━"En el amor y el sexo todo vale"
Comienza con la traición, prosigue con la venganza y termina con varias personas heridas.
Debes confiar en tu pareja, con la persona que estás casado. ¿Pero y si está te engaña con alguien cercano?.
¿Que pasaría si...
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Meses más tarde
Cómo cada mañana, la azabache tomaba su café relajada en la cocina, aunque esta vez, la acompañaba su marido quién parecía bastante emocionado cuándo le contaba a su esposa sus plananes futuros para la tienda que llevaba con su hermano gemelo.
-Nuevas sucursales expandidas por todo el país, sería un sueño hecho realidad.- pensaba el pelirrojo imaginando en su cabeza, lo orgulloso que se sentiría de llegara cumplirlo.- Si todo sigue yendo así de bien, posiblemente en un fututo no muy lejando esta imaginación sea una realidad.
Su esposa degustaba su café, notando el caliente y amargo líquido correr por su garganta, mientras escuchaba atenta al Weasley. Cada vez que hablaba de sus pasiones, un brillo se incrustaba a sus orbes avellanas, haciéndo más feliz a Danae.
-Estoy completamente segura de que si crees en ti funcionará. Mira con la tienda, todos te decían que era una estupidez, una pérdida de tiempo y miralos ahora.- agarró la mano de su esposo con la suya y la besó cariñosamente.- Yo se que lo lograrás, amor.
Fred sonrió enternecido a las palabras de la azabache, amaba cuándo ella le decía que confiaba en él, lo hacía sentir seguro de sí mismo.
-Gracias precio..
De nuevo, el sonido de la puerta siendo aporreada varias veces interrumpió la conversación del matrimonio, ambos se miraron y suspiraron, bufando frustrados. Si no eran sus hijos, alguién siempre se encargaba de arruinar los pocos momentos bonitos que compartían a solas, lo que les disgustaba bastante.
-Merlín, un poco más y nos parten la puerta.- se quejó Danae, llendo a la entrada de dónde procedían los fuertes e ininterrumpidos golpes.- ¡Ya voy, por Gódric!.
Musitó entre dientes, colocándose una bata que tenía colgada en el perchero de la entrada para flexionar el pomo de la puerta, revelando así a su mejor amiga que irradiaba de una mezcla entre furia y dolor.
Susan tenía los ojos rojos e hinchados, la mandíbula tan apretada que Danae creía que sus dientes se quebrarían, los puños cerrados, clavando sus uñas en las palmas de sus manos.
Iba a explotar, necesitaba hacerlo.
-Sus.. ¿pasó al..-
—¡Serás zorra Danae!- sin ni siquiera tener permiso para entrar la hecho a un lado, entrándo y acusándola con su dedo por cada palabra que decía. Estaba completamente nublada por el odio, la rabia y el vacío y la tristeza que se acumulaban en su pecho.—¡Eras mi mejor amiga, la única en la que confiaba, por merlín! ¡Te conté mis problemas desde que era una adolescentes!—las lágrimas de furia y rabia le nublaban la vista por completo, se había propuesto no llorar pero se le hizo imposible.— ¡¿Y que hiciste tú?! ¡Acostarte con mi marido!— bramó con odio, alzándo la voz.— ¡Eres una zorra falsa Danae Wood! ¡Incluso te conté que creía que se estaba acostando con otras mujeres, pero jamás llegué a creer que sería mi mejor amiga, la persona que tenía frente a mi la amante de mi marido!
