Whispers of pain [Tadano x Retsuko] AGGRETSUKO

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Soñar todas las noches lo mismo me hace despertar lleno de sudor, jadeando por un poco de aire,  y no dejandome dormir por el resto de la madrugada, haciendo inutiles las drogas que me receto el médico para poder dormir.

Y es que, cada que recuerdo la desesperación de Retsuko al cantar con su grave voz me hace resentir todo lo que mi corazón ha guardado desde que nuestra relación terminó. Y es que aunque fui comprensivo y acepté su decisión de no estar con alguien que no deseaba casarse, yo sentía una cubeta de agua helada en el pecho, que intentaba apagar de golpe el calor de mi amor por ella, sin lograrlo, más sin embargo el choque de temperaturas, rompió mi corazón como si de vidrio se tratase.

Desde entonces, sueño con ese dia en el karaoke, sintiendo su desesperación retumbando entre esas cuatro paredes, haciendome sentir en una pesadilla sinfonica de metal, viendo su iracunda aura, causandome un poco más de despecho, y solo por nuestra abrupta ruptura, porque aunque quisiera, al recordar su mirada sollozante al insistir que ella estaría apoyandome siempre aún cuando nos separabamos, me hacia sentir aún más amor por ella.

Y era ese amor el que me estaba haciendo deslizarme suavemente hacia una psicosis obsesiva por Retsuko, y es que aun cuando llevabamos meses sin salir juntos, mis sabanas aun olian a ella, y no importaba cuando las llevara a lavar, su perfume aun lo podía percibir, aun cuando no había forma de que eso era posible. Yo quería convencerme de que la culpa era de los auxiliares de la lavanderia, para pararme ahi e insistir en que usaran más detergente u otro suavizante de ropa, pero inconsientemente sabía que me estaba volviendo loco por ella.

Los de Freeride.Inc lo empezaron a notar, incluso ENIO, pues me preguntaba si quería mis pastillas para dormir o si necesitaba suplirme en la farmacia más cercana, yo solo jugaba al tonto y me reía de todas las preguntas que se me hacían, pero con el paso del tiempo noté la preocupación seria de todos mis colegas, incluso de la señorita Gori mientras trabajabamos en el codigo de su App de citas, preguntandome si quería posponer el trabajo un par de días para que yo estuviese al 100% para concluir el proyecto, fue entonces que decidí llevarla por unos tragos, pues si iba a sincerarme con ella, prefería que estuviese tan ebria que no pudiese recordar todo lo que le dije.

— ¿Como ha estado Retsuko? - Intenté que mi pregunta fuese casual, ya que había construido un ambiente informal y variado mientras hablabamos.

— Ella ha estado bien. - Empezaba a arrastrar las letras, evidenciando estar ebria.

— Que bien. - Sonreí mientras alzaba la copa y le daba un pequeño sorbo a mi trago.

— Ella vino a mi casa para pedir ser una BetaTester en la App.- Sonrió de forma ebria y algo boba, como si darme la noticia fuese complaciente para mi.

— Me alegro por ella, se merece encontrar alguien que le haga feliz.- Mordí mi labio aun cuando estaba sonriendo, nunca había montado una sonrisa tan falsa en mi vida, mientras el despecho me corroía el alma.

—¡Yo tambien pienso lo mismo! -Hizo una pausa para acabarse la bebida — Me pone feliz que ambos salgan adelante, y que sean lo suficientemente maduros para seguir siendo amigos. -

Lo suficientemente maduros para seguir siendo amigos.  

La verdad es que agradecía que Gori creyera eso, definitivamente es la persona más intuitiva que conozco del círculo de Retsuko, eso signicaba que mi falsa fachada serena era convincente.

— Gracias, aunque no sé si he podido salir adelante del todo.-

Alzé mi mano, pidiendo al bartender que atendiera a mi acompañante, sirviendole otro trago igual que ella no rechazó.

— ¡No me digas que todavía quieres a Retsuko! -

Mis mejillas se sonrojaron, haciendo desaparecer mi sonrisa, mientras miraba a la nada intentando pensar.

— Retsy es la unica que me ha amado sin dobles intenciones, eso lo valoro, y el que nuestra relacion haya finalizado de forma abrupta... aun me tiene mal.-

Sentí el brazo fuerte de Gori encima de mis hombros,  abrazandome con fuerza, mientras intentaba consolarme.

—¡Ya, ya! Eres un buen hombre, guapo y muy exitoso, se que hay alguna chica que te querrá tanto como ella. - Me miró intentando llenarme de esperanza. — ¡Te registrare en la app cuando hayamos terminado de hacerla! -

— Es que yo no quiero a otra chica... Retsy es mi unico amor, y haría cualquier cosa por volver a tenerla dormida en mis brazos todas las noches del resto de mi vida. -

— Pues parece que casarte no es una de esas cosas. - Burlescamente me recordó mi mala decisión, y no pude enojarme con ella, pues yo era quien había decidido eso.   

La noche la terminamos en su departamento, apenas y pudo llegar a su departamento, y yo con mucho esfuerzo la deje en su cama, y mientras me iba, pensaba en el porque Retsy habia decidido empezar a tener citas tan derrepente, mi cabeza se llenaba de teorías mientras los ruidosos ronquidos de la directora Gori se escurrian debajo de la puerta de su habitación.

Abandone el departamento, acostandome en el asiento de mi limusina, mientras ENIO conducía. Las luces del camino, los ruidos de la calle vacía y el suave trayecto me arrullaban para poder dormir aunque sea un poco, y yo, por primera vez, deje de soñar con tan desesperante situación en el Karaoke.

En su lugar, soñe con un vestido blanco de satín y holanes, que vestía a la hermosa Retsuko mientras me esperaba en lo más profundo de una iglesia vacía, con un hermoso vestido blanco y un velo de satín que ocultaba su rostro perfecto.

Mientras más me acercaba a ella, el peso que sentía en mi espalda desde hace mucho, poco a poco se dispersó, y cuando estuvimos frente a frente, y ella se destapó el rostro, las vitrinas del lugar resplandecieron sobre el mismo, iluminando su mirada, como un faro que esclarecía todo lo oscuro que se veía mi futuro cuando no estaba con ella.

No tuve tiempo de poder besarla, pues ya era hora de levantarme para una conferencia que iba a dar para una empresa inversora, y cuando olfateé mis sabanas, descubrí que el olor se había ido de ellas, haciendome entrar en pánico. Ahi fue cuando me di cuenta de la necesidad imperiosa que tenía por tener su olor impregnado, de escuchar su voz al despertar, y sentir el calor de su pequeño cuerpo contra el mio.

Tenia que volver conmigo. ¿ Pero como... ?