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Maratón 1/4

El Omega se retorcía en su cama bañado de sudor, había pasado horas desde que se había masturbado con el mayor y ahora el calor volvía con una mayor fuerza despertándolo a las 2:36 de la mañana. Se levantó y caminó semi conscientemente hacia fuera, sus pasos lo guiaron a la habitación prohibida, la que pertenecía al alfa gruñón. Con delicadeza abrió la puerta, el embriagador olor del agente lo tranquilizó. Deshaciéndose de su ligera pijama dejando que su pantalón se deslizara por sus piernas junto con su ropa interior y aventando su camisa. Camino hasta la cama del alfa, se recostó metiéndose entre las sábanas del mayor y posando su cabeza sobre el pecho de Taehyung mientras jugueteaba con las yemas de los dedos sobre la piel descubierta del torso.

—¿Qué está pasando? —el corazón acelerado del alfa ponía al omega dulcemente feliz, y extremadamente seductor tanto que inocentemente acariciaba sus piernas desnudas con las propias. En igual condición el alfa que solo tenía un boxer puesto por lo cual podía sentir su erección levantarse con la estimulación que la piel y las pequeñas caricias del omega dejaba sobre él.

—No lo sé, hyung. Te necesitaba, necesitaba sentirte, solo poder olerte ya tranquiliza a mi lobo, es frustrante. Me siento cansado y a la vez tan necesitado de mimos, ¿puedes mimarme? —ronroneo besando su pecho y dirigiendo una inocente mirada de cachorro.

—No deberías estar aquí, no es seguro, si no te vas a tu habitación me iré yo de aquí —haciendo intento de levantarse fue rápidamente apresado por las piernas del Omega que sentándose a horcajadas quiso evitar que el mayor saliera de la cama.

—Anda hyung, solo un momento —comenzó a mover su trasero desnudo contra la entrepierna del alfa mientras tarareaba una sensual canción y sostenía las manos del contrario buscando apoyo a la posición. Taehyung que haciendo un movimiento en negación con la cabeza esperaba que el menor se detuviera estaba comenzando a sudar y a perder la lucha contra su lobo.

El menor puso ambos brazos de Taehyung a sus costados y los presionó contra la cama con sus piernas, su cadera quedó en el pecho del mayor acercando su miembro al rostro de este; aún tarareando la canción acarició la pierna del alfa arrastrando su mano para tocar la entrepierna haciéndolo jadear. La parte humana del alfa estaba a completa disposición del pequeño omega y su parte animal estaba disfrutando de la sensual seducción. Al ritmo de la canción regresó a su posición inicial y continuó con el sensual movimiento de cadera acelerando la fricción.

—Esto no debía ser de esta manera —gruñó el alfa y sujetando al menor de la cintura cambió de posición dejándolo debajo de él con las piernas abiertas, simuló unas violentas embestidas haciendo al omega gemir sonoramente.

—Estoy tan mojado alfa, ¿lo sientes? Soy tuyo, si lo sabes y lo sé ¿por qué no estás marcándome? —con la sensual voz baja y grave preguntó Hoseok sonriendo de lado. Logrando controlar apenas a su lobo, se quitó el molesto y muy húmedo boxer y llevó su dedo indicé a la entrada del menor introduciéndolo de una. La lubricación natural del omega era tanta que la incomodidad pasó a segundo plano rápidamente. Cambió de dedo introduciendo el dedo anular repitiendo la acción de meter y sacar humedeciendo el dígito para posteriormente introducir ambos dedos y hacer tijera. Aunque deseaba preparar más al dulce omega los escalofríos en su espalda le avisaron que de seguir aplazándolo su lobo tomaría el control y sería más salvaje de lo que estaba seguro de que él ya estaba siendo. Alineo su miembro en la entrada y suspiró profundo.

—Maldición Hoseok, no puedo más, si se vuelve insoportable dime, intentaré —fue interrumpido por un violento beso.

—Solo mételo alfa tonto —las miradas llenas de un sentimiento que ninguno se atrevía a declarar en voz alta, los jadeos y mordidas los llevaba a la locura, no había manera en que se detuvieran ahora hasta llegar al final.

En un brusco movimiento, mientras sus bocas luchaban por el control, el alfa introdujo su miembro en la apretada entrada del omega, ambos jadearon perdidos en placer de unirse, el dolor insoportable siendo sustituido rápidamente por algo más. Ese sentimiento de plenitud de haber encontrado a su otra mitad, con lentitud dio la primera estocada y tras esa una a una ambas almas se unían. Con besos desesperados que eran apenas un roce tras el movimiento, el alfa cambio de posición dejando al menos sobre él, montándolo, llegando así más profundo el delicado cuerpo de su omega bailando sensualmente mientras se empalaba en su miembro. Un movimiento en la esquina de su ojo le dio apenas unos segundos de cubrir al omega con su cuerpo y la detonación de un arma provocó el ruido ensordecedor.

—No, no, no, Tae —la sangre comenzó a cubrir el cuerpo del omega asustándolo, el alfa se movió herido para cubrir a su chico. Tres disparos más y el alfa caía de rodillas, una patada del intruso to hizo caer, los gritos de Hoseok llegaban lejanamente a sus oídos, lo vio envuelto en una sábana siendo jalado por su agresor, intentó ponerse de pie, pero estaba perdiendo mucha sangre. Todo se volvió oscuro y la paz comenzaba a sentirse en todo su cuerpo. Algo debía hacer, alguien le necesitaba; pero simplemente no podía recordar qué.

 Algo debía hacer, alguien le necesitaba; pero simplemente no podía recordar qué

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Alfa guardián 🔞 𝓥𝓱𝓸𝓹𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora