Whispers of pain [Tadano x Retsuko] AGGRETSUKO

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Hablar con Haida en su momento me hizo sentir tranquilo, ya que el era una persona que me transmitía confianza al hablarme, después de todo, al descubrir sus sentimientos por Retsy, aun cuando estabamos a 40 mil pies de altura, me hizo sentir los pies en la tierra cuando le dí un buen consejo para calmar su angustia por no saber absolutamente nada de ella, y es que al ver que había ido tan lejos para presenciar un show de la banda a la que se había unido, me daba una impresión de sinceridad pura.

Y quiza me hubiese quedado en paz con esa charla, después de todo, su talento estaba siendo usado en algo en lo que podría sacarle provecho, y eso me alegró bastante, tambien saber que había alguien que la cuidaba mientras yo no podía me llenaba de calma. 

Cuando supe lo que pasó con ese fan desquiciado de las OTMGirls me enfermé de rabia, moví todos los contactos que pude tener para asegurar que a ese maldito no lo dejaran salir de la carcel, pagando sobornos a quien fuese para alargar su sentencia hasta hacerla cadena perpetua, y me maldecí por no haber podido lograr que lo sentenciaran a muerte, pues su intento de homicidio solo quedo en eso, en un intento.

Tuve que posponer tratos con varias empresas interesadas en hacer negocios con mi empresa para poder asistir a la corte y firmar cheques, asi como pagarle una fuerte cifra a cambio de su ignorancia del tema a un par de cadenas que me pidieron mi opinion en exclusiva sobre lo que había pasado con miexnovia, pero todo lo valía por Retsy, por su seguridad, su paz mental y, por sobretodas las cosas, su felicidad. 

Aún así no había poder alguno que la sacara de la casa de su madre, y aunque eso me hacia enfadar, solo podía pensar en el miedo que sentía, y en como esto la afectaría a largo plazo y, por más que quise animarla, nunca me quizo contestar el telefono.

Pero un par de días después, me enteré por Gori del concierto de despedida que dio, además de la formalización de lo que parecia el principio de la esperada amistad entre Haida y Retsuko, teniendo definitivamente una chance de mutar a algo más.

Conociendo las intenciones puras de Haida hacia Retsuko, y al haberme enterado que él la había elegido por encima de una tal Inui que, por lo que me habia comentado, sonaba como una mujer adorable, definitivamente no podía sentir nada más que calma más allá de mi .

Aunque la frustración no tardo en aparecer cuando Gori me pregunto si es que yo había alterado el algoritmo de la aplicación, y es que era dificil fingir que obviamente yo había hecho tal acto de cupido, cuando no era mi plan en absoluto, después de todo, almenos eso sería reconfortante, pero es que ellos habían sido emparejados con una exactitud del 100% por algo que yo había creado.

Por un momento caí en una fantasia, donde regresaba a mi sueño de hace unas noches, donde en realidad yo había sido elegido para entregar a Retsy en el altar, mientras su angelical mirada no podía ser apartada de ese hombre que ahora era el que la haría feliz y quien la protegería a toda costa, su supuesto "lugar seguro" de ahora en adelante. Soltarla para dejarla con el había sido solo una ilusion, pero la pena que me provocaba el imaginarlo era tan real y palpable, que enmudecí por un gran nudo en la boca del estómago.

A cada día que pasaba, mi pesar crecía, y verla en fotografías de su Instagram o en las que ambos tomabamos en nuestros viajes se volvió un consuelo para mi dolor, pero no tenía las agallas de ahora hablarle a Retsy, pues ahora que mi oportunidad de recuperarla se me había escurrido de las manos, pensé que sería extraño empezar a volver a contactarla con frecuencia. Ociosamente pensaba en nuestro amor, algo que no se sentía como un atante compromiso como siempre creí que se sentiría estar con quien creías el amor de tu vida, sino es que me hacía sentir ligero y me hacía dormir bien entre nubes y estrellas, y unas lagrimas surcaron mi rostro cuesta abajo por la aflicción. 

¿Cuántas veces más tenía que seguir pensando en todo esto hasta que saliera de mi cuerpo? No podía decirselo a nadie, y eso me estaba matando de a ratos, como pequeños tragos de veneno sabor a miel que el doctor había recetado cada ocho horas, y una doble dosis para poder tragarme las pastillas para el insomnio.

Le pedí a ENIO que parara en la tienda de conveniencia más cercana a nosotros, y obedeció a mi petición, dejandome bajar en frente de una tienda de 24 horas, donde compré una libreta de mil yenes y un boligrafo, y antes de que la lluvia de media noche empezara a caer en mis hombros, volvi a entrar a mi auto con la bolsa de plastico en la mano.

ENIO volvió a conducir, mientras yo le quitaba el plastico al cuaderno con todo el cuidado que podía, para después empezar a escribir mis pensamientos por Retsuko entre esas paginas blancas.

"Extrañarte es un suplicio, me causa indiferencia ante todo
 Y es que yo te deseo, pero darte un beso ahora mismo, sería;
 ¿Una cura a mi obsesión o solo me aliviara momentaneamente?
 Sea cual sea, desearía tener almenos la opcion de descubrirlo ..."

Levanté mi mirada al escuchar a la lluvia furiosa golpetear el vidrio de la limusina, y a su vez los limpiaparabrisas rechinaban al intentar limpiar las gotas de la vision de... absolutamente nadie, creando una sinfonía para acompañar a alguien tan solitario como yo mientras escribía mi desahogo.

"Ayer, buscando debajo de el tapete, y encontre el amor que te intenté ocultar
 Ya era demasiado grande como para seguir escondiendolo ahí
 Regresarlo a mi pecho tampoco era una opción, es demasiado egoista
 Entre mis sueños tampoco, pues apenas y puedo dormir desde que no estas
¡No tengo esperanza, si tu no estas aquí para recibir mi amor! "

Deje el boligrafo de lado, y leí lo que había escrito, y debía admitir que sonaba tan patetico que incluso reí suavemente, pero le daba algo de credito a mi idea tonta de haber escrito de una vez por todas este sentimiento absurdo, había resultado bastante terapeutico. Asi que deje el cuaderno de lado y repose mi cabeza sobre mi almohada , para poder estar en paz con la mente un poco más vacía de lo que había estado en semanas .

Quería volver a pasar la noche en mi auto, como en los tiempos antes de Retsy, cuando no me había llegado la loca idea de comprar un apartamento solo para averiguar como se sentía tener mi propio lugar.

Volvi a soñar con ella, pero esta vez tomabamos una copa en el The View en Nueva York, mientras la nieve escarchaba la hermosa vista de la metropolis, su naricita enrojecida por el frio me conmovía el corazón mientras Fly me to the moon sonaba de fondo.