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-¡Oh, joder!, ¡Más rápido Cedric!

Gritó la mujer, sintiendo como el orgasmo estaba a punto de recorrerla por completo. Sus manos estaban atadas, por un cinturón del ex-hufflepuff en el cabecero de la cama matrimonial. Se sentía frustrada cada que el hombre decidía atarla en el sexo, pero en parte era algo que le gustaba; que la ataran, le pegaran (en su justa medida) y dominaran, hacía que esta se excitara aún más.

Las grandes y varoniles manos del Diggory agarraban con fuerza su cintura, estando seguro que al día siguiente la señal de que él la hizo suya una vez más, estaría ahí pero realmente no era de gran importancia en estos momentos. Obedeciendo sus deseos, se enterró aún más en ella, dando secas estocadas contra el sexo de la mujer. Sus paredes vaginales estaban completamente húmedas y se amoldaban perfectamente a su miembro, por lo que lo dejaba entrar y salir sin ningún tipo de problema.

-Mírame Danae- exigió, con ojos cargados de oscuro deseo y lujuria- Estas tan cerca del orgasmo bonita, y yo soy el único que puede ayudarte con tu húmedo e impaciente problema.

Amaba burlarse de ella, ver como soltaba algún que otro jadeo de frustración, como gemía por la necesidad de más cuando disminuía la velocidad, únicamente para llevarla al extremo. Sus ojos, estaban cubiertos por algunas pequeñas lágrimas procedentes de tanto como el placer que le otorgaban, como la frustración que sentía en esos momentos.

La mano de Cedric se estalló contra el sexo de la mujer, Danae curvó la espalda al sentirlo. Notó como el dolor era remplazado por el placer, soltando un fuerte gemido de placer. Diggory, esta vez ayudándola para llegar al éxtasis con mayor rápidex y facilidad, encontró el clítoris.

-¿Te gusta que te pegue, verdad bonita? Que sea duro, dominante y posesivo contigo- su voz ronca, le causaban escalofríos en la piel- Necesito que me digas que es lo que quieres, o no podré dartelo.

Sus estocadas volvieron a ser más fuertes, causando que tuviera una maravillosa vista de los pechos de la mujer, rebotando levemente frente a él. Se relamió el labio y lo atrapó entre sus dientes, para inclinar su cabeza frente a ellos. Mientras su mano alternaba movimientos ; frotaba, pellizcaba o presionaba el clítoris, el punto sensible de toda mujer.

Danae se sentía nublada por el placer, deseo y lujuria. Incluso le costaba mantener los ojos abiertos, pues sentía como sus parpados se cerraban, pero como pudo aguantó con estos para así observar el esculpido pecho del hombre. Su respiración era errática, su pecho subía y bajaba a causa de la falta de oxigeno que llegaba a su cerebro.

-Danae, habla- volvió a ordenar el Diggory.

Su aliento rozó contra la piel de sus pechos, sus pezones se erizaron al sentir el cálido viento que salió por la boca del hombre. Pudo distinguir cómo apretaba la mandíbula, cada vez que hacía eso era una señal de que se encontraba enfadado.

Pero eso, solo lo hacía ver más caliente.

-Quiero que me dejes llegar.. al orgasmo Cedric..-

Pidió en un gemido ahogado, sus lágrimas seguían brotando por la frustración de querer y no poder llegar al clímax al ser interrumpida por el Diggory.

Cedric, con una sonrisa victoriosa y orgullosa en su atractivo rostro, se dispuso a cumplir los más lujuriosos deseos de Danae.

Con ansias, como un depredador atacando a su presa lamió el pequeño botón derecho, para pasar a jugar con el sin ningún pudor, mordiéndolo, succionándolo y cubriendolo de saliva, alternativamente, como sabía que le gustaba a la morena. Con la mano izquierda, amasó con fuerza el seno de este lado, estrujándolo en ella.

𝖨𝗇𝖿𝗂𝖾𝗅𝖾𝗌-Fred and Cedric smutfic +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora