Quédate junto a mi. °•jakehoon•°

22

Jake caminó hasta la sala en donde estaba Jay merendando con su madre, se acercó de manera rápida para darle un golpe en el rostro, cosa que hizo caer a Jay.

–¿Q-que rayos te pasa?–gritó la madre de Jay furiosa y sorprendida.

Jay se levantó igual de sorprendido, jamás imagino recibir un golpe de parte de Jake, siempre que lo maltrataba no recibía quejas, ante sus ojos era débil, alguien a quien puedes pisotear.

–No vuelvas a acercarte a Sunghoon ni a su madre, si te atreves a ponerle un dedo encima otra vez, te lo juro Jay, te vas a arrepentir!–exclamo Jake con una mirada llena de odio.

–¿Qué tonterías estas diciendo?, vete de aquí antes de que obligue a que te–la señora estaba hablando  con evidente enojo Pero Jake la interrumpió sonriendo burlonamente y dijo 

–¡Tu te callas!–.

La señora Shim indignada iba a golpear a Jake pero este detuvo su mano y dijo. 

–No vas a volver a golpearme, ya no soy ese niño que podías maltratar a tu antojo– la mano de la mujer quedaba roja hasta que Jay empujo a Jake para hacer que la soltara.

–¿Qué te pasa?–dijo enojado Jay.

–Esto va para los dos, si vuelven a realizar algo contra las personas que quiero, se arrepentirán, incluso ahora Jay sigo pensando en como castigarte–dijo Jake, dejo salir una risita y se fue.

–¿Qué rayos le pasa a ese mocoso?– dijo la señora shim a punto de reventar de coraje, Jay paso sus manos por su cabello, no sabia que esperar de esto, jamás había visto a Jake comportarse así.

Jake iba saliendo de la mansión, observo a Chaeryeong que iba bajando con el señor shim de su auto.

Ella corrió hasta Jake, le dio un beso en la mejilla.

 –¡Hermanito!

–¿Cómo estas, chacha?–dijo Jake mientras le revolvía el cabello, ella hizo un puchero pero sonrió enseñándole su pulgar en signo de afirmar que estaba bien.

Jake poso su mirada en su padre quien le enseño una sonrisa. 

–Jakey.

El castaño sintió su estómago revolverse, hacia mucho que ese sobrenombre no salía de esa detestable boca, cuantas veces no quiso el apoyo de este hombre pero solo recibía lástima.

–No tienes derecho a llamarme de ese modo–dijo Jake alzando la voz Chaeryeong se sorprendió , bajo la mirada y se hizo a un lado.

–Tienes razón, discúlpame–dijo el señor Shim con una triste sonrisa en el rostro.

–Me voy, nos vemos, hermanita– Jake dijo sin mirar más a su padre.

Sunghoon estaba sentado fuera de su casa, se levanto de golpe al ver bajar a Jake de un taxi.

–¡Honnie!–dijo corriendo hacia él, lo abrazo fuertemente, se estremeció al sentir un beso en el cuello de parte del pelinegro.

–Me gustaría ser recibido siempre de esta manera– dijo Jake con una bonita sonrisa.

Sunghoon sonrió enormemente. –No me costaría hacerlo.

–Chicos, he terminado la comida– dijo la señora Park asomándose por la puerta. Ambos sonrieron y entraron a la casa.