera pasando, ese día tendrían que mover el ganado a otro lugar donde se haría el nuevo centro de comercio.

Se escuchaban vacas, ovejas, cerdos y caballos avanzar con tranquilidad por el bosque, todos los terneros y potros tenían una soga suelta en el cuello que terminaba en el cuello de los más grandes, esto era porque al ser más revoltosos y rebeldes, tenían que tomar medidas un poco más estrictas con ellos.

Los chicos iban en caballos, cuya especie es denominada percheron. Vigilaban a cada uno de los animales, ahora con las crías atadas a sus madres se les hacia más fácil vigilar el alrededor mientras mantenían una platica para entretenerse en el camino.

—Me sigo preguntando el porqué estos caballos se llaman percherones—Dijo al búho que estaba atrás de él.

—De seguro es porque el caballo percherón es una raza equina empleada habitualmente para el tiro, debido a su robustez y resistencia—Explicó el ojivioleta que se detuvo a su lado un momento.

—Sip, además es una raza originaria de Le Perche, que esta en Francia y su forma es la de un caballo árabe— Añadió el búho, mirando al de pelo castaño blanquecino.

—¿Los caballos árabes son tan grandes?—Cuestionó mirando al caballo en el que iba.

—Seguro—Respondió Vegetta—¡Chicos, ya casi llegamos, sólo un par de kilómetros más!—Anunció para volver atrás donde estaba antes.

El sonido de los cascos de los caballos era relajante para todos los chicos, Rubius siguió platicando con el castaño un largo rato, en todo ese tiempo lograron llegar a su destino.

El comercio granjero era el mejor de todos para Karmaland, siempre tenían el mejor ganado de todo el lugar y por ello recibían muy buenas ofertas. Los héroes bajaron de sus monturas y con ayuda del resto de granjeros metieron todo los animales en el corral.

—El ganado de Karmaland, siempre igual de hermoso—Mencionó Manuel, el jefe de la subasta.

—No saben el favor que nos hacen con su ganado aquí cada año—Añadió una granjera, terminando de cerrar la compuerta del corral.

—¿Favor?—Preguntó el albino acompañado de Vegetta.

—Sí!, que traigan aquí un ganado tan grande y hermoso ha vuelto este lugar una de las más grandes subastas con la mejor calidad en animales—Explicó feliz.

—Con razón Karmaland ha recibido tanto dinero—Dijo el peli negro.

—Además, su ganado es el primero en ser subastado y no queda ni un sólo animal en el encierro—Afirmó mirando el lugar donde se hacían las ofertas.

—Pues eso es increíble—Aclaró feliz el albino por lo antes dicho.

—Lo sé! Gracias a ustedes, este lugar se volvió la sensacion del condado— Aseguró la chica.

—Y esperemos que siga así—Dijo Vegetta con una sonrisa ladina—Bueno, los dejo con los animales, todavía nos queda mucho que hacer en el pueblo, así que suerte con la subasta—Los dos se despidieron y junto con los demás se dirigieron de nuevo al pueblo.

Al llegar al pueblo se dirigieron donde Mérlon, para dar el informe sobre las estadísticas del comercio, luego todos se fueron a sus respectivos hogares a descansar de tan largo viaje.

Al día siguiente

*Bosteza* Buenos días, Farfán—Dijo el albino, dejando un beso en la frente de su pareja.

—Buenos días, Willy...

—¿No pudiste dormir anoche?—Cuestionó, mirando al contrario tan somnoliento.

𝙾𝚗𝚎-𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 willgan 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora