Tsunayoshi Yagami.
Tsuna creció viajando de un país a otro y eso nunca le importó, es más, adoraba los viajes en avión y los trasbordos que les permitían visitar diferentes terminales. Era un niño inquieto y hablador que gustaba de iniciar conversaciones con personas interesantes.
Con sus escasos seis años Tsuna tenía en claro dos cosas, una, que sus parientes lo llenaban de cariño y mimos cada que los visitaba y, dos, que era por demás un niño amado. Y aunque su familia era un tanto extraña, un hecho que siempre tuvo presente, tampoco le dio gran importancia, pues su mamá Katte, era una mujer hermosa que sonreía todo el tiempo con un aura angelical que la convertía en un sol resplandeciente ante cualquiera que la mirara. Su padre Taichi era un hombre fuerte y divertido que lo hacía sentir lo más valioso del mundo, un padre que sus amiguitos envidiaban debido a su carisma y buen tino para cuando se trataba de negociar algún juguete o viaje. Su tío Jordán lo consentía, era su cómplice en sus travesuras y lo solapaba cuando eran descubiertos e incluso llego a asumir la responsabilidad para evitarle algún regaño, era su amigo y su confidente.
¿Qué más podía pedir?
Tsunayoshi era feliz, inmensamente feliz, así pues, no sabía que de malo tenía que su mami no besara a su papi, pero su tío sí. A ella no le molestaba, incluso siempre intentaba sacarles fotos y reía ante la timidez de su padre y el descaro de su tío.
A Tsuna se le hacía muy gracioso, su papi se ponía todo rojo mientras decía, —Estas cosas aun no las puedes ver ni entender, pero cuando crezcas... cuando crezcas yo mismo te explicaré todo lo que desees saber.
Tsuna no quería una explicación, quería ver como su mami y su tío reían sin parar mientras su papi los regañaba por permitirle ver aquellos detalles cariñosos, que a Tsuna le fascinaban porque estos siempre iban acompañados de tardes maravillosas en familia, en donde sin necesidad de pedirlo era complacido hasta en el más mínimo de sus caprichos.
Su mamá era feliz abrazando a sus tres caballeros y Tsuna también lo era al pensar que tenía dos papas y una mamá, una familia grandiosa que lo amaba con toda su alma y lo protegería de todo y contra todo. Se sentía seguro, completamente a salvo de cualquier eventualidad.
En Japón tenía además a su tía Kary y sus tíos Tk y Matt que no se quedaban atrás en cuanto a lo permisivos y consentidores.
Y también estaba Yoshino... su primo Yoshino era especial... muy especial para él.
Así pues, la vida era perfecta... SU vida era perfecta.
No había nada que pudiera enturbiar su felicidad.
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Yoshino Ishida.
Yoshino vivió casi toda su vida en Japón, excepto por dos periodos de un año, el primero cuando cumplió cinco y el segundo a los siete, durante los cuales visitó a su tío Tai en USA. Su padre le había prometido que podría acompañarlo para conocer Cabo Cañaveral y ver de cerca en que trabajaba y de ser posible conocer por dentro la tan afamada N.A.S.A.
Ese tiempo fue como un paraíso para el pequeño Yoshino, pues tuvo la dicha de convivir más con su primo Tsuna y su tío Tai a quienes él adoraba, debido a que su padre pasaba gran parte de su tiempo en la Base y él no quería quedarse solo en casa, de un momento para otro se vio compartiendo recámara con su primo.
Yoshino era un año y meses más grande que Tsuna, sin embargo, eso nunca fue impedimento para que ambos disfrutaran pasar el tiempo juntos y era aún mejor cuando sus respectivos padres los acompañaban, lo cual ocurría cada fin de semana.
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Detalles de Madurez
FanfictionLa gente siempre se enamora de lo mejor de las personas. Es normal que te gusten las virtudes de alguien. Pero el mérito no está ahí. Lo que tienes que hacer es preguntarte si eres capaz de aguantar lo malo. Después de ver los defectos de tu pareja...