Taichi dio un suave suspiro, eran cerca de las cuatro de la mañana y no hacía más de cinco minutos que Yoshino acababa de dormirse entre sus brazos.
—¿Cómo estás? —preguntó Matt entrando a la estancia y enterneciéndose ante la estampa que era Taichi con el niño en su regazo.
—Muerto. Yoshino aún no puede respirar muy bien por la leve congestión nasal, pero la fiebre no subió, y Joe acaba de telefonear hace nada para preguntar por él y asegurarse de que estamos siguiendo sus indicaciones —enlistó Taichi con voz cansada. —¿Cómo esta Sora?
—Mejor. Ahora duerme —comunicó Matt dejándose caer sobre la cama y cubriéndose el rostro con su brazo derecho. —Lo siento Tai...
Taichi se giró un poco, lo suficiente para ver directamente a Matt pero no para incomodar a Yoshino, por su parte Yamato supo interpretar correctamente ese gesto de duda en el rostro de Tai ante sus palabras.
—Tú no tendrías por qué estar aquí. Yo soy quien está a cargo de Yoshino y de Sora mientras termina sus estudios, yo... —y tuvo que morderse la lengua para tragarse las ganas de llorar, se sentía tan impotente para salir del atolladero en el que por su mala suerte terminó varado.
Cuando Matt hablo con Sora del embarazo hubo muchos, muchos puntos que al antiguo vocalista casi lo hicieron gritar de rabia, sin embargo se contuvo porque en realidad ya no tenía remedio, él no estaba loco como para siquiera pensar en que ella se deshiciera del niño, ni tampoco era un macho que una vez engendrado deja a su suerte a la hembra para que se las apañe con su problema.
Porque tal y como había dicho Taichi. Esa pequeña criatura ya estaba ahí y debía recibir amor y cuidados muy independientemente del cómo fue concebido.
Así que de esa platica solo una cosa quedó en claro, Sora tendría al bebé.
Y aunque ninguno de los dos estaba listo para una vida conyugal deberían compartir su espacio en pro de una mejor atención para el recién nacido; o al menos eso fue lo que dijo ella, porque por dentro Sora estaba más que dispuesta a compartir su vida con el ex-músico.
Hiroaki Ishida no tardo en ofrecer su departamento, después de todo casi nunca estaba, y vivir una temporada fuera no representaba mayor sacrificio.
Con respecto a sus respectivos estudios.
La carrera de Sora estaba más cerca de su término, además de que le brindaba la posibilidad de trabajar en casa por eso, Yamato tomaría un año sabático para cuidar del niño en lo que eso sucedía, ya después Matt podría regresar a E. U. y reanudar sus estudios.
Era un acuerdo que aseguraba el futuro de ambos, y el hecho de que Taichi la apoyara a ella hizo que Matt diera su brazo a torcer, solo sería un año, aun así Matt puso sus condiciones. Aceptaría, solo... y solo sí Taichi se comprometía a ayudarlo por lo menos los primeros seis meses.
Matt sabía de sobra que fue injusto. Tai no tenía por qué estar ahí. No era su responsabilidad el niño que en este momento cargaba con tanta devoción. Taichi debería estar en Yale muriéndose de sueño, no por estar al pendiente de un bebé que no llevaba su sangre sino por estudiar para los exámenes que lo acercarían un paso más a su meta.
Pero en su enojo y miedo había condicionado a su amigo, lo ato a permanecer a su lado, lo que en antaño no logro cuando Tai le dijo que se marchaba a estudiar lejos, hoy lo había conseguido y le parecía casi despreciable pues le había amarrado las alas.
—Es por "TI" que iré a verla... que dejare de lado lo que tengo aquí, mi futuro, así que... espero que no me dejes solo—fue el reclamo que hizo el día que Tai lo encontró bebiendo en un bar después de recibir la noticia de que Sora estaba embarazada y salir del departamento que compartían en E. U.
Taichi había sonreído antes de prometerle que estaría con él en esta difícil etapa de su vida, que le ayudaría a sobrellevarla. Y fue por eso que ambos regresaron a Japón un mes después de arreglar sus respectivas bajas. Sora los miro sorprendida, no esperaba ver a Taichi. Aun así agradeció el hecho de saber que estaba de su lado.
Y ahora... ahí estaban.
Yamato hacia casi una semana había enfermado de una leve gripe, Taichi suponía que por todos los cambios de humor y el estrés de su situación, lo bueno fue que se atendió a tiempo y no pasó a más, lo malo es que contagió a Sora, y ella ahora estaba postrada en cama con un fuerte resfriado y ella a su vez estuvo a un palmo de contagiar a Yoshino, por suerte eso no sucedió del todo. El niño tenía algunos síntomas pero nada de qué preocuparse más que del llanto constante.
Taichi se movió con cuidado hasta poder tomar la mano blanca de Matt sin despertar al infante que dormía plácidamente, la sujeto con cariño dando un suave apretón para traer la atención de su dueño.
—Está bien Matt. Estar aquí es una decisión propia y no me arrepiento de nada.
Yamato apretó los labios, sus ojos estaban comenzando a tomar un color rojo. Eso era. Taichi estaba ahí por decisión propia pero no por gusto. ¡Ah! Qué diferente seria si el niño fuera suyo. Si Yoshino fuer el hijo de ambos. Entonces Matt no sentiría remordimiento por ver la forma tan entregada con que Tai cuidaba de él, no se sentiría un aprovechado al reconocer en sus ojos las ojeras que han dejado las noches en vela.
Pero no era así. Ellos no son pareja y en cuanto Sora se recupere va a desear hacerse cargo de su hijo y Taichi, aun sin quererlo, volverá a ser relegado.
Matt se sentía tan miserable.
"Como odio mi vida", se dijo Yamato mirando con infinito amor a Taichi quien se había quedado dormido sujetando su mano y sin soltar a Yoshino.
Con delicadeza Matt rodeo el cuerpo de Tai para recostarlo sobre la cama porque aun permanecía sentado recargado contra la pared. Taichi al sentir el movimiento se aferró al niño, como si temiera que se lo arrancaran. Matt meneo la cabeza negándose a creer a aceptar que sin duda alguna considero qué si algún día llegaba a faltar, podía confiarle su hijo a Tai.
Y una vez más se reprendió por lo egoísta de su pensamiento.
Sora se haría cargo de Yoshino, Tai... Tai debía continuar con su vida, debía cumplir sus sueños y de ser posible hallar a la persona indicada para compartir su vida.
"No quiero verlo con nadie más... no lo soportaría"
Yamato esta vez no pudo contener una lágrima que rodo por su mejilla, luego de secarla se inclinó para besar a su "amigo" y a su hijo prometiéndose que solo aguantaría ese año mientras Sora terminaba de estudiar, después... después le dejaría en claro a quien amaba.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Detalles de Madurez
Fiksi PenggemarLa gente siempre se enamora de lo mejor de las personas. Es normal que te gusten las virtudes de alguien. Pero el mérito no está ahí. Lo que tienes que hacer es preguntarte si eres capaz de aguantar lo malo. Después de ver los defectos de tu pareja...