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Los dias pasaron, y sin darme cuenta, se volvieron semanas, y dos meses pasaron sin que lo notara, probablemente porque la vida con Retsy era más llevadera. Casi no se sentía su presencia, aún si tenía que llevarla al trabajo y traerla de regreso al departamento, ambos estabamos demasiado ocupados con nuestros propios asuntos. Pero durante sábados y domingos, solíamos hacer algo juntos, aun si ella tenia planes para salir con sus amigas, parecía que ya me tenia agendado para dedicarme la tarde del sabado o el domingo.

Compre varios juegos de mesa, una consola de videojuegos, y también contraté un plan de wifi para que ella lo usara mientras estaba en casa. Incluso si necesitaba salir del país por negocios, la convencía de acompañarme, o almenos la llevaba a cenar a mi regreso.

Y si se daba que tuviera que dejarla sola por unas horas, se me ocurrió que, para que tuviese algo que hacer en mi ausencia, empezaría a esconderle debajo de la almohada un par de libros mangas que pensé que le gustaría leer para no sentirse sola,  y aunque al principio se que se negaba en darles un vistazo, ya que los dejába botados en la mesa de centro de la sala de estar, yo después los devolviera a su cama para insistir en que les diera un vistazo. Supongo que terminó por ceder a esta silenciosa insistencia, ya que varias veces la atrapé leyéndolos a escondidas, así que discretamente le compraba los tomos siguientes y se los escondia por todos los rincones de la casa, en una especie de juego que se volvio mi tradicion semanal. Sabia que los había encontrado cuando los colocaba en un librero que antes estaba vació, y que ahora albergaba una colección ordenada, por titulos y por secuencia.

Pronto me di cuenta que el departamento que compre con la intencion de tener un almacén, se volvio poco a poco en una casa, un lugar al que quería volver siempre del trabajo con la persona a quien mas quería cuidar, una amiga de alta confianza, y no podía esperar para volver, ya que deseaba verla denuevo a cada minuto del día.

Ella no lo sabía, pero poco a poco me hacia mas dependiente de ella, y ahora mi insomnio paso de ser el producto de mi abstinencia, a la sobredosis. Las pastillas me causaban asco, y dios es testigo de las arcadas que me daban, por lo que las reemplacé por alcohol. Era más dulce, y más llevadero. Y almenos así, podría fingir en la soledad de mi auto que soy lo suficientemente valiente para confesar mi amor por ella, aun si solo fuese a través de escritos con letra torpe, causados por mi intoxicación etílica.

"Que tu bello pelo rojo y tus ojos de fuego
No se extingan jamás.
Adoro cada parte de tu ser, de tu alma
¿Qué estoy esperando para enterrar mi propio corazón?
Este secreto no debe ser tu problema, solo mio"

Hubiese deseado que las cosas no llegarán nunca a más, pero fue demasiado tarde cuando ella me pidió algo que nunca voy a olvidar. Fue durante un juego de Mahjong, un sabado por la tarde.

— Tadano. Me preocupa que duermas en tu auto.

Su preocupación me parecía tierna, así que, yo solo le dí unas palmadas en la cabeza mientras exhalaba una risilla por mis fosas nasales.

— Retsy, está bien.

Ella infló las mejillas mientras su desbordante preocupación llenaba su vista, se miraba enfadada por no tomarme enserio su sentir.

— Yo... Quiero dormir en el sofá.

¿El sofá? ¿Porque ahí?

— ¿La cama ya no es cómoda? No te preocupes, compraré otra.

— ¡No! No entiendes.

Me tomó de la muñeca mientras agacha a la cabeza y miraba al suelo.

— Me siento culpable... te rehusas a que te pague una renta, y me das todo el espacio de un lugar que seguro te costó una fortuna. ¡Ya no quiero ser una aprovechada!

Oh Retsuko.

Tenerte en mi casa es un placer. ¿No notas lo feliz que me haces? Si vives en mi casa mientras intentas huir y esconderte de ese fanatico inexistente...

Siempre podré saber donde estás.

Me quede pensando unos segundos, y mientras sujetaba mi mentón, aún sin entender del todo las preocupaciones inecesarias de Retsy, supuse que era obvio que cualquiera en su posición podría llegar a sentirse un parasito. Pero, en vez de tomarme el tiempo de explicarle que mi paga por hacerle este favor era sencillamente poder verla todos los días, lo mejor era darle por su lado, ya que quiza esto me daría algún beneficio.

— No puedes dormir en el sofá si yo lo hago primero.

No parecía ser lo que ella esperaba, pero sin duda parecía menos preocupada, asi que solo seguimos el juego en silencio mientras comíamos papas fritas y disfrutabamos de la compañía del otro.

Hubiera deseado que la noche nunca llegara, ya que más tarde me di cuenta que me puse yo solo la soga al cuello. Esa mujer me tenía colgando de un hilo y eso solo por tener que verla a diario y contener mis impulsos ¿Como podría dormir en la sala, a unos cuantos pasos de la puerta que abre a una alma indefensa que confía en mi, en que soy una persona cuerda y decente?

— Hasta mañana, Retsy.

Le dije con una sonrisa temblorosa y a punto de quebrarse, intentando lucir simpatico y no un maniatico desmoronandose, mientras ella me daba una almohada a la orilla del marco de la puerta de la habitación.

Me encontré mirando al techo en medio de la oscuridad sin ninguna especie de sonido, más que el propio retumbar de mi corazón en el pecho. Nisiquiera parpadear podía, aún si los ojos me arden.

Se supone que es mi casa, y ahora me encuentro aterrado entre estas cuatro paredes apuntó de hacer algo de lo que no estoy orgulloso.

Imaginándome, cruzando la puerta, y estrujando a Retsy en mis brazos mientras ella descansa sin temor ni rencor hacia nadie, cometiendo el error de confiar en una persona que ya no es lo que era.

¿Sería que Retsy me aceptaría? Deseo tanto un beso suyo, uno muy largo y profundo, que me enloquezca más y más.

No, no lo haría, ella no me ama, no me quiere más de forma romántica. ¿Porque? ¿Porque no me amas? Retsy, soy un maníaco con el corazón roto, uno capaz de silenciar millones de bocas, con dinero o con fuerza. ¿Y aún así no me ama?

Retsy.

Todo esto es tu culpa.

Dejame amarte, déjame acariciar tu cabello rojo como la llama a la que expondría mi mano por ti con tal de un poco de salvación. ¿O es que para los pecadores de mente como yo, se estra excento de recibir el perdón y la expiación de cosas que aún no cometemos?

Solo encuentro más y más motivos para cruzar el umbral, y hacer lo que me plazca, aún si tengo que asfixiarte con mis propias manos y el secreto se guarde entre nosotros de una vez por todas, deberías agradecer que lo único que me detiene en este momento son las memorias de tu sonrisa adorable, que provoca en mi una debilidad en mis piernas, y me paraliza, evitando que cometa una estupidez, ya que de hacerlo, te añoraría.

Retsuko.

Huye.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2023 ⏰

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Whispers of pain [Tadano x Retsuko] AGGRETSUKODonde viven las historias. Descúbrelo ahora