Capitulo 11

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Leí por décima vez la palabra "peligro" que empezaba a desvanecerse en el aire, pero que en mi cabeza seguía igual de luminosa y clara como después de que Blyce la hubiese escrito, él había vuelto a sentarse en la palma de Damen, sus piernas cruzadas y su rostro ensombrecido, estaba extrañando al pequeño niño que hacía morisquetas. Fijé mi vista en Lyra, ella hacía un extraño juego con sus manos, me pregunté si era un tic, después me pregunté si ellos tenían tics.

-¿Qué peligro?-Preguntó Damen cuando vio que yo no hablaba.

Lo miré, su rostro era neutro, pero sus ojos duros. Asique este era el príncipe de Vellaris realmente serio.

Ellos estuvieron un rato haciendo gestos hasta que entendimos (o eso creo) que ellos nos lo explicarían, pero que debíamos ir a buscar a Derek y a Care, porque al parecer la explicación era algo larga como para estar repitiéndola, y Damen y yo añadimos que por su gusto de hacer preguntas, posiblemente los necesitáramos mucho.

Ellos nos guiaron de regreso al campamento, y luego de lograr despertar a Care y a Derek (este último tardo bastante, debo añadir), y después de explicarles, más o menos, la historia (bueno, al menos lo suficiente como para que entendieran que las luces psicópatas ya no eran luces psicópatas), los cuatro fuimos dirigidos por los espíritus al interior del bosque.

Blyce (que ya había recuperado su buen ánimo) y Lyra iban junto a nosotros, estuvieron merodeando alrededor de Derek y Care, tocando su cabello y pinchando en su piel (esto último lo hacía Blyce con Derek).

Luego de caminar un rato, llegamos a un conjunto de cuevas, pero no eran unas cuevas normales, el interior de ellas estaban iluminadas, una pálida luz brillante, parecida a la que tenían los espíritus, emanaba desde su interior. Entramos lentamente, Care y yo enseguida, pero Damen y Derek al parecer habían decidido pensárselos un poco, aunque Lyra y el resto de los espíritus no les dieron mucho tiempo, empezaron a empujarlos hasta que estuvieron junto a nosotras.

Miré a mi alrededor, lo suficiente como para saber que la luz salía de unos pequeños cristales incrustados en las paredes de la cueva, sentí la pequeña tentación de tocarlos, pero me bastó sentir las miradas de Derek y Damen para saber que no era algo recomendable si queríamos llevar esta visita en paz.

Los espíritus se detuvieron, por lo que nosotros hicimos lo mismo, cuando vimos que se elevaban un poco más, unas marcas, que luego identificamos que eran dibujos, estaban plasmadas en las paredes.

-¿Qué son?

Tardé un poco en darme cuenta de que quién había hecho la pregunta había sido Care, la miré, pero sus ojos estaban fijos en los dibujos, era como si estuviera hipnotizada, buscando el significado de ellos, como si fueran un viejo recuerdo olvidado.

Una pequeña espíritu se le acercó y sonrió, su cabello hasta los hombros igual de plateado que el de Lyra, y los mismo ojos azul pálido. Care le sonrió de vuelta, el pequeño espíritu se sentó en su hombro, como si siempre hubiese estado ahí desde siempre.

La palabra "historia" fue escrita por una espíritu.

-¿"Historia"? ¿de quién?-Preguntó Derek.

El mismo espíritu nos apuntó a nosotros y luego a ellos, y después a todo a su alrededor.

-¿De todos?-Preguntó otra vez Derek.

Ella asintió y sonrió, Derek le sonrió de regreso y pude notar como la espíritu adquiría un pequeño tono rosa, puse los ojos en blanco, para luego darme cuenta de que Blyce estaba haciendo lo mismo, pude notar como la espíritu (con su cabello también plateado, pero atado en una larga trenza y sus ojos verdes) lo fulminaba con la mirada y empezaban una discusión silenciosa, pero que debía de ser muy divertida, porque Lyra y la espíritu que estaba en el hombro de Care estaban riendo mucho, al igual que el resto de ellos.

Corazones congeladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora