A la mierda.
A la mierda con todo, a la mierda con ellos, con sus nuevas amiguitas, con la banda, con “nosotros”, conmigo. No sé cómo mierda pude aguantarme esto por tanto tiempo. Son todos unos hijos de puta… ¿Y yo? Yo soy la estúpida que se metió en todo esto. Lo único que me faltaba era que me cagaran de esta forma.
Qué frio que hace afuera.
-¡Taxi!- grito al ver que uno se acerca, y levando el brazo. El muy hijo de puta sigue de largo, igual que los próximos 10- Carajo.
Ahora también tengo que caminar a casa, a la noche, con un frío inexplicable, vestida como estoy, enojada,… ¿llorando? Sí, llorando.
-¡¿Algo más?! –le grito al cielo.
Sí, lluvia.
Llego empapada a mi casa, y adentro me espera Bomi, que hasta abandona su almohadón para recibirme. La quiero alzar, pero claro, estoy mojada, y eso es lo último que quisiera una gata gorda, vaga, y seca. Aunque mamá y Martín están siendo felices en Disney, corro a encerrarme en mi cuarto, dando un portazo. Llamo a Lucas, no contesta. Le mando algunos mensajes:
-Te necesito
-Holaa
-Heyy
- ¿Estás ahí?
-Lucas por favor
-Lucas no me dejes
No responde; eso significa que estoy sola en esto, otra vez.
Prendo el equipo de música, y pongo sin mirar uno de los CD´S de Queen que están sobre éste, esperando que me haga sentir un poco mejor. Espero un rato, y no, cada da vez estoy peor. Necesito calmarme un poco.
Voy hasta al baño, y tomo el frasco de pastillas que oculto, y vengo juntando hace un buen tiempo. Las pastillas para dormir y los antidepresivos, que gradualmente le saco a mamá, desde que su psicólogo se las recetó después del divorcio. La idea es dormir y tranquilizarme, pero cuanto más dure, mejor… ojalá sea para siempre.
Lo único que quiero es que se vaya el dolor.
Vuelvo a mi cuarto, con el frasco en mano. Subo el volumen a medida que voy tragando las pastillas, y la voz de Freddie Mercury inunda la habitación. El frasco está cada vez más vacio, y cada vez estoy más tranquila.
-“Vive rápido, muere joven, y deja un bonito cadáver” –farfullo, y luego de observarlo una vez más, vacío el frasco en mi boca.
Lentamente me veo envuelta en la música de Queen, mientras todo empieza a salirse de foco. Entonces es cuando decido dejarme ir.
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Don't Try Suicide
FanfictionMaia es una chica algo diferente, que llega a convencerse de que su tiempo en vida acabó. Al tomar su coctel mortal, se encuentra con sus ídolos muertos: algunos integrantes del club de los 27, y el mismísimo Freddie Mercury; quienes le harán ver q...