Extra

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Nota: Esta parte se desarrolla semanas después de la situación del puente.

Subí un capítulo antes...

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Escaneando la cafetería de Jaehyun en busca de Jihoon, Hyunsuk jugaba con la servilleta que estaba dispuesta en la mesa, a un costado del café con caramelo que había pedido.

Habían pasado cuatro meses desde que no veía al menor, por lo que su ansiedad estaba en un punto alto esa tarde. Leer los mensajes y correos electrónicos era una cosa, pero verlo en persona y poder sentir su presencia a pocos metros podría calmar su preocupación.

Después de la confesión en el puente de hace unos meses atrás, ambos habían acordado en qué se tomarían un tiempo. Más que nada para poner los pies en la tierra y ver los distintos caminos que podrían llegar a tomar a futuro.

Jihoon era quien necesitaba más de este respiro, necesitaba sanar y ver lo que sería bueno para si mismo de ahora en adelante. Y que mejor que descansar en la casa de sus padres en Jeju y pensar acerca de su futuro.

El contacto entre ambos jamás se había perdido, por lo que todos los días sin falta, ambos se enviaban mensajes de texto y correos electrónicos, contando sucesos relevantes que pasaban durante el trayecto del día o simplemente para platicar de alguna cosa random.

Hace unos días Hyunsuk había recibido un paquete desde la isla. En el interior había una cajita de cartón grueso en tono marfil, un listón de color durazno decoraba la superficie; y en el interior, una bonita pulsera con una serie de piedras preciosas relucientes como cual tesoro.

En total eran cinco. Hyunsuk supuso que cada diamante representaba cada uno de los deseos de Jihoon que había escrito en la lista. Como si cada momento necesitará estar a la vista con el propósito de recordarse cada día, por el resto de sus vidas.

El corazón de Choi revoloteaba cada vez que tocaba aquella hermosa pulsera.

La campanita del local sonó en el interior y el chino subió la mirada. La figura de Jihoon estaba parada en la entrada, sus ojos escanearon la habitación hasta encontrarse con los de Hyunsuk. Inmediatamente estos se iluminaron y una sonrisa enorme apareció en sus labios. Entonces a pasos grandes y apresurados, caminó en dirección hacía el mayor.

Hyunsuk se levanto de la mesa apresuradamente, la taza semi vacía se volteo por el movimiento mal calculado y el contenido restante se desparramó sobre la mesa. Pero parecía ser que nada de ello importaba. Porque Hyunsuk lo vió, vió a Jihoon. Y estaba aquí, por fin estaba aquí.

Al igual que Jihoon, Hyunsuk se apresuro al menor y al segundo siguiente ambos cuerpos colisionaron en un abrazo. Los labios de Park rozaron ligeramente a los del más bajo mientras sus manos tomaban las mejillas contrarias. Las delgadas manos del mayor hicieron lo mismo y en un abrir y cerrar de ojos, ambos hombres compartían un beso; era tierno, apasionado y suave.

Al alejarse, ligeras lágrimas de felicidad corrían por el rostro de Jihoon.

— Suk— inhaló Park — Jamás estemos alejados de nuevo ¿Bien?—

— Completamente de acuerdo—

Choi sonrió y volvió a besar los labios del menor.

Después del beso, ambos se dirigieron de nuevo a la mesa donde el castaño anteriormente estaba sentado. La taza ya no estaba y el líquido marrón había sido limpiado. Probablemente Sicheng, un empleado del lugar, se había encargado de arreglar el desastre mientras los otros seguían en su mundo.

Everglow / SUKHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora