𝑳𝒂 𝑷𝒖𝒓𝒈𝒂 𝒅𝒆 𝑳𝒊𝒚𝒖𝒆 [genshin impact]

𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂

Una semana.

Hace una semana exacta desde que conseguimos parar la Purga de Liyue.
Entre todos, habíamos conseguido limpiar todas las calles de Liyue.
Por mucho que el recuerdo del caos, la sangre y la venganza todavía  me atormenten, estoy feliz de todo lo que estamos consiguiendo.

- Aether, regresemos a la Sede - me dice Kazuha.

Ambos hemos estado caminando por las calles de Liyue, ofreciendo neus ya ayuda y contribuyendo a la causa.

De pronto le veo.

Xiao.

No le había visto desde que me quedé inconsciente. Me alegraba volver a verle por fin.

Está subido en el tejado de una casa cercana y, cuando se fija en nosotros, baja rápidamente.

- Xiao! Donde te habías metido? - le pregunto.

- Tuve que escapar del lugar. Siento no haberte podido salvar en ese momento. Cuando Signora te ataco, te llevé lo más rápido que pude a la entrada de la Sede.

- Fuiste tú quien me dejó allí?

El Adeptus asintió.

Tras unos segundos de silencio, me doy cuenta de que Xiao está mirando fijamente a Kazuha.

- Él es Kazuha, viene de Inazuma. Kazuha, este es Xiao.

- Un gusto, Xiao - dice Kazuha.

- Igualmente - responde el Yaksha.

Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que Xiao vuelve a hablar.

- Aether, gracias por parar la Purga.

- No ha sido fácil, y tampoco lo he hecho solo. Tanto tú, como Kazuha y como todos los demás. Juntos hemos salvado Liyue - le digo.

Por primera vez en bastante tiempo, veo la sonrisa en el rostro de Xiao.

Tras este pequeño y tranquilizante momento, Kazuha y yo nos despedimos del Adeptus.

Todo ha pasado muy rápido. Ni siquiera he tenido tiempo para pensar en las consecuencias de parar la Purga. Como bien dijeron Xiao y Kazuha, los Fatui son impredecibles. Quizás las consecuencias de este evento sean peores que las de la Purga en sí, o puede ser que la Tsaritsa se calme por un tiempo y todo haya valido la pena. Ahora no lo podemos saber.

Mi enfado con los Fatui no se ha calmado. Puede que la Purga haya terminado, pero todas esas heridas y vidas perdidas no se pueden perdonar. Muchos de los ciudadanos, incluidos portadores de visión, han resultado heridos y otros muchos han sido asesinados.

Ha sido una verdadera masacre.

En muchos momentos de mis viajes había estado al borde de la muerte, como cuando luché con la Shogun en Inazuma, pero nunca había sentido la desesperación de saber que todos mis seres queridos estaban en peligro de muerte. Este miedo aumentó cuando vi el cuerpo de Xinyan. En ese momento, me di cuenta de que nadie estaba seguro. Me di cuenta de que ni siquiera aquellas personas que habían sido bendecidas por los Arcontes estaban a salvo.

El miedo y el caos se apoderaron de mi.

Hacia todo lo posible para no culparme, aunque realmente si fuera mi culpa. Pero sabía que si me comenzaba a hundir en esos pensamientos, yo también perdería la cabeza.

- Viajero, estás bien? - me pregunta Keqing.

- Oh, hola Keqing! Sí estoy bien, y tú? Qué tal está tu brazo? - pregunto.

Keqing había sido atacada durante la Purga. Unos ciudadanos armados la intentaron acorralar. Por suerte, ella fue más rápida y consiguió salir de la escena con solo una herida en el antebrazo.

- Ah, ya está prácticamente curado - me responde - Gracias, Aether.

Después de estar hablando con diferentes personas de Liyue, Ningguang me llama.

- Viajero, ven un momento porfavor - me pide la peliblanca.

- Sí, claro - le respondo y le sigo hasta un rincón más alejado.

- Qué opinas de cancelar el Festival de la Luna? - me pregunta.

- Cancelarlo? - pregunto.

- Sí. No sé si sería conveniente cancelar el Festival, después de todo lo ocurrido. Siento que no es algo correcto preparar un ambiente festivo después de toda la masacre.

- Y-yo creo que no habría que cancelarlo. Después de todo el caos, lo único que quieren los supervivientes es despejarse y olvidar toda la tragedia. En mi opinión, deberíamos seguir con todas las preparaciones del Festival.

- Viajero, quizás tengas razón. Puede que cancelar el Festival de la Luna tenga más consecuencias que seguir con los planes iniciales - comenta Ningguang.

- Eso es - le contesto.

Tanto yo como los demás ciudadanos y turistas queremos olvidarnos de todo y disfrutar del despreocupado ambiente festivo.

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Finalmente, el Festival de la Luna si se celebró.

Ganyu, Keqing y yo montamos un altar para conservar el recuerdo de las vidas perdidas.

Por suerte, todavía asistió muchísima gente al festival y todos disfrutamos como estaba previsto.

Finalmente, conseguimos parar la Purga.

Quién sabe las consecuencias que esto tendrá en un futuro, pero tengo fé.

Tengo esperanza

La Purga de Liyue por fin ha terminado

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Aquí el autor!

Este ha sido el final de la historia "La Purga de Liyue".

Ha sido bastante corta, pero tenía ganas de escribir algo menos pesado y tenía la finalidad de hacer pasar el rato a los lectores.

Espero que la hayáis disfrutando y no olvidéis de dejar un voto o algún comentario si os ha gustado.

Hasta la próxima! <3