CAPÍTULO 15: Oɓjecʈifs qui aideronʈ à ɭ'avenir

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Objetivos que ayudarán en el futuro

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Después de que el tren se fuera me acerque a donde estaban mis padres y mis tíos, fui al lado de Regulus y agarre su mano.

-Mamá, tía, ¿Puedo ir con Regulus a casa de Evan? -pregunte

Mi madre me miro dudosa y su vista se fijó en mi tía Walburga, como si pidiera su opinión.

-Llévalo querida, total tus padres y nosotros tenemos que hacer algunas cosas- dijo con calma. Demasiada calma.

-Si es así, Deesy-llamo a la elfina-lleva a Lynx y Regulus a la casa de los Rosier-dijo mi madre

En eso la elfina tomo mi mano y la de Regulus, para luego aparecernos en la casa de Evan, en la cabe resaltar nunca están mis tíos y si alguna vez están nunca los hemos visto, Evan dice que por cuestiones de trabajo siempre están fuera, así que Evan y Basha quedan al cuidado de su elfo doméstico.

Al llegar Regulus y yo nos dirigimos rápidamente a la biblioteca, lo habíamos hecho tantas veces que hasta ya se convirtió en un hábito, pero al único al que no le gustaba venir era Sirius, él era más de deporte, y no digo que Regulus y Evan no sepan jugar Quidditch, porque si saben hacerlo, pero les gusta más los libros, y yo bueno a mí no me llama la atención.

Ha Sirius realmente no le agrada Evan, ¿la razón?, ni idea, les trate de preguntar y me dijeron: "Es cosa de chicos". Si claro, como si yo siendo una chica no pudiese entender sus motivos.

Me acuerdo que la primera vez que se vieron Evan dijo que el cabello de Sirius no parecía natural, pues era demasiado formado para ser verdad, eso hizo enfurecer a Sirius y este dijo que él tenía un tipo de aura de un inadaptado social, y así se estuvieron insultando hasta nuestros papas vinieron a recogernos.

Cuando abrimos la puerta, lo primero que pudimos vislumbrar fue una silueta sentada en uno de los sillones, así que nos acercamos y lo vimos leyendo un libro de runas antiguas.

-Siempre en la biblioteca-dijo Regulus

-Y ustedes siempre viniendo sin avisar-dijo rodando los ojos.

-Es que si avisamos tu no nos dejaras venir-dije divertida.

-Ese es el punto-dijo Evan

-Bueno solo venimos a visitarte y a acompañarte en tu tétrica soledad-dije buscando en los estantes el libro que me faltaba terminar.

-Bien, ¿Ahora que paso? -dijo Evan al notar que la tez de Regulus no estaba bien.

-Nada solo lo de siempre, Sirius se va a meter en un problema y Ly lo va a ayudar a tratar de cubrirlo o en todo caso aplazarlo lo más que pueda-dijo con un tono cansado sentándose en uno de los sillones de la biblioteca.

-Deberías de dejar de hacer eso-dijo Evan-una de estas veces vas a lastimarte por cuidarlo-dijo irritado

Demasiado tarde, aunque no lo hice solo por él, sino por todos en realidad.

-Lo sé, lo sé, pero también véanlo desde mi punto de vista ¿sí? -dije cansada- lo hago porque él es importante para mí, al igual que ustedes.

Fui a los estantes para encontrar el libro que me faltaba terminar, después de encontrarlo me recosté en el sillón frente al que se había sentado Regulus para poder leer con tranquilidad.

-¿Donde esta Basha?-pregunte sin despegar la mirada del libro.

-Esta con su profesora de ruso-me respondió Evan

-El ruso es uno de mis idiomas menos favoritos-dije haciendo una mueca.

- ¿Han pensado en ser animagos? -pregunto abruptamente Regulus tomándonos por sorpresa a Evan y a mí.

Bueno a mí no tanto, pues digamos que le estuve mandando indirectas para que el revise este tema y se interese en él.

-Yo no-dijo Evan enarcando una ceja y con un brillo de interés en sus ojos.

-Yo no lo pensé, pero me interesa esa idea-dije

-A mí se me ocurrió tratar de convertirnos en animagos-dijo parándose y yendo a una parte de la biblioteca para sacar un libro.

-En este libro dicen los pasos exactos para poder lograrlo-dijo Regulus mostrándonos el libro con una sonrisa orgullosa.

-Si ese es uno de los objetivos, también sabes que hay muchos riesgos de que algo salga mal ¿Verdad? -dije mirándolo divertida.

-Si lo sé, pero por Salazar es obvio que a nosotros nos saldrá a la perfección, somos muy inteligentes para nuestra edad, aunque claro llegando haya tenemos que disimularlo un poco, muy a parte de que en ningún lado dice que no es posible que lo hagamos, solo no hay vestigio de que se haya hecho antes-dijo de forma pensativa.

-Podemos intentarlo-dijo Evan-pero tendría que ser cuando ya estemos en Hogwarts porque si lo hacemos antes será muy difícil conseguir los materiales.

-En realidad hay otra forma-dije haciendo que sus miradas se posen en mi- puedo pedirle a mi padre que nos ayude con eso, estoy seguro que esa idea le encantara-dije con una gran sonrisa en mi rostro.

Últimamente mi padre se ha interesado en ese campo de la magia, es más, él fue el que hizo que se me ocurriera esa idea, pero como no podía decirlo directamente tuve que utilizar a Regulus; siendo sincera el tener la supervisión de una persona adulta va a hacer las cosas más seguras y fáciles.

-Por mi está bien-dijo Evan encogiéndose de hombros

-Yo no estoy seguro, pero está bien-dijo dudoso Regulus.

-No te preocupes Reggie todo estará bien-dije poniendo mi libro en la mesa de centro y parándome para enrollar mis brazos en sus hombros y reposando mi cabeza sobre la suya, causando que él se apoyará en mí y cerrará los ojos con tranquilidad.

Eso hasta que se escuchara un pequeño y adorable gritito de felicidad-¡Ly! Te extrañé, pensé que no ibas a venir hoy-dijo mi adorable Shia haciendo un tierno puchero-¿Puedes venir a jugar conmigo?-dijo haciendo ojitos, ella sabe que no me resisto a sus ojitos.

Así que solté a Regulus y la abrace, le agarre los cachetes y los estruje.

Son tan blanditos

Antes también podía apachurrar y estrujar los cachetes de Sirius, Evan y Regulus, pero mientras iban creciendo menos les gustaba que lo hiciera, aunque a Evan solo lo pude estrujar cuando bajaba la guardia.

-Claro que si Shia-dije estrujándola entre mis brazos.

-!! Yey !!, entonces vamos rápido a mi habitación-dijo apresurándome para que la acompañe, mientras que detrás de mi podía escuchar las carcajadas sofocadas de los chicos.

Al llegar ella me hizo peinarla, jugar con sus muñecas y le ayude a ordenar sus nuevos vestidos.

Todo estaba tranquilo hasta que alguien toco la puerta.

- Pase-dijo Shia

-Señoritas ya es hora del almuerzo-dijo el elfo doméstico.

-Gracias Fopsey en un momento bajamos-respondí.

Cuando bajamos a comer todo estaba servido y los chicos ya estaban ahí, así que rápidamente acomodé a Shia en su silla y me senté a comer, fue uno de los almuerzos más tranquilos que tuve durante este último año.  

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⚜SOY UNA BLACK ⚜  [ʟ.ϻ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora