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"¡Mi teléfono murió! ¡Estoy muerta!" Grite eufórica con mucha drama en mi voz, no sabría cómo sobreviviría en los meses que me mantearan cautiva.
Llore sintiendo las palmaditas en mi cabeza de cortes quien sonrió amigablemente su mano se colocó en mi hombro izquierdo, mirando hacia adelante colocando bien los correas de mi mochila me remangue las mangas de mi suerte por la color, yo solo era la loca que andaba con suéter con la calor que hace a lo pendejo.
"Cuando dijiste que vendrías hoy," Mire hacia arriba como un departamento baja de las escaleras de su patio, como todo un latino emparedado, "No pensé que era cierto la cosa." Tegucigalpa, la capital de honduras estaba con los brazos cruzados y mirándonos con una ceja alzada.
"Urgente, imagino que el viejo ya te dijo lo que pasa." Coloco su otra mano en mi otro hombro y me empujó hacia adelante para que me viera bien, grato fue su asombro y susto por que retrocedió unos pasos.
Carraspeo ansioso, "Bueno, esto si es un problema nos hemos metido desde el 2009." Miro aun lado para darse la vuelta, mi mente solo me acordó de esas escenas de orgullosos gay divos.
"El abuelo está aquí, Padre le dijo que si se pudiera hacer cargo de ella mientras que el arreglaba unos asuntos con sus hermanos y esperaba que los vuelos estuvieran estables." Comento con sus brazos hacia atrás, Miraba como el departamento comenzaba a entrar y dos hombres que habían salido antes del departamento, tenían dos maletas que serían de Puerto Cortes y San Pedro sula.
Y yo que ni ropa tengo, tal vez me den aquí ropa si pongo cara de más pobre que soy.
"¡Wow! ¡'ta bonita la mansión humilde!" Escuche la risa exagerada de San pedro sula, Cortes solo solto una risitas que el estaba a mi lado, Tegucigalpa me miro mal un tanto darse la vuelta y seguir.
"Por cierto, Como Cortes me dijo que vendrías, Me tome el tiempo en comparte ropa que te quedara pero ahora que te veo," Nos detuvimos todos y me inspecciono observando detalladamente, "Eres delgada, la ropa te quedara holgada." Las ras me dijo anoréxica, muerto de hambre, Lo mire mal yo quien se burlo con una sonrisa en sus labios.
"¡Hola chicos!" Una voz suave lleno mis oídos, me incline hacia la derecha mirando a dos ex paises en la entrada de lo que sería la sala.
¡República Federal Centroamericana! ¡Imperio Mexicano!
Parecía bien vestido, una camisa holgada metida en sus pantalones negros con una faja de cuero y zapatos muy bien pulidos, Imperio Mexicano vestía con una camisa blanca y una corbata de rebozo alrededor de su cuello color rojo, unos pantalones cafés juntos unas botas de café oscuro y el cinturón.
¡Hacen una bonita pareja!
Pero, ¿Son pareja?
"¡Abuelos!" Puerto cortés camino hacia ellos para abrazarlos parecía bajo ante ellos cuando yo le llevaba hasta el hombro a cortes y San pedro sula unos centímetros más alto que yo.
