17

924 183 47
                                    

Tensión.

Era lo que sentía en aquella habitación.

Mikey evitaba ver a Takemichi de la vergüenza que sentía.

Es que... Es que...

¡Dioses!, ¿Sus esclavos eran unos idiotas y tenían una nuez por cerebro?

Podía sentir la mirada del idol en su persona y estaba seguro que no era una mirada bonita.

No lo estaba mirando como María de todos los angeles miraba a Albertano

"¿Será este mi ser amado?"

-Jefe, ¿Que hacemos?- pregunto Takeomi mientras a su lado Sanzu mordía sus uñas.

Mikey quería pegarse un tiro y renacer en una piedra.

-Yo...

-¡Lo que deberían hacer es soltarme y dejarme ir! - grito Takemichi bastante molesto.

-Lo que él dice- murmuró Mikey observando el suelo muy interesado.

-Mandilon- susurro Kokonoi.

Mochi frunció el ceño: -Pero jefe, batallamos mucho para llegar a él, no podemos dejarlo ir así como así.

-Que al menos nos de un show privado - dijo Ran con la mano en la barbilla.

-¡Si que nos baile!- aplaudió Rindou emocionado.

Kokonoi suspiro y negó.

-Todos son unos idiotas, ¿Cómo vamos a salir de esta, jefe?

-..

Mikey no pronunciaba ni una palabra, su alma y todo su ser ya no estaban en esta vida terrenal, había muerto de vergüenza y miedo.

-Nosotros solo queríamos hacer feliz al jefe- dijo Mochi con el rostro algo pálido.

Takemichi solo los miraba con el ceño fruncido, sabía que tenía todo tipo de fans pero esto... Era algo extremo.

Aunque no lo quisieran soltar tarde o temprano terminaría rescatado, era una estrella mundial.

Los observo, analizandolos con la mirada, se les notaba que eran unos mafiosos, unos yakuzas de mala muerte que miraban con miedo a su jefe.

Lo reconocía perfectamente, él era uno de sus fanáticos con los que más había interactuado, pensaba que solo era un emo Otaku deprimido, jamás imagino que estuviera metido en este tipo de cosas.

-Yo... yo..- murmuró Mikey con la molestia notada en su rostro- debemos dejarlo ir.

-..

Aquello dejo desconcertados a todos incluso a Takemichi.

-¡Jefe!, es imposible, si lo dejamos ir nos delatara con la policía- dijo asustado Ran.

-¡Eso!.

-Tendremos que cambiarnos el nombre y mudarnos a alaska, dónde criaremos pingüinos- dijo Sanzu con una sonrisa algo extraña.

Mikey lo miro mal al observar un botecito blanco en sus manos.

La droga amigos no es buena.

Mata el alma y la envenena.

-En primer lugar si ustedes me hubiesen comentado algo de su estúpido plan estoy seguro que no estaríamos en este embrollo- comento cruzandose de brazos.

-Pues se suponia que era una sorpresa, ¿Cómo le íbamos a decir?- hablo Mochi.

La paciencia de Takemichi se terminaba, tenía sueño, no había comido y sus manos dolían por estar amarradas.

-De todas formas ya me están buscando- dijo el idol- y cuando sean descubiertos... ¡Será su fin!

Mikey lo sabía, si eran capturados terminarían en el bote aunque tuvieran sus alianzas con la policía se vería demasiado sospechoso si todo el tiempo fueran liberados o que estos no los pelaran por sus acuerdos.

Sabía que eran buscados y habían cometido muchas fechorías está vez no los soltarían y quizás terminarían con San Pedro y no en San Francisco como tenían planeado para sus vacaciones.

-Y no puedo decir que estás equivocado, obviamente te están buscando pero...- Mikey se agachó a la altura del idol y lo miro a los ojos- nuestro escondite es algo difícil de encontrar.

Se enderezó sin despegar su mirada del otro, parecían en una guerra de miradas, mientras uno lo miraba con enojo y curiosidad, Sano lo miraba con diversión y admiración.

-¡Bien!- aplaudió- lo he decidido, tu quieres tu libertad y yo también quiero seguir libre.

Todos lo miraban mientras comenzaba a caminar por la habitación con pósters de Takemichi en la pared.

-Tú perdonas está desfachatez de mis subordinados y yo te dejare libre, haremos como que esto jamás paso..

-¡Estás loco!- exclamó el idol furioso.

-¡¿AAAH?!, ¿PERO QUE DICES?-  alzó la voz estuperfacto- ¡En primer lugar yo jamás les pedí a esta bola de chimpancés que hicieran esto!

Sanzu llevo su mano a su boca para tapar la risa que se le quería salir.

Los demás miraron ofendidos a su jefe.

-Nada justifica nuestro trabajo, el cuál sabemos no es nada ético ni legal pero si hay algo que nos distingue de los demás es que todos somos muy unidos- explico con calma- intentaron animar mi patética vida de la única manera que saben hacer.

El rubio lo miro extrañado.

-Todos terminamos aquí por qué la vida no fue buena con nosotros- murmuró Miley - estamos corrompidos y probablemente iremos al infierno el día de nuestra muerte y ya me había resignado pero aquel día en el puente, me salvaste la vida... Tu sonrisa y amabilidad me dio un nuevo sentido para vivir, pero como digo nada eso justifica nuestras acciones pero aún así te pido que no digas nada, si quieres diner..

-No- cortó el idol.

-¿Qué?

-No quiero tu dinero, pero contrario a eso aceptaré tu trato pero con una condición...

-¿Cuál?

-El 60% de tu dinero lo donaras a fundaciones para ayudar a niños con cáncer, con enfermedades y para ayudar a los animales de la calle.

Un ruido seco se escuchó.

Kokonoi se había desmayado.

-Jefe a kokonoi le está saliendo espuma por la boca- dijo Sanzu picando al otro con el dedo.

- Me enviaras esos movimientos a mi teléfono y yo no diré nada pero si veo que rompiste nuestro trato yo mismo iré a la policía y haré que te arresten- Mikey lo miro con sorpresa.

No es que el dinero le importará mucho pero estaban en una situación difícil.

- Está bien, Takeomi...

-¿Si?

-Dejalo libre

El idol se estiró y bostezo, ya era libre, se giro y camino hacia Manjiro, este lo miro confundido mientras Takemichi levantaba su dedo.

- Es una promesa, espero que cumplas nuestro trato.

Un sonrojo apareció en las mejillas del Yakuza cuando Takemichi tomo su mano y unió sus dedos en forma de pinky promise mientras sonreía.

Horas después el idol ya se había ido, sus subordinados habían regresado a sus habitaciones menos Kokonoi que seguía en el suelo.

Y Mikey solo miraba sonrojado su mano.



Se que tarde mucho, pero no estaba de ánimos, no tenía inspiración, nada me animaba y el trabajo me estaba consumiendo.

Pero dije yo prometí que subiría un capítulo y no puedo dejarlo así.

IdolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora