𝗩𝗼𝗹𝗸𝗮𝗰𝗶𝗼 𝗦𝗽𝗼𝗼𝗸𝘆 𝗠𝗼𝗻𝘁𝗵

𝗜𝗜𝗜━ 𝗛𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲𝘀 𝗟𝗼𝗯𝗼

✷ Esta conectado con el día 2 del Month, aunque no es necesario leer el anterior ^^

✷ Sucede antes el día 2

Narra V.

Eran de las pocas veces que me dejaban salir del palacio para poder cazar, al ser el príncipe hacían todo para saciar mis necesidades, de lo cuál no me quejo, pero a veces la necesidad de saciar mis instintos de vampiro por mi cuenta se hacían presentes y debía de atender a éstos.

Había convencido a mis padres de dejarme salir, lo hicieron a regañadientes después de advertirme y hablarme sobre los hombres lobo.

Hombres lobo, personas mitad lobo, mitad humano, que pueden transformarse en dicho animal, que tienen la misma fuerza, rapidez y ferocidad de este, o por lo menos esto es lo que me comentaban mis padres, además de decirme que eran criaturas horribles, despiadas y crueles.

Seguía inmerso en mis pensamientos caminando por el bosque buscando un rastro u olor de sangre para cazar, aunque termine chocando con un árbol por estar distraído.

–Joder– Murmuró sobándome la frente por mero reflejo, levanté la vista y lo vi, primero pensé que era un cachorro de lobo, que lastimosamente seria mi cacería, empecé a detallar a mi presa, su pelaje era negro como la noche pero tenía puntas ¿Rojas?, aprovechando que el lobo estaba acostado dándome la espalda empecé a acercarme con cautela, aunque todo se echo a perder cuando accidentalmente pise una ramita.

Me quedé totalmente quieto, aunque fuera algo estúpido, la criatura frente a mí se levantó, tenía sus orejas levantadas, y mientras caminaba hacía mi con ¿Elegancia?, empezó a gruñirme levemente, y lejos de lo que debería de hacer y las advertencias empecé a acercarme hipnotizado por los bellos ojos dorados de la bestia, sin darme cuenta de que ya me encontraba en el piso con el animal encima mío gruñendome.

Cuando reaccione, inmediatamente me exalte, ¿Tan distraído estaba que no me entere de sus acciones? –Tranquilo, no quiero hacerte nada, solo paseaba por el bosque– Mencioné nervioso, tratando de no tartamudear y regular mis temblores, cerré los ojos esperando el siguiente movimiento de el majestuoso animal, pero no sentí nada, solo una luz blanca, abrí mis ojos lentamente y vi a un lindo chico moreno encima mío, empecé a detallarlo sin darme cuenta, tenía una especie de cresta color rojo que explicaba las puntas rojas de su pelaje, sus bellos ojos dorados que también parecían examinarme, sus orejas seguían descubiertas lo que lo hacía ver adorable, sus labios carnosos que hacían que inevitablemente pensará que sería probarlos, y pareciera que ese pensamiento fuera compartido porque el también se encontraba intercalando su mirada entre sus ojos y sus labios, e inevitablemente empecé a acercarme a sus rostro continuando hipnotizado por sus belleza, sin darme cuenta de cuando nuestros labios entraron en contacto, era una bonita sensación, sus labios eran adictivos.

Cuando nos separamos continuamos mirándonos fijamente e inevitablemente nos sonrojamos, se le veía tan lindo, mire sus orejitas y llevé mi mano hacía una de estás, lo mire como pidiéndole permiso, y el me lo concedió, acomodándose y acurrucándose en mi pecho.

No podía creer que mis padres me hayan dicho todo eso de los hombres lobo, no eran lo que ellos habían dicho, o por lo menos este, que se encontraba en mi pecho ronroneando por las caricias y mimos que repartía en sus orejas y cabello.

Eran criaturas preciosas, astutas, y ágiles, no creo que sean crueles, solo eran como el moreno, tratando de protegerse de mi especie.

Después de un rato en esa posición el se levantó y me tendió la mano, –Por cierto... Soy Horacio– Me dijo con una sonrisa tímida, por dios era adorable, acepté su mano y me levanté –Yo soy Viktor–.

Tal vez, y solo tal vez eso sería el inicio de algo bonito.

623 palabras ✷