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El lugar me estaba asfixiando, la multitud estaba sobre mi o así lo parecía.
Busque la salida a mi derecha me apresuré por los largos pasillos, las voces en el estadio eran confusas
Seguí las líneas, la puerta que se alejaba de mi, la abrí estaba afuera podía empezar a respirar, mis manos aventando mi cabello de la nuca, no tenía ideas claras, solo no quería estar ahí, sentía la necesidad de soltarme a llorar, me recargue sobre los pilares que sostenían la estructura pensado que lo me sostendrían a mi era inútil, la vista se me nublaba , solo eran Las primeras lágrimas que no dejaba escapar más halla de mis pestañas
-oye olvidaste tu teléfono
Unas botas cafés un pantalón negro y una mano con mi celular entregándomelo, lo tome respiré tan profundo como pude
-Gracias
El se sentó en el piso a lado de mi, sin decir una sola palabra, ese aroma era conocido, el chico a mi lado era aquel que deje en el estadio.  Pasaron unos minutos pude tranquilizarme pensando en que así el ahí a mi lado, su voz tomó mi atención en un instante
-¿estás bien ?
-si es...
-no tienes que explicarme nada, si no lo deseas

levante la mirada sin decir nada, una mirada profunda en un mar de ojos azules y perlas grisáceas sobre los míos dominados por unas prominentes cejas negras, sobre una piel tersa y blanca, el cabello negro tan obscuro que parecía casi teñido a la perfección un poco casi tocando la mejilla. El chico era tan apuesto como una mentira y yo estaba hecha un desastre, el sonrió de lado insitandome a sonreír de vuelta pero sus alineados dientes a juego con la mandíbula me detuvieron , agache la mirada  estuvimos callados unos minutos en silencio, mi respiración volvió a su ritmo, solté mis piernas que había abrazado hasta ese momento. El seguía ahí con una pierna flexionada para sostener su brazo y justo en ese momento sacó una cajetilla, retiró un cigarro lo prendió de un lado para que el humo no fuera hacía a mi, fumo una o dos veces, tranquilo, sin sonido alguno que perturbara su calma
-¿quieres uno ?
La tranquilidad en su voz sin ninguna presión, afirme con la mirada,  tímidamente retire uno que estaba puesto de forma contraria a los demás, lo lleve a mis labios y el lo encendió ágilmente, solo dos veces pude fumarlo cuando sentí  un ligero  mareo
-¿no fumas verdad ?
Volví a responderle con la mirada, apago su cigarrillo,
-ese que tomaste es el de la suerte por eso estaba volteado, ahora tendrás suerte-
Lo mire confusa, el tomo el cigarrillo con sus dedos de los míos lo apago
-ven caminemos un poco
No estaba segura de si podría levantarme y aun así lo hice
- a mi también me aburren esos discursos mediáticos  por cierto Soy Gabriel y ¿tú?
- yo Dafne

Seguimos caminando entre las áreas verdes de la universidad, sin decir nada. Estaba tranquila sin pensamientos negativos.

-¿te gustaría ir a almorzar Dafne ?
- pero es medio día Gabriel
-que importa, vamos las actividades se pospondrán todo el día
Caminamos hasta el comedor pero el no se dirigía ahí sino al estacionamiento
-ven toma este casco
lo mire concierta duda, eh intriga frente a una motocicleta plateada y negra
- ¿quieres que vaya contigo? pero si eres un desconocido
-desconocido no, nos presentamos hace un rato,
Tranquila que al que le debería dar miedo es a mi por llevar a una desconocida en mi motocicleta, recargada en mi espalda.
Sonreí casi como un susurro y sin pensarlo me monte en ella. Jamás había sido tan despreocupada pero en fin

Detrás de la armonía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora