Un joven de cabellera blanca dormitaba en su cama aferrado a su dakimakura, los pájaros cantaban afuera de su ventana y los rayos del sol acariciaban su pálida su piel.
Todo era tranquilo y agradable hasta que la puerta de la habitación fue abiertamente abruptamente, un hombre de traje ingreso y camino hacia la persona dormida.
-¡Levántate persona homosexual! ¡Ya es día!- grito mientras movía de un lado para otro a su líder.
Mikey entreabrió los ojos y le dio una mirada filosa al pelimorado.
Habían interrumpido su agradable sueño con el amor de su vida.
-Tu...- siseo entre dientes.
Ran dio un paso para atrás con precaución.
-Una disculpa líder, pero Takeomi me ha pedido que lo despierte tiene una reunion en media hora con los proveedores de china- comento observando con el ceño fruncido el objeto al que se aferraba su líder.
Diciendo esto se dio la vuelta y se retiro del lugar.
Manjiro bostezo y se irguió con pereza, con dificultad tomo su teléfono e ingreso a sus redes sociales para encontrarse con la sorpresa que Takemitchy acababa de lanzar su nuevo perfume.
¡Olor a fresitas!
¡Tenia que comprarlo!
Sonrió emocionado al imaginarse sus prendas y sus sabanas con el aroma del idol.
Con una rapidez que no tenia ni flash ingreso a la pagina dispuesto a comprarlo pero al momento de ingresar su tarjeta esta fue rechazada.
¿Que?
Un tic apareció en su ojo izquierdo y volvió a presionar una y otra vez.
-¡NOOOOOOOOOO!- grito exaltado tomando su pistola y disparándole al artefacto.
Observo su teléfono atravesado por la bala y suspiro, ni modo, toca comprarse otro.
Un Sanzu apresurado ingreso a la habitación, con una arma en su mano, lista para disparar.
Nadie le hacia daño a su rey.
-¡Mi rey!- exclamo y bajo el arma al ver que todo estaba tranquilo- ¿Qué ha pasado?
-Mi tarjeta no es aceptada...- murmuro perplejo- llévame con Kokonoi.
-Mi rey, Kokonoi se esta bañando..
-No me importa, llévame.
Sanzu tomo a su líder, cargándolo de a caballito, todo por su rey.
Mientras avanzaban hacia el baño se oía a Hajime entonar una canción a todo pulmón, como si esa canción representara toda su vida, con demasiado sentimiento.
-¡Si hay plata, yo happy, si no hay plata, no happy...!, ¡I love plata!
El de cicatrices abrió la puerta y ambos observaron a Kokonoi quien se encontraba en la tina de baño, con una copa de vino en su mano y con un fajo de dinero en la otra.
-¡Kokonoi!, ¡Mi tarjeta no es aceptada!, ¿Tienes algo que ver en eso?- pregunto Mikey.
El nombrado rio en voz baja.
-Que graciosa es la gente pobre..
-Graciosos serán los plomazos que te de si no me dices porque no puedo pagar en linea- amenazo su líder mientras se bajaba de la espalda de Sanzu.
Kokonoi le dio un trago a su vino y le dio una mirada a Mikey quien lo miraba enfurruñado.
-Takeomi me ha pedido que bloquee su tarjeta, ya que al parecer se ha vuelto un comprador compulsivo..- hablo mientras estiraba su pierna.
El mas bajo le dio una mirada de muerte.
-No me mires así jefe, ve y reclame a Takeomi, estoy muy ocupado en mi baño, después de que mandaste a las zonas bajas a solucionar unos asuntos solo pude pensar en ese olor tan pobre y desagradable que tienen, si dios existe ojala hiciera llover Gucci y Channel- se lamento.
Tanto Sanzu y Mikey lo miraron mal y se fueron dejando solo al de cabello largo lamentándose.
-No puede ser, ¿porque?- susurro Mikey con lagrimas en los ojos- no quiero hacerlo, realmente no pero me has orillado a esto.
Takeomi le dio una mirada aburrida aun sintiendo la pistola rozar su cabeza, arrodillado en medio de la oficina, siendo rodeado por todos los demás miembros quienes veían su próxima ejecución.
-Debe aprender a administrar su dinero líder, estos últimos meses ha gastado mas de lo que debería- comento.
Kokonoi asintió limpiando sus lagrimas con billetes.
-Tu no lo entiendes Takeomi, necesito ese perfume con mi vida.
-Es un perfume cualquiera Mikey..
-¡Te equivocas!- alego presionando aun mas el arma- es el perfume de Takemitchy.
-¿Y eso a mi que?, ¿le aporta algo a Bonten?, ¿nos da mas dinero?, ¿tortura a los traidores?
Mikey lo taladro con una mirada tan cruda y helada que el deseo haber mantenido la boca cerrada.
-CAGASTE.
-¡MI REY, LO HE CONSEGUIDO!- exclamo Sanzu entrando de golpe, luciendo despeinado, con la ropa desacomodada y con rasguños en la cara.
Mikey bajo el arma y miro al pelirosa curioso.
-¿Que conseguiste?
Sanzu levanto sus manos dejando ver una pequeña cajita rosa con la imagen de Takemitchy mordiendo una fresa mientras guiñaba un ojo.
En la que se podía leer en letras blancas.
いちご味の愛 (Amor sabor a fresas)
El arma cayo sobre la alfombra haciendo un ruido sordo, el menor corrió hacia Sanzu arrebatándoselo de golpe y observando su tesoro con los ojos brillantes.
-Takemitchy, mi amor..
El de cicatriz asintió sonriente viendo que valió la pena pelearse con miles de adolescentes enfurecidas que luchaban afuera del establecimiento por conseguir uno de los últimos ejemplares del perfume.
Takeomi solo negó suavemente.
