CAPITULO 1

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Segundos inicios

Me gustaría decir algo poético, como que la vida es una pluma que cae lentamente, o que somos como flores que en algún momento florecen. Pero sinceramente no se me ocurre nada muy interesante o filosófico. Siempre he sido más del tipo de actuar en el momento antes de arrepentirme, o arrepentirme cuando es demasiado tarde.

No pienso mucho las cosas, pues no quiero vivir atada al miedo o la incertidumbre. Es por eso que cuando les digo que estoy en problemas, lo estoy.

Me encuentro corriendo por el bosque del palacio, con mis zapatos de dormir y mi pijama de satín, mientras Augustus- el perro de la familia- me persigue. Ese perro me odia, puedo verlo en sus ojos.

te preguntarás, qué está pasando y por qué estoy corriendo, bajo la lluvia, de noche y manchando mis zapatillas favoritas de lodo.

recapitulemos ...

Ultimo día de vacaciones-

Repulsión total hacia la escuela-

Presión de mis padres por que sea una heredera digna-

Plan de escape no tan perfecto- en....proceso de ejecución

Me escondo tras una estatua de... la verdad nunca he visto esa persona en mi feliz vida, mientras respiro entrecortadamente, buscando desesperadamente un poco de oxígeno para seguir huyendo de ese maldito perro que me descubrió mientras bajaba de la ventana de mi habitación.

Aunque ahora que lo pienso, no tenía un buen plan para sobrevivir sola, fuera del palacio. Sin mencionar que todo el pueblo me conoce, y no tardarían en notificar a las autoridades que una niña toda sucia muy parecida a la Princesa Heredera de Velaska está deambulando por sus calles.

Rendida, decido salir de mi improvisado escondite, justo al tiempo en que escucho la inconfundible voz del Rey de Velaska- léase mi padre-, -lease la persona que va a asesinarme justo ahora-.

- ¡Pia Rosella Cappercot Velento!

Ohoh mi nombre completo, eso no significa buenas noticias...

Me armé de valor y salí de donde me encontraba, actuando como si lucir pálida y agitada a mitad de la noche en el bosque del palacio fuera algo rutinario.

-¡Padre! Que... raro, encontrarte por aquí, y a estas horas. No vaya a ser y te de un resfriado, vamos te acompaño a-

-No tan rápido señorita- no, por favor, todo menos señorita- Se puede saber qué hacesaquí, estas horas y luciendo así. Augustus nos despertó a todos con sus ladridos.

¿Ya lo había mencionado? Maldito perro.

-¿Yo? - solté una risa nerviosa- pues verás, es gracioso de hecho. Estaba preocupada por mañana y decidí salir a caminar, una cosa llevó a la otra y...

-Y yo soy el incompetente de Lancerott- Se comparó sarcásticamente con su primo hermano, quien no pudo mantener la economía de una simple ascienda, al primer año de habérsele cedido-. Quiero saber qué hacías y quiero la verdad- Me observó cómo solo los padres saben observar a sus hijos para sacarles hasta lo que ni ellos mismos recordaban.

- Pues... yo...intentabaescaparmedelcastilloyAugustusmeencontró.

Que bonito es regresar a La Academia de Herederos.

_*_*_

Es de mañana, el viento sopla sobre mi tocado conformado por trenzas envueltas alrededor de mi cabeza, dejando suaves rizos chocolate caer sobre mi espalda.

Herederos ~ Irene VilchisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora