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Plis no se olviden de votar eso me da mucha felicidad e inspiración 🙏

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Taka ahora caminaba por el pasillo para ir a casa, dónde lo esperaba su padre con la comida, siempre tenía un momento para él y que no se sintiera solo pero jamás fue suficiente, debido a la falta de atención por parte de otros taka buscó la aprobación de sus superiores, entre ellos estando kazuma, quien tenía un gusto particular por sus estudiantes.

Kazuma le había dado algo que jamás creyó que iba a encontrar, una pasión y satisfacción que era sólo para ellos, lo había romantizado por tanto tiempo que no veía realmente.
Recordaba lo feliz que estaba al ser completamente ciego, al estar tan cegado por las palabras bonitas y cumplidos que no entendía lo que sucedía, ahora era entendible.
Deseaba jamás haber hablado para así poder mantener el amor de kazuma pero sabía que debía hacerse respetar, no iba a permitir que lo minimizara de nuevo para poder complacerlo y que se sintiera grande.

Por la calle podía alcanzar a ver una que otra pareja, aunque le había prestado más atención a una pareja de ancianos, pensó que llegaría a esa edad con kazuma, no pudiendo estar más equivocado, apretando los dientes para así no llorar de nuevo, sintiendo un nudo en su garganta que era doloroso, queriendo gritar por darse cuenta de que efectivamente había sido utilizado.

Entre sus pensamientos, el ruido de auto en los autos y ligeras conversaciones que llegaba a escuchar por parte de personas que cruzaban por la calle finalmente llegó a su casa, aunque antes de tocar la puerta soltó un suspiro en seco y sonrió, estirando la espalda para no parecer cansado ante su padre, pretender que estaba bien.

Takaaki: Hola taka ¿Cómo ha estado tu día?

Preguntó sonriendo al poder ver a su hijo antes de ir al trabajo, solía volver algo tarde debido a lo comprometedor que era su trabajo de policía.
Se corrió de su lugar para permitirle a taka pasar adentro.

Ishimaru: bastante bien, hoy tengo poca tarea

Dijo mientras forzaba una sonrisa, en la cual takaaki creyó por completo al creer que todo estaba bien, eso era lo que su hijo siempre le decía.

Takaaki: que bueno ¿Y has-

Ishimaru: iré a cambiarme...

Taka se fue rápidamente a su habitación ya que siempre le dolió mentirle a su padre sobre su situación, ocultaba bastantes cosas para que no se preocupara.
Takaaki no dijo nada y dejó que se fuera al ver que tenía prisa. El pelinegro entró a su habitación y tiró la mochila en su cama con mucha rabia en su mirada, al fin pudiendo desquitarse, no lo había hecho antes ya que no quería dañar la propiedad privada de otros, sabía que debía respetar.

Se sentó de cuclillas, apretando su piel contra sus uñas, querido retener las lágrimas que volvían a aparecer al recordar a kazuma, el hecho de que ya no lo amaba como antes.
Estuvo unos minutos mirando a la nada, sólo cerrando sus ojos en silencio tratando de que sus sollozos no fueran escuchados por su padre.

Se escucharon dos pisadas cerca de la habitación de taka, quien por suerte había cerrado la puerta.

Takaaki: taka, tengo que irme

Taka secó sus lágrimas y su nariz antes de hablar.

Ishimaru: oh o-ok, suerte papá

Dijo nervioso, esperando que su voz no sonará mal y que su padre no sospechara de como se sentía realmente.
Takaaki se fue ya que tenía que llegar temprano a su trabajo, le gustaría estar más tiempo con taka pero lo era imposible, de algún modo debía pagar los gastos.

Taka dejó su habitación al notar que su padre se había ido, pudo escuchar el sonido del auto encendiéndose, así indicando que se alejaba.
Fue a la cocina para así poder comer algo antes de empezar a hacer su tarea como era de costumbre cada día en su vida, se esforzaba en ser la mejor versión de si mismo a pesar de sus desgracias.

Finalmente era otro día, uno en el que tendría que volver a la rutina, el tiempo pasaba rápido, tenía las mismas materias de siempre y escuchaba las voces de sus compañeros no prestando mucha atención a la clase, algo realmente común y que ahora a taka no le importaba. Pasaron dos días, en los que ignoraba a kazuma, no mirándolo a los ojos cuando hablaba, ni siquiera participando de la clase como era de esperarse del estudiante modelo que era.

Estaba regresando del recreo, notando que sobre su banco había una nota, no sabía de qué era, la miró con curiosidad pero a la vez sospecha al creer que sería alguna broma por parte de uno de sus compañeros. Luego la abrió para saber de qué se trataba, notando que le pedía que en el siguiente recreo fuera a la azotea para verlo.

Esto hizo que taka se ilusionara, no sabía quién era realmente pero en su mente creía que sería kazuma, esperando que le dijera que él se equivocó y que realmente lo amaba, que jamás se había aprovechado de él y que tampoco pensaba en hacerlo.
Las mejillas de taka se pudieron levemente rojas al ver que la carta le pedía que viniera solo, sintiendo que esto era lo último que necesitaba para saber que se trataba de kazuma.

Guardó la nota en su cartuchera, teniendo una pequeña sonrisa en sus labios y no pudiendo esperar para verlo en la azotea, esperando escuchar una gran noticia, quizás el divorcio de su mujer, sabiendo que lo prefería a él, sabía que era un pensamiento horrible querer la separación de dos personas pero realmente necesitaba eso, jamás había sido la primera opción de las personas que amaba.

Entonces la hora llegó, taka estaba subiendo las escaleras mientras acomodaba su cabello y su uniforme, el cuál permanecía impecable. Luego abrió la puerta que llevaba a la azotea, ahí no pudo ver a nadie, lo que era bueno ya que así podría hablar mejor con kazuma, recorrió el lugar sólo para encontrarse con mondo, quien miraba afuera, sintiendo el aire en su rostro.

Ishimaru: owada ¿Que haces aquí?

Preguntó desorientado, mondo se volteó al escuchar su voz.

Mondo: ah sí, sé que debí poner mi nombre en la nota pero-

Ishimaru: ¿E-eh? Pensé que era kazuma

Dijo con desepcion.

Mondo: no, quería hablarte de algo

Ishimaru: no tengo tiempo, owada...

Dijo antes de voltearse y empezar a caminar hacia la puerta que había cerrado para que nadie entrará.
Aunque al empezar a abrirla fue cerrada de manera brusca por una fuerte mano, se trataba de la de mondo, quien estaba realmente desesperado por hablar con taka, quien se negaba a darle su número de teléfono al saber sobre sus sentimientos, no quería darle falsas esperanzas.

Taka se volteó ante esto, notando que había poca distancia entre ellos, mondo no se acercó más al respetar el cuerpo de ishimaru, no iba a obligarlo a que lo besara sólo para cumplir con un capricho.

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teacher's pet (Ishimondo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora